El Bar?a pena en Europa
El conjunto de Xavi es incapaz de pasar del empate ante el Inter en el Camp Nou y est¨¢ con un pie fuera de los octavos de la Champions
El pasado todav¨ªa pesa demasiado para que florezca el presente del Bar?a en la Champions. Los dos goles del reci¨¦n llegado Lewandowski solo sirvieron para empatar un partido que se daba por perdido por la cadena de errores defensivos iniciada por un ilustre veterano como Piqu¨¦ y continuada por el capit¨¢n Busquets. El central se equivoc¨® cuando el partido parec¨ªa que pod¨ªa girar a favor del Barcelona y el Inter encontr¨® el camino para acariciar su clasificaci¨®n para los octavos de la vieja Copa de Europa. Atacar, bien o mal, no sirve de nada cuando no hay quien ponga a salvo el ¨¢rea propia, sobre todo en un torneo que penaliza los fallos, una golosina para el maduro Inter. No salen los azulgrana del agujero, siempre clavados en el mismo sitio, igual de impotentes y frustrados, como si no supieran jugar la Champions, al borde por segundo a?o de la Liga Europa.
A falta de victorias, los azulgrana no paran de inventar formas de perder, la ¨²ltima especialmente cruel porque hubo un momento en que se contaba con la victoria por un gol de Demb¨¦l¨¦. Una falsa ilusi¨®n, ya que el equipo se rompi¨® de mala manera despu¨¦s del 1-1 y se entreg¨® a un intercambio de golpes y goles que le dej¨® a mitad de camino como en M¨²nich y en Mil¨¢n. Aunque el resultado puede parecer digno, el Bar?a nunca pareci¨® un equipo de la Champions. A los azulgrana, inmaduros e inconsistentes, y sobre todo fr¨¢giles sin Kound¨¦ y Araujo, siempre les pasa alguna cosa en los partidos de Europa.
Aunque la mayor preocupaci¨®n de la hinchada era t¨¢ctica, sobre todo por el desordenado partido contra el Celta, d¨ªa en que cost¨® adivinar de qu¨¦ jugaba cada futbolista, Xavi advirti¨® de que la cita frente el Inter se ten¨ªa que gestionar desde la valent¨ªa del equipo y el ardor del Camp Nou. La propuesta signific¨® la alineaci¨®n de Sergi Roberto como tercer centrocampista junto a Pedri y Gavi. La respuesta de Inzaghi fue a¨²n m¨¢s atrevida, o al menos su formaci¨®n ten¨ªa m¨¢s arrojo que la de Mil¨¢n. No jugaba un delantero ¡ªLautaro¡ª sino dos ¡ªDzeko¡ª y formaba Dumfries, un carrilero profundo y amenazador para Marcos Alonso. El guion anunciaba una partida de palabras mayores en el Camp Nou.
El Inter no se dejaba intimidar y el despliegue del Bar?a era tan generoso en ataque como en defensa, un plan tan aparente como est¨¦ril, siempre jaleado en cualquier caso por un atronador Camp Nou. Nunca fue f¨¢cil generar situaciones de superioridad ante un equipo tan bien armado como el Inter. Los ataques azulgrana acababan en un saque de esquina ¡ªMkhitaryan sac¨® bajo la porter¨ªa un cabezazo de Lewandowski¡ª o un disparo de media distancia mientras que las da?inas transiciones del Inter exig¨ªan una respuesta inequ¨ªvoca de Ter Stegen. Y cuando el portero no lleg¨®, tuvo la ayuda del larguero en un escorzo de Dzeko.
El partido se convirti¨® en un thriller por su tensi¨®n psicol¨®gica hasta que Lewandowski se solt¨® de la marca de los centrales, Pedri encontr¨® espacio para maniobrar y compareci¨® Raphinha. El brasile?o porfi¨® hasta ganar un bal¨®n dividido a Dimarco, toc¨® para la entrada de Sergi Roberto, tan rupturista en su movimiento como preciso en su centro, y Demb¨¦l¨¦ apareci¨® desbocado para embocar ante Onana. Un golazo despu¨¦s de unos momentos de euforia ofensiva por un remate que no encontr¨® porter¨ªa de Raphinha y una llegada de Pedri, al que le falt¨® aire y campo para superar al meta del Inter. La presi¨®n barcelonista despu¨¦s de un rato de paciencia acab¨® por destapar al Inter. Hasta que Piqu¨¦ se equivoc¨® en las dos ¨¢reas y propici¨® el 1-1.
El central solt¨® un taconazo en busca de Lewandowski ante Onana y acto seguido habilit¨® doblemente a Barella. Piqu¨¦ qued¨® enganchado cuando se impon¨ªa tirar la l¨ªnea de fuera de juego y se confi¨® despu¨¦s al dejar pasar el bal¨®n para que fuera controlado y cruzado por el centrocampista del Inter. El empate desorient¨® a los azulgrana y se?al¨® al zaguero, superado a campo abierto, mientras Eric Garc¨ªa ced¨ªa en el uno contra uno ante Lautaro en el 1-2, precedido por un error de Busquets. El argentino control¨® la pelota y enganch¨® un tiro que dio en la base de los dos postes antes de besar la red de Ter Stegen. El encuentro ya no tuvo remedio para el Bar?a, demasiado apresurado y reiteradamente expuesto, tan nervioso como perseverante en un final delirante, sin orden ni concierto, convencida la afici¨®n que por cada gol que marcara su equipo recibir¨ªa uno en contra del Inter.
La Champions es un torneo demasiado exigente para un equipo tierno e invertebrado futbol¨ªsticamente como el Bar?a. No se advierte la calma y el saber estar que se le supon¨ªa con la llegada de Xavi. El centro del campo ha dejado de ser la sala de m¨¢quinas para convertirse en una zona de paso incluso en el Camp Nou. El momento es tan doloroso y de tanto apuro que nadie tuvo tiempo de pensar en t¨ªtulos, palancas y menos en el Bernab¨¦u. El mejor Bar?a se perdi¨® desde el virus FIFA.
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