Llu¨ªs Cort¨¦s, t¨¦cnico de la selecci¨®n femenina de f¨²tbol de Ucrania: ¡°Escuchamos tres bombas a las siete de la ma?ana y nos pusimos a hacer las maletas¡±

Pocas veces la celebraci¨®n de un t¨ªtulo tuvo una resaca tan bestia. Las bombas aceleraron la vuelta a la realidad de un equipo de f¨²tbol que horas antes daba gritos de alegr¨ªa y saltos de emoci¨®n. Y Llu¨ªs Cort¨¦s, el entrenador que llev¨® al Barcelona femenino a hacer historia con la consecuci¨®n de un triplete in¨¦dito la pasada temporada, ahora seleccionador del equipo femenino de f¨²tbol de Ucrania, pas¨® de levantar su primer trofeo fuera de Espa?a a buscar un ch¨®fer para escapar del pa¨ªs. La guerra estall¨® la madrugada del jueves. La invasi¨®n rusa era un hecho. Tambi¨¦n el ¨¦xodo.

Cort¨¦s, que se encontraba desde el mi¨¦rcoles junto a Jordi Escura, preparador f¨ªsico del equipo, en el Hotel President, en el centro de Kiev ¡ª¡±la ciudad se ve tranquila¡±, aseguraba a media ma?ana¡ª, se enfrentaba a un largo viaje en coche para atravesar un pa¨ªs en guerra en direcci¨®n al oeste del mismo con el objetivo de salir de Ucrania cuanto antes. Sal¨ªan a mediod¨ªa. ¡°Nos dirigimos a Le¨®polis, lo m¨¢s cerca posible de la frontera¡±, explicaba, al otro lado del tel¨¦fono, tan sereno como las circunstancias le permit¨ªan. Casi 600 kil¨®metros de distancia que, en condiciones normales, se har¨ªan en unas seis horas. Y otros tantos kil¨®metros m¨¢s hasta Polonia, desde donde pretenden regresar a Barcelona despu¨¦s de reunirse con gente del consulado y seguir sus indicaciones. ¡°Volveremos en avi¨®n, en tren o como sea¡±, afirmaba, en conversaci¨®n con EL PA?S. A las seis de la tarde hab¨ªan logrado alcanzar la autopista para salir de Kiev. ¡°En seis horas hemos recorrido unos 35 kil¨®metros. La noche ser¨¢ larga¡±. El paisaje a su alrededor era dantesco y ca¨®tico: gasolineras colapsadas y gente, bien abrigada y con una maleta, que hac¨ªa el trayecto a pie.

Cort¨¦s y Escura viajaron a Kiev para solucionar una serie de tr¨¢mites bancarios antes de que estallara el conflicto b¨¦lico. ¡°Ten¨ªamos nuestro dinero en los bancos ucranianos, tem¨ªamos que se desplomara la moneda¡±. Aunque previsores, les explot¨® el conflicto en la cara. Ven¨ªan de ganar la Copa de Turqu¨ªa, el primer t¨ªtulo en la historia de la selecci¨®n femenina ucraniana. Tres partidos jugados, tres victorias, ni un solo gol encajado.

Un primer premio para el trabajo de un entrenador que fich¨® por la federaci¨®n del pa¨ªs el pasado mes de noviembre y que hasta ahora apenas hab¨ªa pasado unos pocos d¨ªas en Ucrania, para asistir a las concentraciones del equipo y para unas pocas reuniones. ¡°Habitualmente, trabajamos desde Espa?a, no hab¨ªa vuelto al pa¨ªs desde noviembre¡±, confesaba.

La noche anterior hab¨ªa sido tranquila. ¡°Solo que a las siete de la ma?ana Jordi me llam¨® porque hab¨ªa escuchado tres bombas. Desde entonces y durante una hora han estado sonando las sirenas antia¨¦reas. Nos pusimos a preparar las maletas lo m¨¢s r¨¢pido posible y bajamos a desayunar¡±.

Aunque no advert¨ªa sensaci¨®n alguna de peligro, s¨ª admiti¨® Cort¨¦s cierto estr¨¦s en las ¨²ltimas horas. ¡°No sabes qu¨¦ informaci¨®n es cierta y cu¨¢l, no. No sabes si es mejor quedarte en el hotel o irte, porque no sabes qu¨¦ pasar¨¢¡±, conced¨ªa. Contactaron con la embajada y les dijeron que en el hotel estar¨ªan seguros. Pero desde la federaci¨®n de f¨²tbol les recomendaban que salieran del pa¨ªs cuanto antes. Y en ello estaban este jueves.

A Llu¨ªs Cort¨¦s no le preocupa ahora qu¨¦ pasar¨¢ con el proyecto profesional que ten¨ªa entre manos: ¡°Todav¨ªa est¨¢ todo muy reciente. No sabemos cu¨¢les van a ser las consecuencias de estos primeros movimientos. Estamos a la expectativa. Pero todo eso es secundario¡±. S¨ª est¨¢ pendiente de que la federaci¨®n pueda garantizar el bienestar de sus futbolistas. ¡°Luego ya veremos qu¨¦ pasa con el f¨²tbol. El contexto no ayuda¡±, a?ad¨ªa.

La mayor¨ªa de las jugadoras que integran la selecci¨®n proceden de dos equipos de J¨¢rkov, una de las primeras ciudades bombardeadas y de las m¨¢s cercanas a la frontera con Rusia. Uno de esos equipos se qued¨® en Turqu¨ªa para hacer una concentraci¨®n. El otro regres¨® a casa. Esas son las jugadoras a las que se est¨¢ intentando ayudar a escapar. ¡°Muchas de ellas est¨¢n viajando ya en coche hacia Kiev para alejarse de la frontera¡±, relataba Cort¨¦s.

El entrenador ha alucinado con la actitud de sus jugadoras, ¡°s¨²per disciplinadas y con muchas ganas de aprender¡±, el pasado fin de semana, cuando la escalada era un hecho y la inquietud may¨²scula. Y ellas estaba jugando un campeonato de f¨²tbol. ¡°Durante nuestra estancia en Turqu¨ªa no vimos ni una cara triste ni preocupada. No s¨¦ si el f¨²tbol es una manera de escapar de esta angustia que est¨¢n viviendo o si son chicas que han convivido con esta tensi¨®n desde peque?as. Pero lo relativizan todo m¨¢s que nosotros. Han disfrutado de cada entrenamiento. No s¨¦ si es que no son conscientes o simplemente lo han gestionado mejor. Son una sociedad muy resiliente que se ha acostumbrado a vivir as¨ª¡±.

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