Juan Carlos Unzu¨¦, sin tab¨²es sobre la ELA: ¡°Hay una palabra m¨¢gica: aceptar¡±

En junio de 2018 Juan Carlos Unzu¨¦ (Pamplona, 55 a?os) not¨® que algo no iba bien. Uno de los dedos de la mano ten¨ªa otro ritmo, estaba descoordinado, le faltaba movilidad y fuerza. Un a?o despu¨¦s fue diagnosticado de esclerosis lateral amiotr¨®fica (ELA), enfermedad degenerativa neuromuscular. Comenz¨® ah¨ª una nueva vida para el que fue portero del Bar?a o del Sevilla y entrenador de equip...

En junio de 2018 Juan Carlos Unzu¨¦ (Pamplona, 55 a?os) not¨® que algo no iba bien. Uno de los dedos de la mano ten¨ªa otro ritmo, estaba descoordinado, le faltaba movilidad y fuerza. Un a?o despu¨¦s fue diagnosticado de esclerosis lateral amiotr¨®fica (ELA), enfermedad degenerativa neuromuscular. Comenz¨® ah¨ª una nueva vida para el que fue portero del Bar?a o del Sevilla y entrenador de equipos como el Celta y el Girona. Tambi¨¦n para quienes le rodean, sobre todo para su mujer, Mar¨ªa Elorza. Frente al drama, lejos de tirar la toalla, el navarro se ha venido arriba. Es la cara m¨¢s visible de las reivindicaciones de quienes sufren esta afecci¨®n. Y sus ganas de vivir se transmiten tanto en las distancias cortas como en la pantalla gracias al documental Unzue, l¡¯¨²ltim equip del Juancar (Unzu¨¦, el ¨²ltimo equipo de Juancar) dirigido por Xavi Torres, Santi Padr¨® y Jes¨²s Mu?oz y estrenado este lunes en el festival de M¨¢laga.

La agenda de Unzu¨¦ ha estado repleta durante el certamen cinematogr¨¢fico. Durante su estancia malague?a, de poco m¨¢s de dos d¨ªas, ha concedido una decena de entrevistas, participado en una mesa redonda y asistido al estreno de la pel¨ªcula. Lo hizo en el Teatro del Soho de Antonio Banderas con un objetivo claro: dar a conocer las consecuencias de la propia enfermedad para que ¡°algo cambie¡±, se?ala quien apenas tiene 15 minutos para charlar con EL PA?S. Escuch¨¢ndole el tiempo pasa a toda velocidad. Habla de capacidad de adaptaci¨®n, de visibilidad y soledad. De valorar lo esencial incluso antes de pasar por situaciones cr¨ªticas. Y de que la vida merece la pena a pesar de las circunstancias que conlleva una enfermedad que afecta a unas 4.000 personas en Espa?a. ¡°Hay una palabra m¨¢gica: aceptar. En el momento que t¨² aceptas ese diagn¨®stico que no puedes ni controlar ni cambiar, todo, dentro de la dificultad, es un poco m¨¢s sencillo¡±, afirma.

Mientras responde las preguntas, tiene a su lado a Xavi Torres y enfrente, a su mujer. Elorza, silenciosa, prefiere pasar desapercibida. La exposici¨®n medi¨¢tica de Unzu¨¦ crece cada d¨ªa, pero al exdeportista profesional eso no lo cansa. ¡°F¨ªsicamente, alg¨²n d¨ªa, s¨ª. Todo esto me genera mucha energ¨ªa positiva y me compensa. Me hace sentir ¨²til, feliz en muchos momentos y eso me ayuda. Siento que cuando escuch¨¢is la cruda realidad os qued¨¢is impactados. Eso hace que yo sienta que os tengo cerca, que est¨¢is pendientes. Y se agradece mucho. Porque es lo que requiere esta enfermedad¡±, se?ala el protagonista del documental, cuyos cambios son evidentes a lo largo de los casi tres a?os de rodaje. En 2020, por ejemplo, llega al set de entrevistas caminando. En 2022, lo hace en silla de ruedas.

¡°En el d¨ªa a d¨ªa no me doy tanta cuenta, pero en el documental s¨ª que he visto el deterioro f¨ªsico¡±, dice su mujer. ¡°Yo tengo claro cu¨¢ndo se han producido algunos cambios, pero otros no. Esta es una enfermedad muy sibilina que te va quitando poco a poco las capacidades¡±, subraya. Llama la atenci¨®n la manera tan positiva de afrontar lo que no tiene remedio, porque la ELA es una enfermedad terminal y sin cura. El documental sigue su ejemplo: no olvida la realidad, pero dirige la c¨¢mara hacia lo luminoso. ¡°No puedes hacer algo para que el espectador est¨¦ 90 minutos llorando. En la vida se r¨ªe y se llora, como hacen ellos¡±, se?ala Torres, que cree ¡°una verg¨¹enza¡± que haya que llamar la atenci¨®n de la administraci¨®n con trabajos como este. ¡°No tienen ayudas, ni visibilidad, nada. Esto no le puede pasar a la sociedad moderna de un pa¨ªs avanzado¡±, subraya quien ha compuesto un relato cargado de emoci¨®n que se acerca a la intimidad del Unzu¨¦. Con su pareja, con sus hijos o cuando se sube por ¨²ltima vez a una bicicleta de monta?a. Las c¨¢maras tambi¨¦n le acompa?an mientras canta Eso que t¨² me das, de Pau Don¨¦s, en una est¨¢tica o cuando acude al hospital.

¡°La enfermedad es una cabronada, es complicada, no nos enga?emos¡±, reconoce tras encontrar en la reivindicaci¨®n un nuevo sentido a su vida, lejos del f¨²tbol. ¡°Hay un antes y un despu¨¦s de Juan Carlos Unzu¨¦ en el mundo de la ELA¡±, dice Esther Sell¨¦s, directora de la fundaci¨®n Miquel Valls. ¡°Ahora es la cara de la ELA¡±, a?ade durante la pel¨ªcula Natalia Yepes, viuda de un paciente con esta enfermedad. Y ¨¦l lo afronta desde la sonrisa, lejos del drama. Asegura que en los casi cuatro a?os que han pasado desde el diagn¨®stico no ha tenido ni un solo baj¨®n y, a cambio, ha vivido ¡°much¨ªsimos buenos momentos¡±. Se comprueba en un trabajo que incluye situaciones dram¨¢ticas y circunstancias tr¨¢gicas, pero que se aleja del llanto para mirar hacia adelante.

Es lo que hacen esos otros enfermos de ELA a los que Juan Carlos ha conocido y fichado para el que ser¨¢ su ¨²ltimo equipo. ¡°Gracias a ¨¦l la enfermedad llega a muchas m¨¢s personas que no sab¨ªan lo que era¡±, cuenta uno de ellos, Jordi Sabat¨¦, a trav¨¦s de correo electr¨®nico. Tiene 39 a?os y fue diagnosticado hace ocho. Muy activo en redes sociales, se comunica a trav¨¦s de infrarrojos que leen su mirada.

Sabat¨¦s destaca la celebraci¨®n del partido en agosto pasado entre el Manchester City y el F. C. Barcelona ante 91.062 espectadores. Se recaudaron m¨¢s de cuatro millones de euros para la investigaci¨®n sobre la enfermedad. Antes, Unzu¨¦ se dirigi¨® a las dos plantillas en los vestuarios ante las miradas de Xavi Hern¨¢ndez y Pep Guardiola. Luego acompa?¨® cada mitad del partido a cada uno de los entrenadores en el banquillo. Sus ojos brillantes y la sonrisa que aquel encuentro protagonizan el cartel de la pel¨ªcula. ¡°Es la sensaci¨®n que tuve en ese momento. Porque la amistad fue la raz¨®n principal de aquel partido y porque percib¨ª la cantidad de gente que nos ha querido echar una mano¡±, se?ala quien recuerda exactamente la cifra ¡ª4.362.872 euros¡ª que se recaud¨® ese d¨ªa. ¡°Es algo material, s¨ª, pero lo destinamos todo a la investigaci¨®n de la ELA¡±, apunta. ¡°Encontrar un momento m¨¢s feliz que ese ser¨¢ dif¨ªcil¡±, concluye.

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