El Jumbo pierde en un d¨ªa a Roglic y Kruijswijk, dos puntales de Vingegaard en el Tour de Francia
El esloveno, que ya no pod¨ªa ayudar m¨¢s a Vingegaard, quiere recuperarse de las lesiones que sufri¨® en la primera semana y pensar en la Vuelta, mientras que el neerland¨¦s se cay¨® y se rompi¨® la clav¨ªcula
A Merijn Zeeman, el ide¨®logo del colectivo llamado Team Jumbo-Visma, le gustan m¨¢s las comparaciones culturales con el mundo de la empresa que las habituales en el mundo del ciclismo, como por ejemplo, esto es una orquesta, los buenos solistas hacen mejor al director, y el director, si no perturba el alma del artista con peque?eces, hace mejores a sus instrumentistas. Cuando el plan sale bien, genial; cuando, como el d¨ªa de los pedruscos, o como este domingo, todo sale al rev¨¦s, muestran su capacidad para demostrar que la solidez y el compromiso hacen los males menores.
La decisi¨®n cole...
A Merijn Zeeman, el ide¨®logo del colectivo llamado Team Jumbo-Visma, le gustan m¨¢s las comparaciones culturales con el mundo de la empresa que las habituales en el mundo del ciclismo, como por ejemplo, esto es una orquesta, los buenos solistas hacen mejor al director, y el director, si no perturba el alma del artista con peque?eces, hace mejores a sus instrumentistas. Cuando el plan sale bien, genial; cuando, como el d¨ªa de los pedruscos, o como este domingo, todo sale al rev¨¦s, muestran su capacidad para demostrar que la solidez y el compromiso hacen los males menores.
La decisi¨®n colectiva, acuerdo entre corredor y direcci¨®n, de que Primoz Roglic dejara el Tour de Francia a una semana de su final, y con los Pirineos respirando ah¨ª a lado, y tosiendo por los malos humos de los incendios y el calor abusivo, roba elementos de ambas culturas. Es el segundo abandono consecutivo, y por ca¨ªda, de Roglic, segundo tras Pogacar en 2020, del Tour.
Roglic no esper¨® para irse al d¨ªa descanso antes de la ¨²ltima a semana. No sigue porque cada d¨ªa est¨¢ peor y no es capaz de ayudar al equipo sin desafinar. Habr¨¢ otros, como Steve Kruijswijk, como Sepp Kuss, que puedan hacer mejor su trabajo, dijo el alto mando. El colectivo, su concepto agile de ownership (compromiso con el resultado, responsabilidad) sale fortalecido, y las posibilidades de Vingegaard de ganar el Tour, tambi¨¦n.
La decisi¨®n meditada, la conclusi¨®n de que con siete corredores se correr¨ªa m¨¢s s¨®lido que con siete y Roglic herido, se qued¨® en buenas intenciones llegado el kil¨®metro 137 de la etapa del calor. En los relieves entre Blan y Revel, repechos pegajosos, carretera de asfalto en el que la bicicleta parece que est¨¢ pegada, que no avanza pese a las pedaladas en¨¦rgicas, lo planificado dej¨® el paso a lo inesperado, y doloroso, Kruiswijk, el suplente de Roglic como hombre de la regularidad en las subidas, como ya demostr¨® extraordinariamente en el Alpe d¡¯Huez el jueves, se cay¨® en compa?¨ªa de su compa?ero Wout van Aert. Mientras el maillot verde se levant¨® y continu¨®, Kruijswijk sigui¨® clavado en el suelo. Pocos minutos despu¨¦s, una camilla cargaba con ¨¦l, cara de dolor y una mano en un hombro, clav¨ªcula rota.
Dos menos y una semana de Tour por delante. Y la conclusi¨®n de que no todo lo que va a ocurrir en el Tour puede escribirse seis meses antes, acrecentada por una nueva ca¨ªda doble del Jumbo poco despu¨¦s, a 60 de meta, atravesando Revel, y Vingegaard y Benoot al suelo, sin huesos rotos, al parecer, pues siguieron, aunque con mala cara.
El esloveno, triple ganador de la Vuelta y siempre desgraciado en el Tour, sufri¨® una dura ca¨ªda al tragarse una alpaca de paja en una rotonda, un elemento de seguridad desplazado, en la etapa de los pedruscos, la de Arenberg, la quinta. Antes de ello ya se hab¨ªa acordado que su misi¨®n en el equipo ser¨ªa la de l¨ªder del plan B. Solo si Jonas Vingegaard, el m¨¢s fuerte de todo el equipo, fallaba, ¨¦l asumir¨ªa el liderato. Roglic, que goz¨® de la ayuda del m¨¢s fuerte Vingegaard para ganar la Dauphin¨¦, acept¨® encantado. En agosto ya ser¨ªa el l¨ªder en busca de su cuarta Vuelta.
Despu¨¦s de la ca¨ªda, que le produjo un dolor constante en la espalda imposible de reducir, y aumentando d¨ªa a d¨ªa ¨C¡±un cuchillo en la espalda cada pedalada¡±, dec¨ªa todas las tardes--, la aportaci¨®n de Roglic, segundo viol¨ªn de la orquesta Jumbo (el concertino es Van Aert, claro, que lo toca todo), en el concierto del Tour qued¨® reduc¨ªa a una sola nota, quiz¨¢s la m¨¢s importante de toda la sinfon¨ªa, la que ten¨ªa que dar en el Galibier para tenderle a Tadej Pogacar una celada. Lo hizo a la perfecci¨®n. Arranc¨® media docena de veces, tantas como las que esprint¨® a tope tope Pogacar para no dejarle ni medio metro de ventaja. Pogacar, maillot amarillo entonces, se diluy¨® en esfuerzos in¨²tiles y llegado el Granon no pudo responder al solo ataque de Vingegaard, del que est¨¢ a 2m 22s en la general. Ese d¨ªa Roglic dej¨® de ser necesario. Su sentencia lleg¨® el s¨¢bado, cuando fue incapaz de responder al ataque de Pogacar en la cuesta de Firminy, al comienzo de la etapa, y se descolg¨® del tran tran que Van Aert, capit¨¢n de ruta, marc¨® camino de Mende. ¡°Estoy orgulloso de mi contribuci¨®n a la clasificaci¨®n actual y conf¨ªo que el equipo mantenga el maillot amarillo y el verde¡±, dijo al anunciar su marcha.
Su papel defensivo para tirar del pelot¨®n en la ¨²ltima subida lo asumi¨®, con brillantez, Kruijswijk. Kuss, que comparte el perfil explosivo de Pogacar, queda como ¨²ltimo hombre junto a Vingegaard, clave en los momentos en que lleguen los ataques esperados del joven esloveno en las dos dur¨ªsimas llegadas en alto que quedan, la de Peyragudes, y su muro al 16%, el mi¨¦rcoles, y Hautacam, sobre Lourdes, el jueves, y sin olvidar el terrible muro de P¨¦gu¨¨re (3,3 kil¨®metros al 17%), el martes, a 27 kil¨®metros de la meta de Foix.
¡°No ten¨ªa sentido que Roglic siguiera aqu¨ª sufriendo, yendo a menos, no sirviendo ya para nada¡±, dice una fuente del equipo. ¡°El colectivo sale reforzado con su marcha temprana, que le servir¨¢, adem¨¢s, para recuperarse para ir a por su cuarta Vuelta en agosto¡±.
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