Argentina es demasiado para Espa?a

¡°?Vamo, vamo, Argentina!¡±, se escuchaba como eco en la grada del Ol¨ªmpico de Terrassa, repleto hasta la bandera -6.600 aficionados- aunque repartidos los colores a partes casi iguales por la afici¨®n espa?ola y argentina. Un grito, un ¨¢nimo, un aliento, que tuvo su recompensa en la moqueta azul porque Las Leonas explicaron a las RedSticks que todav¨ªa est¨¢n por encima, que ahora son las mejores del mundo y que la historia no se equivocaba porque en los ¨²ltimos seis duelos directos se lo han llevado ellas, tambi¨¦n los seis encuentros que han jugado en un Mundial. No fue distinto en ...

¡°?Vamo, vamo, Argentina!¡±, se escuchaba como eco en la grada del Ol¨ªmpico de Terrassa, repleto hasta la bandera -6.600 aficionados- aunque repartidos los colores a partes casi iguales por la afici¨®n espa?ola y argentina. Un grito, un ¨¢nimo, un aliento, que tuvo su recompensa en la moqueta azul porque Las Leonas explicaron a las RedSticks que todav¨ªa est¨¢n por encima, que ahora son las mejores del mundo y que la historia no se equivocaba porque en los ¨²ltimos seis duelos directos se lo han llevado ellas, tambi¨¦n los seis encuentros que han jugado en un Mundial. No fue distinto en este campeonato (1-4), por m¨¢s que Espa?a se resistiera a bajar los brazos.

Acostumbrada a mover la bola a su antojo, con ritmo y precisi¨®n, Espa?a padeci¨® frente Argentina porque presionaba por todo el campo, incapaz de plantarse en el ¨¢rea rival con comodidad. Solo Gigi se inventaba pases por arriba o asistencias de entrel¨ªneas por abajo que incomodaban a las rivales, acaso tambi¨¦n Luc¨ªa Jim¨¦nez con sus culebreos, con esas conducciones tan dif¨ªciles de frenar. Pero solo sac¨® un penalti-c¨®rner que Xantal por poco no envi¨® a la red. El peligro, en sin embargo, se daba en la porter¨ªa contraria. Momento en el que Melanie Garc¨ªa -Mel para todas en el camerino- tir¨® de sus gadjetobrazos y emergi¨® como esa portera que tiene ganas de comerse el mundo despu¨¦s de tantos a?os a la sombra de Mar¨ªa de los ?ngeles Ruiz, ahora titular y de dulce como evidenci¨® ante Argentina. Se lo anticip¨® a Gorzelany en el primer penalti-c¨®rner con una estirada; se lo subray¨® en el segundo al sacar la manopla arriba; se lo aclar¨® tambi¨¦n a Trinchinetti con el pie; y lo repiti¨® a Granatto con una nueva parada de a¨²pa. Y si pod¨ªan con ella, aparec¨ªa Clara Ycart, que en dos ocasiones sac¨® la bola bajo palos. Pero el ataque al abordaje de Argentina no par¨®.

As¨ª, cuando faltaba un segundo para cerrar el primer cuarto, Eugenia Trinchinetti hizo el pinche -modificar el disparo de una compa?era poniendo firme el stick- para marcar el gol tras el chut de penalti-c¨®rner de Gorzelany. Era un varapalo tremendo para Espa?a, tambi¨¦n una consecuencia al juego que hab¨ªa exhibido Argentina porque con su ataque de pocos pases de muchos metros encajonaba a la selecci¨®n de Adrian Lock. Ocurri¨® que hizo acto en escena el Video Umpire -que viene a ser el VAR en f¨²tbol o el Ojo de Halc¨®n en tenis- y la oficial, micro en mano, habl¨® para todo el estadio: ¡°Tengo la decisi¨®n. La bola no ha salido del c¨ªrculo¡±. O, lo que era lo mismo, el tanto no era tal porque la bola deb¨ªa salir del ¨¢rea antes de ser golpeada. Vuelta a empezar.

¡°Tenemos que seguir igual, pero ser m¨¢s efectivos¡±, azuzaba el t¨¦cnico argentino Fernando Ferrara tras el entreacto. ¡°Debemos jugar un poco m¨¢s en su campo¡±, se lamentaba Adrian Lock. Y le escuch¨® Gigi, qui¨¦n si no, que pidi¨® la bola, movi¨® al equipo y provoc¨® la tarjeta amarilla de Vicky Granatto -cinco minutos en inferioridad num¨¦rica para Argentina- para que Espa?a se presentara en la terraza de la portera rival. Un pase suyo en busca de un pinche acab¨® con la clara ocasi¨®n de Luc¨ªa Jim¨¦nez, bien abortada por el cuerpo de Bel¨¦n Succi. Pero se acab¨® la ventaja y Argentina recuper¨® las pulsaciones y aument¨® las revoluciones, consciente de que con su velocidad obliga a dar un paso hacia atr¨¢s a las oponentes. En una de esas, Luc¨ªa Jim¨¦nez atropell¨® a Ferrara por atr¨¢s y cometi¨® penalti-stroke. Y en el duelo de pistoleras, cara a cada, Gorzelany no fall¨®. Un tanto que descuajaring¨® a Espa?a, pues en el siguiente penalti-c¨®rner, Valentina Raposo hizo el segundo.

Trat¨® de adelantar las l¨ªneas Espa?a, corregirse a la carrera. Pero Argentina hab¨ªa afinado la mirilla y ninguna como Grozelany, que volvi¨® a festejar otros dos tantos con penalti-c¨®rners: un que se col¨® por la escuadra; otro, ya sobre la bocina, a media altura. Todo un recital de chuts que le destacan como la Pichichi del torneo con cinco goles. Espa?a, en cualquier caso, tambi¨¦n dej¨® su huella, pues Bego?a Garc¨ªa hizo el pinche a un penalti-c¨®rner de Xantal. Un gol que sirve de poco pero que rese?a que esto no se acaba aqu¨ª y que tienen equipo para hacer algo m¨¢s en el caso de que vuelvan a cruzarse en el torneo, all¨¢ en la final. Pero para eso queda mucho y Argentina ya sabe que pasar¨¢ a cuartos de forma directa al tiempo que Espa?a deber¨¢ imponerse a Corea en el ¨²ltimo envite del grupo para cerrar el pase a los octavos como segunda. ¡°Nos quedamos con que no ha sido un partido en el que hemos sacado nuestro juego y no ha estado tan desnivelado¡±, se?al¨® Bego?a Garc¨ªa. ¡°Salimos tocadas, pero esto sigue¡±, resolvi¨® la capitana Mar¨ªa L¨®pez. ¡°No hemos podido ejecutar nuestro plan y da rabia. Pero aprenderemos de esto¡±, cerr¨® Gigi.

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