Nadal sufre, pero escapa

La noche nace con un borr¨®n, pero Rafael Nadal restablece el orden. Rara vez no lo hace. Rinky Hijikata se crece, sorprende y caza un premio, pero termina sucumbiendo a la inmensa silueta ganadora del balear, que cierra con un pasante de manual y festeja con ganas: 4-6, 6-2, 6-3 y 6-3, en 3h 08m. Hac¨ªa tres a?os que no desfilaba por la central de Nueva York ¨Cdesde aquella volc¨¢nica final que gan¨® ante Daniil Medvedev¨C y, m¨¢s all¨¢ del marcador y del set entregado, la radiograf¨ªa es positiva. L...

La noche nace con un borr¨®n, pero Rafael Nadal restablece el orden. Rara vez no lo hace. Rinky Hijikata se crece, sorprende y caza un premio, pero termina sucumbiendo a la inmensa silueta ganadora del balear, que cierra con un pasante de manual y festeja con ganas: 4-6, 6-2, 6-3 y 6-3, en 3h 08m. Hac¨ªa tres a?os que no desfilaba por la central de Nueva York ¨Cdesde aquella volc¨¢nica final que gan¨® ante Daniil Medvedev¨C y, m¨¢s all¨¢ del marcador y del set entregado, la radiograf¨ªa es positiva. Los biorritmos son buenos. El saque, principal preocupaci¨®n por eso de proteger el abdominal, lastimado desde Wimbledon, describe porcentajes y velocidades optimistas. Pese a la falta de rodaje competitivo, la exposici¨®n acompa?a.

¡°Ha sido una larga espera, durante un largo tiempo pensaba que no iba a ser capaz de volver¡±, introduce. ¡°No he jugado mucho durante el ¨²ltimo mes, as¨ª que se trata de sobrevivir. Necesito mejorar, y creo que voy a mejorar¡±, agrega Nadal en mitad de la pista, con el billete a la siguiente ronda en el bolsillo y relativamente satisfecho. Se enfrentar¨¢ a un viejo diablo conocido, Fabio Fognini. Quedan lejos los buenos d¨ªas del italiano, pero su nombre es de amargo recuerdo para el mallorqu¨ªn en Flushing Meadows. Es, de hecho, el hombre que le remont¨® dos sets en contra y lo ape¨® en la edici¨®n de 2015.

En su estreno, Nadal se encuentra con un rival din¨¢mico y respond¨®n que le reta una y otra vez, al abordaje todo el rato porque al fin y al cabo, Hijikata tiene poco que perder. Puestos a caer, mejor con valent¨ªa. En busca de su momento de gloria, el australiano, un veintea?ero (21) que ocupa el puesto 198 del ranking y ha sido invitado por la organizaci¨®n, sale a pecho descubierto y hace honor a la descripci¨®n de la ficha: seguidor de Spiderman, devuelve los pelotazos del balear dibujando todo tipo de posturas y hace un gui?o tras otro en la ejecuci¨®n a Kei Nishikori, el japon¨¦s vertiginoso que hoy est¨¢ pseudo desaparecido (370?) y que hace no mucho daba m¨¢s de un disgusto a los gigantes. Un verdadero quebradero de cabeza.

Nadal empieza bien, fino en los movimientos y tocando correctamente la bola, pero no encuentra agujeros y s¨ª un sobresalto inesperado: nunca hab¨ªa cedido el primer set en los 15 trazados previos en el grande neoyorquino, tan solo en cuatro ocasiones (1.277 partidos ha jugado ya) en los otros tres grandes escenarios; se lo birlaron Daniel Brands (Roland Garros 2013), Steve Darcis (Wimbledon 2013), Martin Klizan (Wimbledon 2014) y Fernando Verdasco (Australia 2016). Es decir, susto de entrada. Hijikata, un dolor de muelas, llega a todo y todo lo devuelve, y termina arrebat¨¢ndole el saque en el s¨¦ptimo juego. Desv¨ªo fugaz, se piensa en la grada. Pero no. No ha sido un farol.

¡°Preparado para sufrir¡±

El desliz le obliga a Nadal a remar a contracorriente, pero reacciona serio, sin torcer el gesto, de manera contundente: a la primera que tiene hace diana. No ha conseguido costearse una sola opci¨®n de break en el primer set, pero aprieta en el segundo y empieza a desgajar al rival. Hijikata ha celebrado con tanta efusividad el logro que ha perdido un punto de fuerza, se agrieta y baja de la nube. Enfrente, un imperio, y aun as¨ª sigue desafiando. Le azuza la jaranera grada de la Arthur Ashe, y lo presencia desde el palco de personalidades el actor Ben Stiller, asiduo ya en la central y devoto seguidor del espa?ol, con quien comparti¨® mesa y mantel en un italiano del Soho hace unos d¨ªas.

Todo transcurre muy r¨¢pido y pasan muchas cosas. El juez debe intervenir hasta una decena de veces para reclamar a la grada que baje el tono durante el punto y reduzca los decibelios a la hora del saque; empieza a gotear en la ciudad y se ordena el cierre del techo; a un grupo de amigas se les cae la pizza y el queso fundido chorrea por la escalera; van y vienen las cervezas, los nachos, hidratos y calor¨ªas por todos lados; y en cuanto el Nadal hegem¨®nico se ha puesto por encima, l¨®gica aplastante, el duelo queda reducido a una productiva sesi¨®n de peloteo y buenos n¨²meros al servicio, apartado a tener especialmente en cuenta dadas las circunstancias: 57% de promedio, 77% de puntos ganados con primeros y 65% con segundos. Tambi¨¦n 9 aces.

¡°Lo he cambiado un poco, me tiro la bola un poco m¨¢s baja¡±, precisa el campe¨®n de 2010, 2013, 2017 y 2019; ¡°hoy d¨ªa sigo con pies de plomo. La cicatriz que tengo debe flexibilizar¡±.

Y antes, Hijikata enreda hasta el ¨²ltimo aliento. No se rinde, no se entrega. Bravo por ¨¦l, digno e intr¨¦pido de inicio a fin. Pero enfrente hay una sobredosis de m¨ªstica. La primera piedra hacia el altar del d¨ªa 11 ya est¨¢ puesta. ¡°El torneo no se iba a ganar hoy, pero s¨ª se pod¨ªa perder hoy. Uno debe ser inteligente e ir sobreviviendo¡±, valora cuando el reloj ya ha alcanzado casi la medianoche; ¡°hay que estar preparado para sufrir. Las cosas no son tan f¨¢ciles, ya seas Rafa Nadal, Djokovic, Federer o seas quien seas. Se necesita de ese extra de energ¨ªa cuando uno viene de jugar pr¨¢cticamente el segundo partido en los ¨²ltimos 50 d¨ªas. Cada d¨ªa que gano aqu¨ª, es un d¨ªa de tranquilidad¡±.

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