Gareth Bale, el extrav¨ªo m¨¢s largo de un cuerpo extra?o

Cuando Carlo Ancelotti fich¨® por el Real Madrid en 2013, una de sus misiones, seg¨²n sus propias palabras, fue ¡°arregl¨¢rselas para integrar al cotizad¨ªsimo Gareth Bale¡±, que acababa de convertirse en el fichaje m¨¢s caro del club (101 millones). Lo consigui¨®, a su juicio, con un papel que complementaba a Cristiano Ronaldo. Ocho a?os despu¨¦s, en su inesperado regreso al Bernab¨¦u, ah¨ª segu¨ªa el gal¨¦s, dispuesto a cumplir el ¨²ltimo a?o de contrato cuando ya todo el mundo hab¨ªa escrito su obituario blanco en 2020 con la cesi¨®n al Tottenham, y al t¨¦cnico italiano no le qued¨® otra que aventurarse a un objetivo tan dif¨ªcil o m¨¢s que el primero: rescatar al devaluad¨ªsimo Gareth Bale (Cardiff, 32 a?os). Lo intent¨® el entrenador de Reggiolo, lo aline¨® de titular los tres primeros partidos, pero hasta ah¨ª lleg¨®. Al menos, de momento.

Bale, en l¨ªnea descendente desde que Zidane lo sentenci¨® sin llegar a los 30¡ªy muy descendente en los ¨²ltimos tiempos¡ª suma cuatro meses y medio seco en el Madrid, desde el 28 de agosto. Cl¨ªnico en sus mejores d¨ªas en las finales, tampoco estar¨¢ en la Supercopa de Espa?a en la que los blancos se cruzan este mi¨¦rcoles en semifinales contra el Barcelona (20.00, Movistar), con ¨¦l y Mariano como ¨²nicas ausencias merengues en la lista. De todas sus numerosas ca¨ªdas en la Castellana, esta es la m¨¢s prolongada, y qui¨¦n sabe si ya para siempre, considerado por el empedrado como un cuerpo extra?o en este Madrid l¨ªder de la Liga, casi un elemento del pasado que se ha colado en el futuro, pero que, eso s¨ª, empez¨® como titular.

Su problema ahora, tras superar la covid, es una dolencia en la espalda que ¡°le impide empujar al 100%¡±, seg¨²n precis¨® el entrenador el pasado viernes. Hac¨ªa tres d¨ªas, hab¨ªa dicho que ¡°no estaba lesionado, pero que no se encontraba bien¡±, y que confiaba llev¨¢rselo al primer t¨ªtulo de la temporada. Sin partes m¨¦dicos por petici¨®n del jugador, la informaci¨®n sobre el gal¨¦s ha seguido movi¨¦ndose en una nebulosa. ¡°Un tipo especial, de emociones¡±, han admitido hasta quienes ofrecen un retrato positivo de ¨¦l tras haberlo tenido cerca en Valdebebas.

Cuando sus compa?eros vuelvan de la cita, ¨¦l acumular¨¢ casi cinco meses sin aparecer con el Madrid, con apenas una convocatoria (ante el Atl¨¦tico), y 232 minutos con Gales, con el que en marzo deber¨ªa disputar la repesca del Mundial, un compromiso clave para ¨¦l. Las semifinales frente a Austria y, si vencen, la final contra el ganador del Escocia-Ucrania dibujan un camino posible hacia el que ser¨ªa el segundo Mundial de la historia del pa¨ªs.

Este medio a?o del bonus track de Bale, en el v¨¦rtice de la escala salarial del equipo con unos 15 millones de sueldo, condensa la parte m¨¢s desesperante para la hinchada de su contradictoria carrera: una lesi¨®n nada m¨¢s volver a pisar el Bernab¨¦u; recuperaci¨®n en Valdebebas y reca¨ªda con su selecci¨®n; escasez de datos sobre su estado f¨ªsico; fricciones con los aficionados a trav¨¦s del agente, que los llam¨® ¡°asquerosos¡± por el trato a su cliente; y, en suma, un extrav¨ªo muy largo. El m¨¢s largo con la camiseta del Madrid. Quiz¨¢s lo mejor para sus intereses es que ya casi nadie hace cuentas con ¨¦l. No se le esperaba.

Apuesta inicial en ataque

En contraste con su inexistente presente, ¨¦l fue, no obstante, una de las primeras apuestas de Ancelotti en verano para impulsar un ataque que, seg¨²n todos los an¨¢lisis, necesitaba otros argumentos. Agarrado a los buenos recuerdos y a su esp¨ªritu pragm¨¢tico, el t¨¦cnico no dud¨® en darle bola en el arranque de Liga en un intento de exprimir las gotas que todav¨ªa tuviera dentro. No Vinicius, ni el ahora apreciado Rodrygo, ni el hoy titular Asensio. En el inicio, fueron Bale por la derecha y Hazard por la izquierda. ¡°Si tiene la motivaci¨®n para jugar, puede hacer una gran temporada, no tengo dudas¡±, hab¨ªa asegurado el italiano en su presentaci¨®n. El envite le dio, incluso, para meter un gol ante el Levante.

Sin embargo, las pocas luces que pudiera haber se fundieron en cuanto pis¨® en un entrenamiento el Bernab¨¦u un a?o y siete meses despu¨¦s. En el lugar que nunca entendi¨® ¨C¡±?por qu¨¦ me pitan?¡±, ha llegado a preguntarse en p¨²blico-, cay¨® lesionado de larga duraci¨®n en los isquios de la pierna derecha a mediados de septiembre. El inicio de su ¨²ltima secuencia de calamidades.

Se cur¨® en Valdebebas durante siete semanas y, sin haber vuelto a jugar con el Madrid pero ya con el alta m¨¦dica (complet¨® dos entrenamientos), se march¨® con Gales ante el ruido ambiental. ¡°Si el equipo nacional lo llama, tenemos la obligaci¨®n de mandarlo. Nadie va a tomar ning¨²n riesgo¡±, afirm¨® Ancelotti. Jug¨® 45 minutos en la goleada contra Bielorrusia (5-1) que acerc¨® a su pa¨ªs a la repesca del Mundial, sum¨® 100 internacionalidades y, a su vuelta, tres semanas de lesi¨®n por un problema en el s¨®leo. Cumpli¨® los plazos, entr¨® en la lista del derbi de mediados de diciembre, se escucharon algunos pitos cuando se cant¨® su nombre por megafon¨ªa, la gente se olvid¨® de ¨¦l con el triunfo (2-0) y, al cabo de tres d¨ªas, contagiado por covid. Regres¨® a la actividad tras las vacaciones navide?as y, esta vez, la espalda, la que ahora le deja fuera de la lista de la Supercopa.

A diferencia de Zidane, que le puso la cruz con su doble suplencia en octavos de Champions en 2018 ante el PSG y que despu¨¦s reclam¨® su salida ¡°inminente por el bien de todos¡±, Ancelotti no ha dejado de defender en p¨²blico su ¡°compromiso¡± y ¡°motivaci¨®n¡±. Le dio carrete, pero Bale se par¨® sin llegar a septiembre cuando solo sumaba 193 minutos en el campo. Hasta ahora.

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