Wimbledon no permite escapatoria: duro trazado para Nadal y Alcaraz

Trampas, trampas y m¨¢s trampas. Ahora bien, nadie dijo que esto fuera a ser f¨¢cil. Nunca puede serlo en Wimbledon, territorio abonado a la campanada y el pelotazo, sea cual sea la escala y est¨¦ quien est¨¦ a uno y otro lado de la red. El perfil aristocr¨¢tico del grande brit¨¢nico dista mucho de lo que sucede en la pista, en la hierba: ah¨ª abajo, sobre el manto verde, el juego no entiende de clases. As¨ª que llegan curvas.

A tres d¨ªas del pistoletazo de salida del lunes, la organizaci¨®n llev¨® a cabo un sorteo de dif¨ªcil interpretaci¨®n, porque al fin y al cabo, en el SW19 de Londres ¨Cel dist...

Trampas, trampas y m¨¢s trampas. Ahora bien, nadie dijo que esto fuera a ser f¨¢cil. Nunca puede serlo en Wimbledon, territorio abonado a la campanada y el pelotazo, sea cual sea la escala y est¨¦ quien est¨¦ a uno y otro lado de la red. El perfil aristocr¨¢tico del grande brit¨¢nico dista mucho de lo que sucede en la pista, en la hierba: ah¨ª abajo, sobre el manto verde, el juego no entiende de clases. As¨ª que llegan curvas.

A tres d¨ªas del pistoletazo de salida del lunes, la organizaci¨®n llev¨® a cabo un sorteo de dif¨ªcil interpretaci¨®n, porque al fin y al cabo, en el SW19 de Londres ¨Cel distrito en el que transcurre la acci¨®n¨C no hay ley que valga y todo son sorpresas y m¨¢s sorpresas. Certezas, las justas. Si acaso, que la jerarqu¨ªa de Rafael Nadal y Novak Djokovic marcar¨¢ el paso en el cuadro masculino y que en el femenino, independientemente de los cruces, del regreso de la rein¨ªsima Serena Williams y del umbral de incertidumbre de siempre, la s¨ªntesis es sencilla: todas contra Iga Swiatek.

El espa?ol, el serbio y la polaca son las tres referencias, pero saben todos y todas que no hay margen para el m¨¢s m¨ªnimo descuido. Pese al extraordinario recorrido que ha firmado hasta ahora, Nadal, de 36 a?os, camina con pies de plomo sobre la centenaria Centre Court y activa la se?al de alerta nada m¨¢s conocer e interpretar el hipot¨¦tico trazado. El debut del martes le empareja con Francisco Cer¨²ndolo ¨Cning¨²n argentino ha conseguido ganar Wimbledon¨C y a las primeras de cambio, en la segunda ronda, divisa al gigant¨®n Sam Querrey, uno de esos sacadores que pueden complicarle el d¨ªa a cualquiera.

En su te¨®rica hoja de ruta hacia la final figuran nombres como los del ca?onero Marin Cilic (octavos), el efervescente Felix Auger-Aliassime (cuartos) o Matteo Berrettini (semifinales), al que el curso pasado solo pudo frenar Novak Djokovic en la final; es decir, dinamita. No hay tregua. Tampoco la tiene, ni mucho menos, Carlos Alcaraz, que cay¨® en el otro lado del cuadro y, por tanto, es un potencial rival de Nole. El serbio, de 35 a?os, llega con el aura de haber conquistado las tres ¨²ltimas ediciones, seis cetros en total; poco que ver con el escaso bagaje del joven murciano, que a sus 19 a?os aborda su segunda participaci¨®n.

Hace una semana no pod¨ªa entrenar del todo. He venido aqu¨ª con la incertidumbre de si voy a poder jugar con normalidad, aunque me he sentido bien estos d¨ªas. De momento, cero dolor¡±, afirm¨® tras ceder contra Frances Tiafoe en la exhibici¨®n de Hurlingham; ¡°no me veo favorito, para nada. Hay muchos jugadores que juegan mejor que yo sobre hierba. Vamos a intentar ganar experiencia¡±.

Badosa y Muguruza, en horas bajas

La precauci¨®n se multiplica cuando se entera de los hipot¨¦ticos cruces, envenenados todos, con un te¨®rico horizonte plagado de mazos (Griekspoor, Otte, Sinner, Hurkacz¡­) y un debut sumamente exigente contra el alem¨¢n Jan-Lennard Struff, la torre que le ape¨® el curso pasado en Roland Garros y que amenaza desde ya con el saque.

Mientras tanto, Djokovic partir¨¢ el lunes contra Soon Woo Kwon y procesa un listado m¨¢s asequible a priori, pero no exento de espinas (Kecmanovic, Opelka¡­). Pero, m¨¢s all¨¢ de sus adversarios, el balc¨¢nico debe probar su capacidad para levantarse despu¨¦s de haber encajado un golpe contundente en Par¨ªs, donde Nadal le barri¨® durante hora y media, y de donde se march¨® con no pocos interrogantes.

Mucho m¨¢s incierto es el devenir de Serena Williams, que a sus 40 a?os ¨Cy citada con Harmony Tan de partida¨C regresa a la competici¨®n despu¨¦s de uno entero sin jugar. Hoy d¨ªa, la fantas¨ªa de lograr su 24? grande ¨Cy alcanzar as¨ª la plusmarca hist¨®rica de la australiana Margaret Court¨C parece una quimera. Tampoco son nada sencillas las circunstancias de la doble baza espa?ola en el femenino. Garbi?e Muguruza (10? del mundo) y Paula Badosa (4?) desembarcan en el torneo en horas bajas y con unos registros poco halag¨¹e?os en la cita preparatoria de Eastbourne. Se medir¨¢n de inicio con Greet Minnen (89?) y Louisa Chirico (227?), respectivamente.

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