Lukaku empieza a pagar su deuda con el Inter
El delantero belga sale del banquillo para marcar el gol que pone en ventaja al cuadro italiano ante un Oporto que pen¨® por la expulsi¨®n de Otavio
En el Inter creen que estaba en deuda con el club, que una vez que le hab¨ªan recuperado de su ¨²ltima mala experiencia en el Chelsea, apenas se hab¨ªa acercado a su mejor versi¨®n. El pasado domingo marc¨® su tercer gol de la temporada. Este mi¨¦rcoles el cuarto. Empieza a pagar Romelu Lukaku, autor de un tanto postrero en el minuto 86 que puede ser decisivo en una eliminatoria entre I...
En el Inter creen que estaba en deuda con el club, que una vez que le hab¨ªan recuperado de su ¨²ltima mala experiencia en el Chelsea, apenas se hab¨ªa acercado a su mejor versi¨®n. El pasado domingo marc¨® su tercer gol de la temporada. Este mi¨¦rcoles el cuarto. Empieza a pagar Romelu Lukaku, autor de un tanto postrero en el minuto 86 que puede ser decisivo en una eliminatoria entre Inter y Oporto que se plante¨® en la ida tan cerrada como se presum¨ªa. Se abri¨®, eso s¨ª, con la expulsi¨®n de Otavio, el mejor futbolista del cuadro luso, que decant¨® el ¨²ltimo cuarto de hora del partido para el Inter. Ah¨ª bastante hizo el Oporto con mantenerse en pie de cara a la vuelta en O Drag?o. Dos cl¨¢sicos que suman entre ambos cinco copas de Europa, definir¨¢n all¨ª un billete para los cuartos de final de la Champions.
Al Oporto, siempre en perpetua reinvenci¨®n, es complicado hincarle el diente y m¨¢s si no media atrevimiento. Es un equipo canchero que compite y se exprime como pocos. Y al Inter no le sobran transgresores. Por eso se atasc¨® de inicio, tambi¨¦n porque el se?uelo que emple¨® para despistar al rival no caus¨® efecto. Ocurri¨® que Simone Inzaghi orden¨® tocar y tocar en la zaga para atraer la presi¨®n rival y encontrar los espacios tras su primera l¨ªnea. El Oporto acudi¨® a buscar la pelota, ma non troppo. Eligi¨® el punto para apretar al rival con la precisi¨®n justa para incomodarle y al tiempo no darle opciones para progresar.
El embotellamiento del Inter descorch¨® la ambici¨®n del Oporto, que estaba latente. Encontr¨® espacios el cuadro luso porque logr¨® activar a Otavio, que puso sobre el tapete algo diferente al resto, la capacidad para ser profundo en el pase. Tambi¨¦n se meti¨® en todos los l¨ªos. Desde esa distinci¨®n lleg¨® el primer susto para el Inter, una acci¨®n en la que Taremi maniobr¨® con un taconazo que dej¨® al mediocentro Grujic ante el gol. Onana solucion¨® con tanta prestancia como heterodoxia, puso las rodillas por delante y frustr¨® al Oporto.
El dictado del partido lo escribieron los porteros. Onana apareci¨® de nuevo en la segunda parte para alzar un muro ante la linea de gol a sendos remates de Zaidu y Taremi. Antes, al filo del descanso, una mano prodigiosa de Diogo Costa evit¨® el gol interista tras un testarazo de Bastoni. Y al limbo se fue una acci¨®n dudosa con un posible penalti sobre Darmian que el ¨¢rbitro no apreci¨® y sobre el que el VAR no le desdijo.
El Inter mud¨® con el paso de los minutos. Quiso ser m¨¢s concreto que en el primer tramo del partido. La decisi¨®n de Inzaghi de dar cancha a Lukaku con media hora por jugar profundiz¨® en esa deriva. En el Inter sienten que el delantero belga est¨¢ en deuda con el equipo: entre idas y venidas, lesiones y molestias apenas ha marcado tres goles en lo que va de temporada. Su referencia invit¨® al Oporto a guardarse en torno a sus veteran¨ªsimos centrales. Pepe cumple el pr¨®ximo domingo 40 a?os, Marcano va camino de los 36.
Lukaku sali¨® al campo motivado. Tras un par de carreras areng¨® a la grada, repleta y por momentos enojada ante la chata demostraci¨®n de los suyos. Pero fue ponerse a cuerpear el belga y San Siro, empez¨® a bramar. El partido vir¨® y m¨¢s que lo hizo cuando Otavio, revolucionado para bien y para mal, cometi¨® una falta evitable y vio la segunda tarjeta amarilla. Antes le hab¨ªan amonestado en una gresca con m¨¢s de medio Inter.
El Oporto echar¨¢ de menos en el duelo de vuelta en O Drag?o. Desde luego en Mil¨¢n su ausencia durante el ¨²ltimo cuarto de hora, la inferioridad num¨¦rica le lastr¨® hasta el punto de castigarle con un nuevo escenario que propici¨® que se fuese en desventaja. Acostado en su ¨¢rea, el Oporto se qued¨® a merced de la exuberancia de Lukaku, que pesc¨® tres balones en la zona de la verdad, el primero lo envi¨® al palo tras centro de Barella, el rechace lo pasaport¨® a la red y, poco despu¨¦s, un remate inveros¨ªmil oblig¨® de nuevo a que Diogo Costa desatase sur reflejos.
Tocado como estaba, el Oporto lleg¨® con la lengua fuera al final del partido. Firm¨® su primera derrota despu¨¦s de 22 partidos, pero ya cuenta los d¨ªas para una vuelta que previsiblemente volver¨¢ a ser tan cerrada como imprevisible.
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