El Barcelona, un l¨ªder dram¨¢tico
Ter Stegen sostiene a un equipo azulgrana que empez¨® muy bien y acab¨® a merced de un plet¨®rico y tambi¨¦n desacertado Celta (1-0)
El Bar?a visitar¨¢ el domingo el Bernab¨¦u como l¨ªder de la Liga por la diferencia de goles con el Madrid. Los detalles son ahora mismo una fe de vida para un equipo que busca la estabilidad despu¨¦s del v¨¦rtigo provocado por las palancas de Laporta. Necesita ganar partidos como sea para mantener esa fe y la fiebre del Camp Nou. La hinchada ha vuelto al estadio para aplaudir victorias, aunque sean p¨ªrricas y sufridas como la del Celta. El resul...
El Bar?a visitar¨¢ el domingo el Bernab¨¦u como l¨ªder de la Liga por la diferencia de goles con el Madrid. Los detalles son ahora mismo una fe de vida para un equipo que busca la estabilidad despu¨¦s del v¨¦rtigo provocado por las palancas de Laporta. Necesita ganar partidos como sea para mantener esa fe y la fiebre del Camp Nou. La hinchada ha vuelto al estadio para aplaudir victorias, aunque sean p¨ªrricas y sufridas como la del Celta. El resultado fue una bendici¨®n para los azulgrana despu¨¦s de que los celestes les perdonaran la vida a partir del 1-0. Al Celta le falt¨® el gol de rigor de Iago Aspas, reducido por Ter Stegen, el jugador que sostuvo al Bar?a cuando se ca¨ªa de miedo el Camp Nou.
No marc¨® el delantero de Moa?a, martillo de los barcelonistas ¡ª10 tantos en 16 partidos y nueve a Ter Stegen¡ª ni tampoco Lewandowski, que no estuvo nada fino, espectador al inicio del buen juego de su equipo y despu¨¦s del abrumador ataque sin gol del Celta. Los tiros se sucedieron en el ¨¢rea barcelonista durante una hora sin que ning¨²n futbolista celeste encontrara el arco sellado por Ter Stegen. No fue un partido para delanteros, sino que el h¨¦roe fue el meta del Bar?a.
Aunque formaron los centrocampistas titulares, Xavi present¨® una alineaci¨®n muy extra?a, aunque parecida a la de Mallorca, por la presencia de tres laterales izquierdos ¡ªla novedad era Marcos Alonso en sustituci¨®n del lesionado Christensen¡ª, mientras Ferran ocupaba el puesto de Demb¨¦l¨¦ ¡ªen Son Moix jug¨® Ansu¡ª. Aparentemente, los dos partidos contra el Inter, el disputado el martes en Mil¨¢n y el del pr¨®ximo mi¨¦rcoles en el Camp Nou, condicionaban el once contra el Celta. Hab¨ªa que jugar mucho mejor ante el plantel gallego despu¨¦s de que el equipo no defendiera bien en San Siro y atacara mal por cargar el juego sobre Demb¨¦l¨¦ y nunca encontr¨® a Raphinha.
La conexi¨®n interior
El guion del partido anunciaba al fin y al cabo que en caso de necesidad los jugadores ten¨ªan que salir del guion del partido sin que suene a contradictorio ni a desaf¨ªo para Xavi. El propio t¨¦cnico invit¨® a los futbolistas a chutar m¨¢s y a centrar menos, a que el atrevimiento se impusiera al miedo y a que los interiores se asociaran alguna vez despu¨¦s de quedar desconectados en Italia. Aunque como jugador fue clarividente, no siempre es f¨¢cil interpretar a Xavi como instructor del Bar?a. El plan era en cualquier caso un cl¨¢sico 4-3-3 en el que dos zurdos actuaban por la derecha ¡ªBalde y Raphinha¡ª y las instrucciones del t¨¦cnico se cumplieron media hora ante la bondad de Celta. Raphinha se arranc¨® con un excelente disparo lejano que rechaz¨® Marches¨ªn y Gavi y Pedri conectaron con la mediaci¨®n de Unai N¨²?ez en la jugada del 1-0. Alba habilit¨® al andaluz, su centro fue rechazado por el central celeste y Pedri remach¨® a un portero que ya hab¨ªa sido exigido por Ferran. Intensos y dominantes, los azulgrana impusieron un ritmo y una presi¨®n imposibles para el Celta. El juego era vertical y profundo con la pelota y las recuperaciones se suced¨ªan por m¨¢s que el bal¨®n pasara por los pies de Iago Aspas. Sin embargo, el Celta se solt¨® poco a poco y ocup¨® la cancha a la que bajaron las revoluciones de un desfondado Barcelona.
No llegaba el gol de Lewandowski, que pivotaba m¨¢s que remataba, y el Camp Nou no sacaba el ojo de encima al desacertado Ferr¨¢n. Tampoco el Celta encontraba el ¨²ltimo pase ante una defensa azulgrana m¨¢s voluntariosa que s¨®lida hasta que lleg¨® el descanso y desapareci¨® el Barcelona.
El Celta tard¨® en volver al campo, como si estudiara las jugadas necesarias para remontar, y no par¨® de atacar a un soberbio Ter Stegen. El portero aguant¨® de pie y tendido los disparos del Celta. Empez¨® por sacar un par de remates de gol, despu¨¦s de que ?scar Rodr¨ªguez fallara una asistencia de Aspas, y acab¨® por aplaudir un bal¨®n devuelto por el larguero en el ¨²ltimo chut del Celta. Los celestes tomaron la pelota y el Camp Nou pas¨® un mal rato, antes y despu¨¦s de los cambios, porque el Bar?a no sab¨ªa si atacar o defender, desorientado y entregado, absuelto por la falta de punter¨ªa del equipo de Vigo. Nadie defend¨ªa en el Bar?a, dejado de la mano de Dios y encomendado a su portero, sin m¨¢s plan que rezar para que no marcara el Celta. Un drama para los barcelonistas si se atiende a los vaivenes de la contienda previa a la visita decisiva del Inter en la Champions.
M¨¢s que el l¨ªder, el Barcelona pareci¨® un equipo de la cola de la Liga antes de visitar el Bernab¨¦u.
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