El regreso de ¡°ciencia ficci¨®n¡± de Pepe S¨¢nchez
A los 44 a?os y tras ocho ya retirado, el base argentino, emblema de la ¡®Generaci¨®n Dorada¡¯, volvi¨® a jugar para suplir las bajas del equipo que preside
Entre el sue?o impensado y la promesa incumplida, Juan Ignacio Pepe S¨¢nchez, emblema de la Generaci¨®n Dorada del baloncesto argentino, protagoniz¨® el domingo una ¡°hermosa locura¡±. El base, de 44 a?os, volvi¨® a vestirse de jugador para suplir las bajas del equipo que preside, el Bah¨ªa Blanca, su ciudad natal (asolado por los positivos por covid y las lesiones). S¨¢nchez ya llevaba ocho a?os retirado, pero en su improvisado regreso ofreci¨® un recital, con 12 puntos, ocho rebotes, ocho asistencias y dos robos, en los 28 minutos que estuvo sobre la pista en la victoria ante Gimnasia y...
Entre el sue?o impensado y la promesa incumplida, Juan Ignacio Pepe S¨¢nchez, emblema de la Generaci¨®n Dorada del baloncesto argentino, protagoniz¨® el domingo una ¡°hermosa locura¡±. El base, de 44 a?os, volvi¨® a vestirse de jugador para suplir las bajas del equipo que preside, el Bah¨ªa Blanca, su ciudad natal (asolado por los positivos por covid y las lesiones). S¨¢nchez ya llevaba ocho a?os retirado, pero en su improvisado regreso ofreci¨® un recital, con 12 puntos, ocho rebotes, ocho asistencias y dos robos, en los 28 minutos que estuvo sobre la pista en la victoria ante Gimnasia y Esgrima de La Plata (91-87 tras una pr¨®rroga). La modesta cancha del Dow Center, con capacidad para 4.000 personas, le pareci¨® el Madison Square Garden, all¨ª donde el 31 de octubre de 2000 se convirti¨® en el primer jugador argentino en debutar en la NBA. Esta vez el hito fue mucho m¨¢s humilde, pero la pasi¨®n igual de grande. Se dio un homenaje, ayud¨® a los suyos a salir de un brete, y sald¨® el compromiso con su hijo Vicente, que, a los 7 a?os, pudo ver jugar a su padre en directo, el anhelo de ambos.
¡°Esto no es volver de un retiro, sino algo de ciencia ficci¨®n. Me conect¨¦ mucho con mi ni?ez, con la esencia del juego. Me ve¨ªa con la pasi¨®n del ni?o que empez¨®. Primero pens¨¦, que se acabe esto pronto porque no s¨¦ c¨®mo aguantar¨¢ mi cuerpo. Pero, r¨¢pidamente, dese¨¦ que no se terminara nunca. La sensaci¨®n de volver a estar en una cancha fue maravillosa y me permiti¨® conectar con mi hijo¡±, explica el protagonista, el presidente-jugador, en conversaci¨®n con EL PA?S desde Argentina. Pepe S¨¢nchez ¡ªplata mundial en 2002, oro ol¨ªmpico en 2004, campe¨®n de Europa con Panathinaikos (2002), de Liga y Copa con Unicaja (en 2005 y 2006), y exjugador de Bar?a y Real Madrid¡ª, reabri¨® el domingo pasado su brillante curr¨ªculo profesional, ¡°por un d¨ªa¡±, dice, aunque muchos ya que le piden m¨¢s bises.
¡°Todo fue muy improvisado¡±, rememora S¨¢nchez, ¡°al estilo argentino¡±, bromea. ¡°El s¨¢bado por la tarde baj¨¦ a la playa para coger cobertura y atender al tel¨¦fono al Pipa Guti¨¦rrez (exACB y director deportivo del equipo), que me cont¨® que est¨¢bamos en cuadro. Apenas ten¨ªamos seis jugadores sanos y todos eran j¨²niors salvo uno. Me fui a mi casa valorando si era mejor renunciar al partido o no. Al llegar se lo coment¨¦ a mi mujer y enseguida me dijo: ?por qu¨¦ no jug¨¢ vos? Mi hijo salt¨® al momento. ?Si, pap¨¢, jug¨¢ vos. Jug¨¢ vos!¡±, repasa el base de Bah¨ªa Blanca, que no se pudo escapar de la entra?able presi¨®n familiar. ¡°Ten¨ªa una promesa con mi hijo. ?l creci¨® sin verme jugar. ?l es un artista, pinta, cocina, hace manualidades... todo menos deporte. Y siempre quise mostrarle que yo me dediqu¨¦ al deporte e intent¨¦ hacerlo de la manera m¨¢s art¨ªstica y est¨¦tica posible. Siempre pens¨¦ el juego como una expresi¨®n art¨ªstica. Y, por fin, me pudo ver en directo, no solo por v¨ªdeo, para saber a lo que me dediqu¨¦ en la vida. Fue el momento de cumplir esa promesa y, de paso, echar una mano al equipo¡±, narra el presidente-jugador por una tarde.
¡°Me inscrib¨ª y apenas pude avisar a mi padre... tampoco quer¨ªa avisar a mucha gente m¨¢s, porque no sab¨ªa si iba a poder jugar tres minutos, cinco o 10... No sab¨ªa c¨®mo aguantar¨ªa. Pero las dudas duraron un segundo. Cog¨ª la pelota, hice un par de dribblings, di un pase y me sent¨ª con una frescura en las manos como si nunca hubiera dejado de jugar¡±, rememora, con un discurso tan sereno como apasionado.
La sensaci¨®n de promesa pendiente con su hijo le rondaba la cabeza. Una paternidad tan deseada como dif¨ªcil de cumplir. Vicente lleg¨® al mundo ¡°como un milagro¡±, cuando a sus padres ya les hab¨ªan dicho que no iban a poder serlo. Y Pepe S¨¢nchez le abraz¨® con la ilusi¨®n de ense?arle alguna vez en directo su pasado sobre el parqu¨¦. ¡°En la pandemia cada uno tuvo su locura personal. La m¨ªa fue intentar sentirme y moverme de nuevo como un jugador de baloncesto¡±, cuenta el base. ¡°Lo planifiqu¨¦ con un preparador f¨ªsico y un kinesi¨®logo porque quer¨ªa implicarme en los entrenamientos con los chicos del equipo. Pas¨¦ meses de muchos dolores, pero luego comenc¨¦ a sentirme bien y ah¨ª pens¨¦ en alg¨²n d¨ªa cumplir la promesa, pero siempre pensando en alg¨²n amistoso testimonial... no en esto. Nunca quise meterme en la din¨¢mica del equipo. Pero esta vez no estaba rompiendo nada sino ayudando para poder jugar¡±, desarrolla S¨¢nchez, que aprovecha el episodio para repasar su ¨¢lbum.
¡°Medallas, t¨ªtulos... pero, sobre todo, me quedo con el haber pertenecido a la Generaci¨®n Dorada [Gin¨®bili, Scola, Nocioni, Delfino, Oberto, Prigioni ...] Un grupo que trasciende el deporte, una hermandad a la que perteneces de por vida. Solo nosotros sabemos lo que significa ser parte de ese grupo. En cada decisi¨®n que tomo en mi vida est¨¢ presente el consciente y el inconsciente colectivo de ese grupo¡±, subraya S¨¢nchez. ¡°M¨¢s all¨¢ de lo deportivo dejamos un legado. El deporte est¨¢ plagado del ganar y perder, de lo inmediato, del exitismo¡ y a veces perdemos otros valores humanos. Esto es mucho m¨¢s que ganar y perder, el deporte es un medio que te da herramientas para la vida, no es un fin¡±, completa. Su (pen)¨²ltimo baile sirvi¨® para reivindicar el esp¨ªritu de sus coet¨¢neos.
¡°A cierta edad ya no te privas de nada y te da un poco igual lo que piensan los dem¨¢s. Ya se ver¨¢ si alg¨²n d¨ªa vuelvo a hacerlo. Ojal¨¢ se anime alguno m¨¢s de mi generaci¨®n. La mayor¨ªa est¨¢n en buena forma f¨ªsica y la magia la tienen intacta¡±, suelta S¨¢nchez entre bromas y veras. ¡°A m¨ª me inspir¨® el regreso de mi amigo Ver¨®n a Estudiantes de la Plata, con 41 a?os, y el caso de Marc [Gasol] en Girona. Es una experiencia hermosa de vivir, para que siga girando la rueda. Al fin y al cabo esto es baloncesto. Mientras haya pasi¨®n se puede jugar y disfrutar del deporte. Yo el otro d¨ªa volv¨ª a ser ni?o¡±, completa.
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