El ¡°caos total¡± de una ronda de golf de seis horas en el Open Brit¨¢nico

?C¨®mo vender una jornada de golf que dura 16 horas? La primera ronda del Open Brit¨¢nico comenz¨® a las 6.35, hora local, y termin¨® sobre las 22.30. De sol a sol en Saint Andrews, convertido el campo en una carretera colapsada por el tr¨¢fico en hora punta. Los 156 jugadores que disputan el torneo completaron rondas de seis horas y 20 minutos, como fue el caso de Jon Rahm en el turno de la tarde. La naturaleza de este recorrido de calles y greens compartidos, con pares...

?C¨®mo vender una jornada de golf que dura 16 horas? La primera ronda del Open Brit¨¢nico comenz¨® a las 6.35, hora local, y termin¨® sobre las 22.30. De sol a sol en Saint Andrews, convertido el campo en una carretera colapsada por el tr¨¢fico en hora punta. Los 156 jugadores que disputan el torneo completaron rondas de seis horas y 20 minutos, como fue el caso de Jon Rahm en el turno de la tarde. La naturaleza de este recorrido de calles y greens compartidos, con pares cuatro que se pueden alcanzar de un golpe, un trazado de ida y vuelta muy recogido, provoc¨® un embudo nunca visto. Una jornada normal en un partido de tres golfistas suele durar unas cinco horas: algo menos en el circuito europeo, mucho m¨¢s estricto con el juego lento, y algo m¨¢s en el americano, m¨¢s permisivo. En Saint Andrews hubo pr¨®rroga.

¡°Se cre¨® el caos total¡±, explica a este peri¨®dico Jos¨¦ Mar¨ªa Zamora, ¨¢rbitro espa?ol que regula el juego esta semana en Saint Andrews. ¡°En este campo es un poco inevitable. Los jugadores siempre lanzan para fallar a la izquierda, porque si te vas a la derecha puedes acabar fuera de l¨ªmites. Eso provoca que esas bolas acaben interfiriendo en los partidos que vienen en el otro sentido, y eso obliga a que unos grupos tengan que esperar a que los otros pasen. Saint Andrews es el peor campo para el juego lento. Hay pares cuatro a los que se llega de un golpe y pares cinco a los que se llega de dos, y eso ralentiza a¨²n m¨¢s porque unos no pueden salir desde el tee hasta que los de delante se vayan del green. A veces hemos pedido a los jugadores que marquen bola y que tiren los siguientes¡±, comenta Zamora.

Saint Andrews es una carretera de doble sentido. El campo dibuja una larga recta desde el hoyo 1 hasta el 7, del 8 al 11 gira sobre s¨ª mismo en una especie de bucle y del 12 al 18 vuelve en direcci¨®n contraria a la ida, dibujando hoyos paralelos. Solo cuatro greens, 1, 9, 17 y 18, son individuales, y el resto son compartidos: el 2 con el 16, el 3 con el 15, el 4 con el 14, el 5 con el 13, el 6 con el 12, el 7 con el 11 y el 8 con el 10 (curiosamente, la suma de estas parejas siempre da 18). Todo est¨¢ muy apretado. ¡°Los jugadores no saben que han de ceder el paso a los que est¨¢n disputando los segundos nueve hoyos, y no podemos estar parando el juego para dec¨ªrselo¡±, a?ade Zamora.

¡°Fue una locura¡±, coment¨® este viernes Rahm. El atasco aburri¨® tanto el aficionado en el campo como al espectador por televisi¨®n, un mal asunto para los grandes circuitos cuando la liga saud¨ª ofrece lo contrario: una jornada de golf concentrada en cinco horas, salidas simult¨¢neas y una sucesi¨®n de golpes que ameniza mucho las retransmisiones.

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