El f¨²tbol femenino, muchos avances con demasiados conflictos
El mot¨ªn en la Roja se une a un escenario continuo de guerra en los despachos que ha enturbiado un mundo en crecimiento
La selecci¨®n femenina regres¨® del Mundial de Francia 2019, donde accedi¨® por primera vez en su historia a los octavos de final y apret¨® de lo lindo a la inabordable Estados Unidos, convencida de que, ahora s¨ª que s¨ª, era el momento en Espa?a del f¨²tbol practicado por mujeres. Hab¨ªa captado la atenci¨®n del p¨²blico, recibi¨® el favor de los medios y las autoridades p¨²blicas no quer¨ªan desaprovechar la oportunidad para empujar lo que fuera necesario a este nuevo mundo y convertirlo en una bandera social. El f¨²tbo...
La selecci¨®n femenina regres¨® del Mundial de Francia 2019, donde accedi¨® por primera vez en su historia a los octavos de final y apret¨® de lo lindo a la inabordable Estados Unidos, convencida de que, ahora s¨ª que s¨ª, era el momento en Espa?a del f¨²tbol practicado por mujeres. Hab¨ªa captado la atenci¨®n del p¨²blico, recibi¨® el favor de los medios y las autoridades p¨²blicas no quer¨ªan desaprovechar la oportunidad para empujar lo que fuera necesario a este nuevo mundo y convertirlo en una bandera social. El f¨²tbol, identificado desde el origen con ¡°lo masculino¡±, era ya tambi¨¦n de ellas. Tres a?os despu¨¦s y camino de otra Copa del Mundo, la lista de avances presentada a granel es amplia; sin embargo, el conflicto permanente que acompa?a cada paso que da, o intenta dar, este universo ha terminado dejando una sensaci¨®n general de ¡°s¨ª, pero...¡±, de progresos que no se rentabilizan al m¨¢ximo. Y ahora este mot¨ªn en la selecci¨®n quiz¨¢s suponga un retroceso neto.
Se firm¨® en 2020 un hist¨®rico convenio colectivo para las jugadoras del torneo dom¨¦stico; el campeonato ha entrado en el restringido club de ¡°liga profesional¡± empujado por el empe?o del Gobierno; su gran buque deportivo a nivel de clubes ¡ªel Barcelona¡ª toc¨® cumbre con la Champions de 2021 (disput¨® tambi¨¦n las finales de 2019 y 2022); aport¨® el r¨¦cord mundial de asistencia a un estadio (91.648 en el Camp Nou ante el Wolfsburgo la pasada primavera); Alexia Putellas levant¨® el Bal¨®n de Oro; y el Madrid se decidi¨® a entrar en este universo para caminar hacia ese inevitable antagonismo. Pero... Pese a tanto paso al frente, el ruido ha sido constante en los despachos y, ahora tambi¨¦n, en el vestuario de la Roja tras el ¨®rdago expreso de nada menos que de 15 jugadoras para descabalgar al seleccionador, Jorge Vilda (con el apoyo de fondo de las capitanas, Irene Paredes y Putellas).
En el f¨²tbol femenino, todo termina siendo un conflicto. Ya sea por las cuestiones de comer (el convenio colectivo o el salario de las ¨¢rbitras) o por lo m¨¢s accesorio (la marca del bal¨®n). No hay paso sin pleito. Un campo embarrado en los despachos que, a menudo, no es m¨¢s que un ap¨¦ndice de la gran guerra que mantienen la Federaci¨®n Espa?ola de Luis Rubiales y LaLiga de Javier Tebas, una batalla que tiene su campamento base en el masculino y una r¨¦plica en el femenino. Pocas veces se represent¨® mejor este enfrentamiento como en la negociaci¨®n del convenio, que llev¨® 500 d¨ªas acordar su contenido y, al final, solo se pudo firmar con la aportaci¨®n econ¨®mica de un operador televisivo pr¨®ximo a Tebas (Mediapro) para que todos los clubes fueran capaces de asumir un sueldo m¨ªnimo de apenas 16.000 euros a jornada completa, tras quedar confirmada la escasa capacidad de generar recursos propios. Un d¨¦ficit que a¨²n se mantiene y que se espera aliviar con el aumento de ingresos con la catalogaci¨®n de ¡°liga profesional¡±.
Un verano con problemas varios
Este verano ha sido un buen ejemplo de problemas variados. Por cu¨¢ndo y d¨®nde se iba a celebrar el sorteo de la Liga (el CSD decidi¨® que fuera en Las Rozas); por el bal¨®n (la Federaci¨®n mand¨® el suyo de Adidas y la nueva patronal, otro de Puma, con el que se juega); y por el salario de las colegiadas, que, tras una huelga que aplaz¨® la primera jornada, pasan a cobrar de 300 a 1.666 euros por partido (las asistentes, de 166 a 1.066; y cuarta ¨¢rbitra: de 84 a 250).
La divisi¨®n en dos bandos de los clubes ha sido otra de las piedras. Real Madrid, Barcelona y Athletic han solido caminar juntos y al margen de la patronal, m¨¢s cercana a LaLiga masculina. Una separaci¨®n que cre¨® dos bandos en los derechos televisivos y, en consecuencia, afect¨® durante mucho tiempo a la visibilidad de la competici¨®n. Un problema que deber¨ªa resolverse ahora con la compra de todo el paquete por parte de Dazn, que abona 35 millones por cinco temporadas. Tambi¨¦n la redacci¨®n de los estatutos de la nueva Liga profesional sufri¨® retrasos por el mismo motivo. Avances y ruido, una rutina. Como si la v¨ªa de la negociaci¨®n sin micr¨®fonos no existiera.
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