El Baskonia renace con Spahija
El equipo vitoriano juega su mejor partido de la Euroliga en el debut del nuevo t¨¦cnico y arrolla al Estrella Roja (93-74)
Estas cosas pasan. Andaba el Baskonia dando tumbos, zapateando de aqu¨ª para all¨¢, recibiendo candela en cada partido, y en esto que a Querejeta le empieza a silbar la olla a presi¨®n, y apaga el fuego a las bravas, para tratar de evitar que se le queme el guiso, y de un d¨ªa para otro decide despedir a ese seguro de vida que suele ser Dusko Ivanovic, y reemplazarlo por Neven Spahija, que se hab¨ªa perdido durante alg¨²n tiempo en el radar, mientras atravesaba el tri¨¢ngulo de las Bermudas que en el baloncesto profesional es la liga china. Pero no estaba perdido, ni de parranda, y se puso el traje y la corbata que exigen los protocolos de la Euroliga, y de repente, como si lo ¨²nico que hubiera hecho es encontrar el interruptor de la luz y encenderla, algo tan sencillo, cambi¨® el Baskonia de arriba abajo.
Le dio al interruptor, porque en unas horas no da tiempo a mucho m¨¢s, casi ni a conocer el nombre de pila de los jugadores de su equipo, y los vitorianos fueron otros. Despu¨¦s de tantas palizas en contra, por fin una a favor ante un Estrella Roja habitualmente rocoso, con un media de anotaci¨®n en contra en la Euroliga de 67 puntos, y que encaj¨® 93 a cuenta de la apisonadora baskonista, que ni se acordaba de cu¨¢ndo hab¨ªa conseguido atravesar tantas veces la red que se invent¨® la empresa Narragansett Machine de Rohde Island, hace m¨¢s de un siglo, para sustituir a las cestas de melocotones que hab¨ªa colocado Naismith cuando invent¨® el baloncesto.
Cuando al descanso, el Baskonia, que ganaba 55-32, hac¨ªa recuento de beneficios y p¨¦rdidas, los aficionados del Buesa se frotaban los ojos con el acierto anotador de los suyos: un 80% en los tiros de dos, un 46% en los triples, desarbolando al Estrella Roja donde s¨®lo Ivanovic, qu¨¦ cosas por aquello del apellido, daba un poco la talla. Los baskonistas la superaban. Giedraitis y Enoch se desataron en el segundo cuarto, en el que se convirtieron en colosos en el ataque y muros de hormig¨®n en defensa. Cuando la ventaja volaba ya a los 15 puntos, los serbios anotaron sus primeros puntos, en un lanzamiento que ni siquiera entr¨® en la canasta y los ¨¢rbitros concedieron porque Enoch toc¨® la red. Fue una exhibici¨®n que se march¨® hasta el 30-10 de parcial con el que los equipos se fueron al vestuario para el descanso.
?Qu¨¦ les dijo Spahija en la pausa? Qui¨¦n sabe. Lo que se suele decir en esos momentos en los que el entrenador apenas conoce al material humano del que dispone, salvo por v¨ªdeos y referencias; casi era el primer instante en el que pod¨ªa oler esa mezcla de r¨¦flex y sudor despu¨¦s de 20 minutos de esfuerzo.
Las cosas pasaron casi igual en la segunda parte, pese a la relajaci¨®n inicial del Baskonia, que le permiti¨® al Estrella Roja acercarse a sus n¨²meros habituales en defensa, pero en los diez minutos finales regres¨® el equipo del primer tiempo para poner las cosas en su sitio y arreglar una ventaja que, de seguir as¨ª las cosas, puede ser muy importante para decidir la clasificaci¨®n. El chute de adrenalina que proporcion¨® Spahija, que no pudo hacer mucho m¨¢s con tan pocas horas de trabajo, sirvi¨® para la victoria m¨¢s convincente de la temporada, pero habr¨¢ que ver si se trata de un remedio temporal o el enfermo est¨¢ en v¨ªas de curaci¨®n.
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