Benzema, zona l¨ªmite
El delantero del Madrid, cuya ausencia en Bilbao reabri¨® el socav¨®n ofensivo, exprime a los 34 a?os su f¨ªsico con su segunda mayor cifra de minutos en 13 cursos tras volver con la selecci¨®n francesa
El desamparo que siente el Madrid cada vez que se queda sin Benzema no es nuevo, data de finales de 2018, y el patinazo copero volvi¨® a recordarlo. La novedad esta temporada es que el f¨ªsico del franc¨¦s se encuentra sometido a una tensi¨®n extra por su regreso el pasado verano a la selecci¨®n francesa casi seis a?os despu¨¦s y, por lo tanto, las amenazas sobre sus m¨²sculos se han...
El desamparo que siente el Madrid cada vez que se queda sin Benzema no es nuevo, data de finales de 2018, y el patinazo copero volvi¨® a recordarlo. La novedad esta temporada es que el f¨ªsico del franc¨¦s se encuentra sometido a una tensi¨®n extra por su regreso el pasado verano a la selecci¨®n francesa casi seis a?os despu¨¦s y, por lo tanto, las amenazas sobre sus m¨²sculos se han multiplicado. Sus ¨²ltimas vacaciones de fin de curso se recortaron a la mitad debido a la Eurocopa y los continuos parones del primer trimestre del campeonato por las ventanas FIFA ya no son una ocasi¨®n para afinarse en Valdebebas, sino para estresar m¨¢s el motor.
Con 34 a?os reci¨¦n cumplidos, el nueve blanco ha elevado la carga y a estas alturas de la campa?a acumula su segunda mayor cifra de minutos desde que lleg¨® en 2009 al Bernab¨¦u: 2.836 entre su equipo y su pa¨ªs. Solo jug¨® m¨¢s en la 2014-15, con 2.975 minutos. Pero entonces ten¨ªa siete a?os menos y su peso en el Madrid se encontraba m¨¢s diluido en compa?¨ªa de un can¨ªbal como Cristiano y el primer y productivo Bale.
Su rendimiento disparado tras la salida de CR hace cuatro cursos lo convirti¨® en imprescindible, tambi¨¦n porque todos los intentos de buscarle un doble han resultado un fiasco, y ¨¦l se dedicaba a tiempo completo al conjunto blanco. Sin embargo, ahora dobla turno con Francia y su f¨ªsico se encuentra m¨¢s exigido. Las cuentas respecto a la pasada campa?a son claras: llegados a febrero suma 528 minutos m¨¢s, casi los correspondientes a los disputados con su selecci¨®n. Porque, adem¨¢s, nunca hab¨ªa jugado tanto con ella.
No hay constancia de que su f¨ªsico haya encendido el piloto rojo, pero s¨ª emite se?ales que cabe interpretarlas como una advertencia. Desde agosto, se ha perdido con el Madrid cinco partidos enteros (por lesi¨®n o descanso), otro casi completo (en Anoeta se retir¨® a los 17 minutos), la mitad del derbi (por precauci¨®n) y media hora con el Elche hace dos semanas. Esa tarde sinti¨® molestias en el isquio de la pierna izquierda y el primer an¨¢lisis crey¨® factible que llegara a San Mam¨¦s, pero no pudo. Este viernes solo hizo parte del entrenamiento con el resto de sus compa?eros y solo le queda una sesi¨®n para alistarse el domingo contra el Granada (21.00, Movistar LaLiga). La temporada pasada, a estas alturas, se hab¨ªa dejado tres choques y no hab¨ªa tenido que irse del campo por problemas f¨ªsicos ning¨²n d¨ªa.
A diferencia de a?os anteriores, la explosi¨®n de Vinicius ha servido para aliviar esta orfandad. El extremo resolvi¨® en Liga en el Mart¨ªnez Valero (1-2), dirigi¨® a los suyos en San Sebasti¨¢n (0-2) y termin¨® de liquidar al Atl¨¦tico (2-0). Sin embargo, el agujero de un delantero que suma 24 tantos y nueve asistencias ya en enero resulta indisimulable, m¨¢s si cabe en una cita como la de Bilbao, con el brasile?o bajo los efectos de un viaje tan largo como apresurado para llegar a tiempo tras los compromisos con su selecci¨®n.
El socav¨®n es parecido al que sufri¨® Zidane y las soluciones de Ancelotti, casi id¨¦nticas. Primero, probar con el remedio natural (nueve por nueve, con Jovic y Mariano en el fondo ¡ªmuy fondo¡ª del armario) y, vistos los escasos resultados, experimentar con el falso ariete.
Solo siete remates
Zizou lo hizo hace justo un a?o con Isco en B¨¦rgamo en octavos de Champions; y Carletto, en Copa en Bilbao con Asensio, Rodrygo y finalmente el malague?o. El primero gan¨® contra diez con un zapatazo fuera de guion de Mendy (0-1) y el segundo cay¨® con merecimiento. En ninguna de las dos noches, el recurso sac¨® de pobre al Madrid, que este jueves igual¨® su cifra de remates m¨¢s baja (siete) del curso (curiosamente, como en el triunfo ante el Atl¨¦tico). En San Mam¨¦s, nada ape¨® al italiano del plan. Jovic ni calent¨®. En sala de prensa, neg¨® que hubiera castigos y argument¨® que buscaba una especie de r¨¦plica de la capacidad de Benzema para combinar. Nada de eso sali¨®, tambi¨¦n por el ¨ªmpetu del Athletic para encajonar al Madrid.
La cita evidenci¨® la brecha en el ataque entre Vinicius, Rodrygo y Asensio ¡ªincluso con el tute que arrastraban los dos primeros con la Canarinha¡ª, y la progresiva depreciaci¨®n de Jovic, Hazard y Bale, si es que el derrumbe de este ¨²ltimo admite m¨¢s episodios. Un escenario que contrasta con agosto, cuando el belga y el gal¨¦s escoltaban a Benzema. A Ancelotti no le han faltado buenas palabras para todos, tambi¨¦n para ellos, sin embargo, el discurso del cari?o ha ido por un lado y la realidad, por otro.
En Bilbao, con un Vinicius fuera de rueda, volvi¨® a evidenciarse que el Madrid vive en una zona l¨ªmite con Benzema. Por la cantidad casi r¨¦cord de minutos que absorbe, la ausencia de un sustituto identificado y acreditado, y el abismo que se abre cada vez que falta.
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