Nadal accede impoluto a los octavos de Par¨ªs

Los ojos y la boca del ni?o se abren y se agrandan conforme Rafael Nadal (6-3, 6-2 y 6-4 a Botic van de Zandschulp) se acerca al toallero para secarse el sudor hasta que al final, cuando el tenista est¨¢ ya a solo medio metro de ¨¦l y casi puede rozarlo, adorar tan de cerca a su ¨ªdolo, se queda completamente petrificado. El padre r¨ªe por lo bajini y le da un par de toquecitos con el codo al chico, 10 a?os, no m¨¢s, para ver si reacciona y sale del ensimismamiento, pero no hay manera, demasiado goloso el instante: durante cinco segundos, se convierte en una escultura de carne y hueso. Son las pequ...

Los ojos y la boca del ni?o se abren y se agrandan conforme Rafael Nadal (6-3, 6-2 y 6-4 a Botic van de Zandschulp) se acerca al toallero para secarse el sudor hasta que al final, cuando el tenista est¨¢ ya a solo medio metro de ¨¦l y casi puede rozarlo, adorar tan de cerca a su ¨ªdolo, se queda completamente petrificado. El padre r¨ªe por lo bajini y le da un par de toquecitos con el codo al chico, 10 a?os, no m¨¢s, para ver si reacciona y sale del ensimismamiento, pero no hay manera, demasiado goloso el instante: durante cinco segundos, se convierte en una escultura de carne y hueso. Son las peque?as grandes ventajas de la pista Suzanne Lenglen, la segunda en importancia del complejo de Roland Garros y donde cada sonido y cada maniobra se viven a flor de piel.

Ah¨ª est¨¢ Zinedine Zidane para corroborarlo. El franc¨¦s, leyenda del f¨²tbol de su pa¨ªs, el hombre que le entreg¨® a Nadal su primera Copa de los Mosqueteros cuando el mallorqu¨ªn ten¨ªa 19 a?os, en 2005, disfruta junto a su mujer en primera l¨ªnea; en realidad, desde un punto de vista pr¨¢cticamente al alcance de cualquier terrenal porque el dise?o de la pista, esos muros tan volcados sobre la arena, permiten contemplar el juego como dif¨ªcilmente se puede ver en otros grandes recintos del tenis. La Lenglen es un espacio familiar y las estrecheces se notan especialmente en el palco de los Nadal, al que van incorpor¨¢ndose los miembros del equipo, despu¨¦s la familia, luego algunos respectivos y finalmente alg¨²n que otro extra m¨¢s. Box a rebosar.

A todos ellos se dirige el tenista cada vez que logra un punto de m¨¦rito o sortea alguna de las dificultades del partido, que, ciertamente, no son muchas. El neerland¨¦s tiene una derecha potente y le exige trabajo, pero el campe¨®n de 21 grandes resuelve bien, sin manchas ni concesiones pese al apret¨®n final del adversario, y se adentra en los octavos de final del grande franc¨¦s sin un solo rasgu?o ni magulladura alguna. Trazado limpio ¨Cning¨²n set cedido esta vez, ni tampoco previamente contra Jordan Thompson ni Corentin Moutet¨C y l¨ªnea ascendente en direcci¨®n a la zona caliente del torneo, all¨ª donde el balear suele meter un pi?¨®n extra y, ya rodado, empieza a convertirse en algo m¨¢s que una amenaza. En la segunda semana, no hay mejor opositor que ¨¦l.

Sigue creciendo Nadal, espoleado por el break inicial. De ah¨ª al cierre del primer parcial, todos los puntos bajo su servicio caen en su bolsa y el neerland¨¦s (29? del mundo y 26 a?os) va derriti¨¦ndose bajo el agradable sol que ba?a a mediod¨ªa la zona sur de la ciudad. El espa?ol impone saque (87% de producci¨®n con sus primeros) y va afilando el drive, afinado en la movilidad y elevando el nivel de sus prestaciones, en general. Solo 13 errores no forzados. Magn¨ªfica tarjeta de presentaci¨®n de cara a las rampas del torneo ¨CFelix Auger Aliassime el domingo¨C y una confirmaci¨®n de incalculable valor: hoy por hoy, el pie izquierdo responde bien. El dolor est¨¢ ah¨ª, pero en los tres duelos no ha ofrecido una sola se?al inquietante.

Djokovic, id¨¦ntico ritmo

¡±No soy muy fan de decir eso de ¡®estoy donde quer¨ªa estar¡¯. Eso a m¨ª me parece una milonga, porque al final lo que tenga que pasar, pasar¨¢. Pero los tres primeros partidos han sido positivos, a tres sets todos, y sobre todo hoy he dado un paso adelante. Durante dos sets y medio han sido mis mejores minutos en pista desde que he vuelto de la lesi¨®n en la costilla¡±, valora en la sala de conferencias; ¡°me he divertido jugando, que eso es lo m¨¢s importante a estas alturas¡±.

A una semana de cumplir 36 a?os, Nadal sigue fiel a la tradici¨®n. Su tradici¨®n en Par¨ªs. Excepto en 2016, cuando tuvo que retirarse debido a una lesi¨®n en la mu?eca cuando iba a enfrentarse a Marcel Granollers, el mallorqu¨ªn siempre ha llegado a la cuarta estaci¨®n del torneo. De este modo, prolonga la demoledora estad¨ªstica que resume su poder en Roland Garros, donde presenta un balance hist¨®rico de 108 victorias y solo tres derrotas; es decir, un 97,2% de acierto. Ahora se encontrar¨¢ con Aliassime, un joven de brazo duro y din¨¢mico, noveno del mundo y asesorado precisamente por Toni Nadal. El ¨²nico precedente fue en 2019, Madrid; doble 6-3 para el de Manacor.

Progresa ¨¦l y a la par, tambi¨¦n intimidatorio, lo hace el n¨²mero uno actual, Novak Djokovic. El serbio, de 34 a?os, derrot¨® a Aljaz Bedene por 6-3, 6-3 y 6-2 y se enfrentar¨¢ al argentino Diego Schwartzman, al que ha vencido las seis veces que se han encontrado. ?l ¨Cobservado desde la grada de la Chatrier por Ars¨¨ne Wenger, hist¨®rico ex m¨¢nager del Arsenal¨C y Nadal comparten ritmo: no han entregado una sola manga y solo han encajado 23. Son caminos paralelos. Se acerca la hora de la verdad y ninguno ofrece debilidad alguna, sino todo lo contrario. En Par¨ªs, los gigantes avisan y sigue la partida de p¨®quer. Pero ellos ya han destapado sus cartas.

Puedes seguir a EL PA?S Deportes en Facebook y Twitter, o apuntarte aqu¨ª para recibir nuestra newsletter semanal.