2021
El mundo del deporte es un lugar mejor cuando reparte los focos entre todos, seguramente el primer objetivo que deba marcarse el a?o nuevo
2021 ser¨¢ recordado como el a?o en el que Leo Messi abandon¨® el club de su vida para, al menos sobre el papel, poder seguir compitiendo por la Liga de Campeones. Su desembarco en Par¨ªs, acompa?ado de un Sergio Ramos con m¨¢s galones que tiritas, anunciaba una vuelta de tuerca sideral a un equipo ya de por s¨ª potente, finalista del torneo en el a?o m¨¢s duro de la pandemia y apenas apeado de la gloria por una m¨¢quina perfectamente engrasada, aquel Bayern de M¨²nich que comenzaba a ganar los partidos c...
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2021 ser¨¢ recordado como el a?o en el que Leo Messi abandon¨® el club de su vida para, al menos sobre el papel, poder seguir compitiendo por la Liga de Campeones. Su desembarco en Par¨ªs, acompa?ado de un Sergio Ramos con m¨¢s galones que tiritas, anunciaba una vuelta de tuerca sideral a un equipo ya de por s¨ª potente, finalista del torneo en el a?o m¨¢s duro de la pandemia y apenas apeado de la gloria por una m¨¢quina perfectamente engrasada, aquel Bayern de M¨²nich que comenzaba a ganar los partidos con solo mirarte a los ojos. El tiempo dir¨¢ si la elecci¨®n deportiva ha sido la correcta para el argentino, diamante en una liga embrutecida por un f¨ªsico extremo y unas gradas fuera de control.
Este ha sido un a?o ol¨ªmpico de rebote, honor que correspond¨ªa al anterior y que termin¨® adornado a un n¨²mero impar por razones obvias. Unos juegos ol¨ªmpicos sin Usain Bolt, donde Simon Biles centraba casi todas las miradas y a los que no pudo comparecer Tiger Woods tras salvar la vida en un accidente de tr¨¢fico que le dej¨® destrozada una pierna. El dolor -el de Biles, el de Tiger y ahora tambi¨¦n el de Ricky Rubio, casi sobre la bocina- siempre ha formado parte del deporte, pero es en a?os como este en el que se hace m¨¢s patente todo el sufrimiento que conlleva la ¨¦lite, aunque tambi¨¦n cu¨¢nto silencio esconden los aficionados con sus gargantas.
A Jon Rahm se le neg¨® la oportunidad de participar en ellos por un positivo en coronavirus que nunca termin¨® de quedar demasiado claro, otra vez presente ese enemigo silencioso que ya le hab¨ªa hurtado una nueva victoria en el circuito de la PGA semanas antes. Por suerte, al vasco siempre le quedar¨¢ su idilio con Torrey Pines y en San Diego lleg¨® la tan ansiada victoria en un grande, ese US Open que tanto obsesionaba a Severiano Ballesteros y que Rahm levant¨® en su nombre. Todo lo que no logr¨® el c¨¢ntabro, comenzando por el reconocimiento que s¨ª merec¨ªa fuera de nuestras fronteras, lo est¨¢ consiguiendo este vasco pulido en Arizona, tan capaz de merendarse un campo cualquiera como de devorarse a s¨ª mismo.
Tambi¨¦n ha sido este el a?o en que Fernando Alonso regres¨® a los podios, cajones que ya no volver¨¢ a pisar el mayor talento que haya dado el motor sobre dos ruedas: Valentino Rossi. Las leyendas nacen cuando el ¨ªdolo se retira salvo en casos muy concretos, como puede ser el del piloto italiano: ¨¦l ya naci¨® as¨ª. Y en ese club entrar¨¢, tarde o temprano, Alexia Putellas: primera espa?ola en levantar el Bal¨®n de Oro y referente absoluto para una generaci¨®n que ya no necesita a los hombres para so?ar con haza?as. En un club desorientado por la marcha del ¨ªdolo, Putellas ha recogido un testigo entre los socios y aficionados cul¨¦s que nadie pod¨ªa imaginar en manos de una mujer hace no demasiados a?os. Su carisma es indiscutible y el reinado que ahora comienza, necesario. Porque el mundo del deporte es un lugar mejor cuando reparte los focos entre todos, seguramente el primer objetivo que deba marcarse el a?o nuevo: un 2022 tan par como visualmente repetitivo.
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