Muniain y Eguaras, amigos ¨ªntimos y rivales en el Athletic-Almer¨ªa
Los dos jugadores, que se conocen desde los cuatro a?os, se enfrentar¨¢n este viernes en San Mam¨¦s por primera vez
¡°Recuerdo que nos abrazamos. Que nos abrazamos muy fuerte. Y que lloramos, que lloramos mucho. ?ramos muy j¨®venes y no comprend¨ªamos por qu¨¦ hab¨ªa tenido que pasarle eso a I?aki. Fue muy duro, el d¨ªa m¨¢s duro de nuestra vida¡±. Es el relato de I?igo Eguaras (Ansoain, 30 a?os), en el libro escrito por el periodista Patxi Xabier Fern¨¢ndez sobre Iker Muniain (Pamplona, 29 a?os). Se refiere a la muerte en accidente de un compa?ero, I?aki Gallastegi, con el que ambos compart¨ªan vestuario en las categor¨ªas inferiores del ...
¡°Recuerdo que nos abrazamos. Que nos abrazamos muy fuerte. Y que lloramos, que lloramos mucho. ?ramos muy j¨®venes y no comprend¨ªamos por qu¨¦ hab¨ªa tenido que pasarle eso a I?aki. Fue muy duro, el d¨ªa m¨¢s duro de nuestra vida¡±. Es el relato de I?igo Eguaras (Ansoain, 30 a?os), en el libro escrito por el periodista Patxi Xabier Fern¨¢ndez sobre Iker Muniain (Pamplona, 29 a?os). Se refiere a la muerte en accidente de un compa?ero, I?aki Gallastegi, con el que ambos compart¨ªan vestuario en las categor¨ªas inferiores del Athletic.
Ten¨ªan 13 a?os, no entend¨ªan nada. Eran ya muy amigos, para participar del mismo dolor o id¨¦ntica alegr¨ªa. Lo siguen siendo. Por primera vez, tantos a?os despu¨¦s, se van a enfrentar en Primera Divisi¨®n (este viernes, 21.00, Movistar LaLiga). Los dos visten de rojiblanco, Muniain en el Athletic despu¨¦s de una largu¨ªsima trayectoria que comenz¨® con 16 a?os; Eguaras en el Almer¨ªa, con el que ascendi¨® a la m¨¢xima categor¨ªa, en la que se estrena despu¨¦s de nueve temporadas en Segunda, repartidas entre el Sabadell, el Mirand¨¦s, el Zaragoza y el Almer¨ªa del ascenso. Ser¨¢ un reencuentro gozoso.
Ambos lo est¨¢n esperando. Se conoc¨ªan desde los cuatro a?os. Entre la casa de uno y de otro solo hab¨ªa una rotonda de por medio. Llegaron juntos a Lezama con 12 a?os. Ambos jugaban juntos en el Txantrea pamplonica, y viv¨ªan muy cerca. Pertenec¨ªan a la misma cuadrilla de amigos. El presidente del club les reuni¨® en su despacho y les comunic¨® que se iban al Athletic. ¡°Fue una mezcla de alegr¨ªa y tristeza¡±, recuerda Eguaras. Pero eran 160 kil¨®metros de distancias desde el refugio familiar a la residencia fr¨ªa, desangelada del antiguo seminario de Derio. Todo ha cambiado. Ahora la residencia est¨¢ en Lezama y es un lugar acogedor.
Durante la ¨²ltima semana, Muniain y Eguaras han hablado por tel¨¦fono. ¡°No te vayas a confundir y me la pases a m¨ª¡±, le dec¨ªa en broma el centrocampista del Athletic al mediocentro del Almer¨ªa. ¡°Para m¨ª es especial volver donde crec¨ª como jugador¡±, asegura Eguaras. ¡°Pas¨¦ muchos a?os all¨ª. Ver¨¦ a gente que hace tiempo no ve¨ªa en un estadio donde cada vez que iba se me pon¨ªan los pelos de punta. Ser¨¢ especial enfrentarme a ellos¡±. S¨®lo jug¨® una vez en San Mam¨¦s, con el Mirand¨¦s. Ahora es otra cosa. Y est¨¢ el sentimiento. ¡°Muniain es amigo m¨ªo desde la infancia. Nos fuimos a Bilbao de la mano y crec¨ª con ¨¦l. Empez¨® muy pronto en la ¨¦lite y ah¨ª est¨¢n sus n¨²meros, ser¨¢ especial vernos en el campo¡±. Acudir¨¢n las familias de ambos, y los amigos del barrio de la Txantrea, que siguen siendo los mismos: ¡°Fuera del c¨¦sped somos del mismo grupo de amigos y nos vemos cada vez que podemos. Cuando Iker va a Pamplona, o en vacaciones, solemos pasar d¨ªas juntos¡±.
A I?igo Eguaras le hubiera gustado jugar junto a Muniain en el Athletic. ¡°Es la espinita que tengo clavada. Despu¨¦s de estar tres a?os en el filial me qued¨® la sensaci¨®n de que algo me falt¨® para que no me dieran la oportunidad en el primer equipo¡±. No ten¨ªa dudas, eso s¨ª, de que su amigo Iker triunfar¨ªa como rojiblanco: ¡°Sab¨ªa que iba a llegar donde ha llegado, porque las condiciones que ten¨ªa eran diferentes de las del resto¡±.
Vuelta al principio, I?igo Eguaras recuerda todav¨ªa la muerte de I?aki Gallastegi, algo complicado de olvidar. ¡°Se me hizo muy dif¨ªcil porque estaba todo el d¨ªa en el colegio y los entrenamientos con ¨¦l y fue duro porque no ten¨ªa cerca a la familia para ayudarme¡±, apunta. ¡°La gente de la residencia nos ayud¨® mucho, se me hizo duro volver a clase y ver que no estaba. Es un aprendizaje, te hace madurar y ver la vida de otra manera porque ¨¦l no tuvo la suerte de lograr sus metas y aqu¨ª estamos tambi¨¦n para hacer lo que ¨¦l no pudo¡±. Ser¨¢ en San Mam¨¦s.
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