Gareth Bale se despide del Real Madrid: adi¨®s a un jugador misterioso y una carrera contradictoria

Una de las trayectorias m¨¢s contradictorias de la etapa moderna del Real Madrid ya es definitivamente historia del club. Gareth Bale se despidi¨® este mi¨¦rcoles del Real Madrid con una carta abierta en la que agradeci¨® a todos su paso por el club, incluida ¡°la afici¨®n¡± que le ¡°ha apoyado durante todo este tiempo¡±. Su relaci¨®n con la grada alcanz¨® tal punto de degradaci¨®n, especialmente en la ¨²ltima ¨¦poca, que su curr¨ªculum blanco fue por un lado y su lugar en el altar de los afectos madridistas, por otro complemente opuesto.

En sus ocho temporadas como blanco, gan¨® cinco Champions y fue ...

Una de las trayectorias m¨¢s contradictorias de la etapa moderna del Real Madrid ya es definitivamente historia del club. Gareth Bale se despidi¨® este mi¨¦rcoles del Real Madrid con una carta abierta en la que agradeci¨® a todos su paso por el club, incluida ¡°la afici¨®n¡± que le ¡°ha apoyado durante todo este tiempo¡±. Su relaci¨®n con la grada alcanz¨® tal punto de degradaci¨®n, especialmente en la ¨²ltima ¨¦poca, que su curr¨ªculum blanco fue por un lado y su lugar en el altar de los afectos madridistas, por otro complemente opuesto.

En sus ocho temporadas como blanco, gan¨® cinco Champions y fue protagonista principal de varias de ellas, form¨® parte de una delantera ic¨®nica (la BBC, junto a Benzema y Cristiano) y acumul¨® cifras personales notables (106 goles en 258 partidos); sin embargo, hace tiempo que su desconexi¨®n del club resultaba evidente y su grieta con la afici¨®n, insalvable. La enorme pitada con la que fue recibido por el Bernab¨¦u el pasado 9 de abril para disputar el ¨²ltimo cuarto de hora contra el Getafe despu¨¦s de m¨¢s de dos a?os sin jugar en el estadio reflej¨® (y no sorprendi¨®) la distancia entre ¨¦l y la hinchada.

Su car¨¢cter misterioso y poco comunicativo nunca le ayudaron. En los despachos, eso s¨ª, siempre fue mirado con indulgencia y gratitud por los servicios prestados. Su chilena en la final de la Liga de Campeones de 2018, su carrera y gol en la final de Copa de 2014, y el tanto en la pr¨®rroga en Lisboa forman parte del ¨¢lbum de cromos de la segunda etapa m¨¢s laureada de la entidad.

¡°Llegu¨¦ aqu¨ª hace nueve a?os como un joven que quer¨ªa hacer realidad mi sue?o de jugar en el Real Madrid. Ahora puedo mirar hacia atr¨¢s, reflexionar y decir con honestidad que este sue?o se hizo realidad y mucho, mucho m¨¢s. Ha sido una experiencia incre¨ªble que jam¨¢s olvidar¨¦¡±, escribi¨® en su adi¨®s.

Ya fuera del Madrid, ahora la inc¨®gnita es qu¨¦ futuro le queda como jugador de f¨²tbol, una duda que depender¨¢ en buena medida de si Gales se clasifica para el pr¨®ximo Mundial. El domingo d¨ªa 5 se enfrentar¨¢ en la final del playoff a Ucrania, que este mi¨¦rcoles derrot¨® a Escocia (1-3). Si no logra el pase para la cita de Qatar, no se descarta su retirada, a un mes de cumplir los 33 a?os.

Su salida de la Castellana se une a las de Isco y Marcelo, los tres por extinci¨®n del contrato, tres nombres que aligeran de forma notable la masa salarial del vestuario. Tres marchas diferentes (honores para el brasile?o, indiferencia con el malague?o y pitos al gal¨¦s) que tienen algo en com¨²n: todos iniciaron su pronunciado descenso en la etapa que se abri¨® tras la marcha de Ronaldo en 2018. A Bale le encomendaron aliviar el vac¨ªo del portugu¨¦s, pero el zurdo demostr¨® pronto que no estaba preparado para semejante misi¨®n. Lejos de asumir el reto, su ca¨ªda desde entonces ya tuvo remedio.

Los intentos de Ancelotti

Empe?ado en cumplir su contrato hasta el final, su pertenencia a la plantilla esta temporada pareci¨® completamente extempor¨¢nea, m¨¢s todav¨ªa en un conjunto donde cogieron vuelo los j¨®venes. La cesi¨®n al Tottenham la campa?a anterior, de donde hab¨ªa llegado en 2013 por una cifra r¨¦cord en ese momento (101 millones), no satisfizo al conjunto ingl¨¦s por la end¨¦mica irregularidad del jugador y los continuos parones f¨ªsicos, y en agosto regres¨® a la Castellana. Aun as¨ª, Carlo Ancelotti le dio carrete al inicio del curso en los tres primeros partidos de Liga, pero el intento se vino pronto abajo.

Una lesi¨®n nada m¨¢s pisar el Bernab¨¦u a mediados de septiembre para un entrenamiento le llev¨® de nuevo a la enfermer¨ªa y, desde entonces, su ep¨ªlogo como futbolista del Real Madrid condens¨® lo peor de su trayectoria a ojos de la hinchada: lesiones, recuperaciones in extremis antes de convocatorias con su selecci¨®n, bajas de ¨²ltima hora y ausencia de partes m¨¦dicos por deseo del jugador. La temporada la cerr¨® con m¨¢s minutos con Gales (324) que con el Madrid (290).

No obstante, Carletto, que siempre defendi¨® su profesionalidad contra la opini¨®n mayoritaria de los aficionados, recurri¨® a ¨¦l en dos momentos de 2022. Antes de la ida de los octavos de Champions en Par¨ªs, con Benzema en un momento de dudas f¨ªsicas, y en medio de los cuartos contra el Chelsea, despu¨¦s de que el ensayo de Modric como falso nueve en el cl¨¢sico resultara una cat¨¢strofe. Ante el pobre nivel de Mariano y Jovic, el t¨¦cnico italiano vio necesario tener en cierta ¨®rbita al gal¨¦s por si lo pudiera necesitar en un momento de m¨¢xima urgencia. Por m¨¢s que tuviera el desafecto de la grada, nadie le neg¨® nunca al atacante su capacidad para producir desde la nada.

Gareth Bale dijo adi¨®s por escrito y con palabras amables tras una etapa final muy agria.

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