Rublev triunfa en Montecarlo y sube otro escal¨®n
El fuego de Rune condena al dan¨¦s e impulsa al ruso, que tras dos intentos frustrados conquista su primer Masters 1000, el mayor premio de su carrera
Andrey Rublev empieza a asir el trofeo de Montecarlo en el instante en el que Holger Rune, un joven volc¨¢n en erupci¨®n, estalla y env¨ªa un pelotazo fuera de la pista y acto seguido otro despu¨¦s de fallar una doble volea. A partir de ah¨ª, el ruso, que previamente hab¨ªa llegado a sortear una bola de rotura con un 4-1 adverso en ese tercer parcial, consolida la remontada (5-7, 6-2 y 7-5 en 2h 34m) y festeja emocionado. No es para menos. Tiene 25 a?os, es el sexto mejor tenista de la actualidad y eleva su primer Masters 1000, despu¨¦s de haber perdido hace dos a?os la final del Principado y esa mis...
Andrey Rublev empieza a asir el trofeo de Montecarlo en el instante en el que Holger Rune, un joven volc¨¢n en erupci¨®n, estalla y env¨ªa un pelotazo fuera de la pista y acto seguido otro despu¨¦s de fallar una doble volea. A partir de ah¨ª, el ruso, que previamente hab¨ªa llegado a sortear una bola de rotura con un 4-1 adverso en ese tercer parcial, consolida la remontada (5-7, 6-2 y 7-5 en 2h 34m) y festeja emocionado. No es para menos. Tiene 25 a?os, es el sexto mejor tenista de la actualidad y eleva su primer Masters 1000, despu¨¦s de haber perdido hace dos a?os la final del Principado y esa misma temporada la de Cincinnati. Esta vez, sin embargo, cuenta con la c¨®lera del rival como decisiva aliada.
Rune es, junto con Carlos Alcaraz y Jannik Sinner, el tercer miembro del tridente destinado a dominar la pr¨®xima d¨¦cada del tenis, m¨¢s all¨¢ de la cuota que puedan acaparar los Medvedev, Tsitsipas, Zverev o Auger-Aliassime. El dan¨¦s, de 19 a?os y vencedor el curso pasado en Par¨ªs-Bercy, posee los golpes, el f¨ªsico y el deseo, pero tambi¨¦n un considerable problema a la hora de gestionar sus emociones que viene jug¨¢ndole malas pasadas en su breve recorrido en la ¨¦lite. En esta ocasi¨®n, el cortocircuito le priv¨® de su segundo trofeo en un mil, y decidi¨® un duelo que pese a haber transcurrido entre alternativas parec¨ªa decantado a su favor.
Presa de la tensi¨®n, dinamit¨® sus opciones a base de errores, dobles faltas (9) y malos gestos hacia la grada, mientras que Rublev, otro jugador dado a las desconexiones y penalizado con frecuencia por la zozobra interior, aprovech¨® la situaci¨®n. De alg¨²n modo, el moscovita ¨Centrenado desde hace ocho a?os por el espa?ol Fernando Vicente¨C se encontr¨® enfrente una r¨¦plica, a un rival que cuando se avecinan curvas no suele canalizar adecuadamente su fogosidad. Valiosa lecci¨®n, por tanto. Frente a la c¨®lera de Rune, templanza y buen hacer hasta atrapar un premio que le permite subir de escal¨®n.
Rublev, de 25 a?os, hab¨ªa conquistado hasta ahora cinco torneos de categor¨ªa 500 ¨Cla tercera en importancia en el circuito de la ATP, tras los Grand Slams y los Masters 1000¨C y siete de 250. Desde hace tiempo viene amagando, pero no termina de golpear de verdad. Asentado ya entre los m¨¢s fuertes, precisa de un salto cualitativo para litigar con los mejores y poder ofrecer un rendimiento superior en los majors, en los que nunca ha franqueado la barrera de los cuartos. Gana ahora vuelo con un galard¨®n de prestigio y abre una trampilla que de aqu¨ª en adelante tal vez pueda reportarle m¨¢s ¨¦xitos. Ahora, por fin, conoce la f¨®rmula. Venci¨® ¨¦l esta vez, pero ayudado por Rune.
¡°Lo he dado todo¡±, apunt¨® el n¨®rdico, aspirante a seguir los pasos de gigantes de las tierras altas como Borg, Wilander o Edberg. ¡°Ten¨ªa controlado el tercer set, pero no he conseguido cerrarlo. Es decepcionante, pero lo importante es Roland Garros [donde alcanz¨® los cuartos en 2022]¡±, prosigui¨®. ¡°?El p¨²blico? No es normal que alguien grite mientras est¨¢ sacando y si la juez de silla no interviene, lo hago yo. Es una cuesti¨®n de respeto; yo les respeto a ellos y ellos deben respetarme a m¨ª, eso es todo¡±, zanj¨® el dan¨¦s, admirador de Cristiano Ronaldo y nacido solo seis d¨ªas antes que Carlos Alcaraz, ambos de 2003.
Guerreando desde la generaci¨®n intermedia, Rublev intenta abrirse hueco y a?ade su nombre a los del murciano (Indian Wells) y Medvedev (Miami), coronados en los dos Masters 1000 disputados hasta el desembarco en la gira sobre tierra batida. ¡°Al comienzo de la semana no esperaba ganar, la verdad. En las anteriores finales no estaba preparado mentalmente, pero me he dicho: ¡®Cree hasta el final¡±, afirm¨® el campe¨®n, tenista din¨¢mico y con pegada, demasiado quebradizo y sorprendente ganador de un torneo que se le escap¨® de las manos hace un par de a?os. En una edici¨®n extra?a, sin Nadal ni Alcaraz, derrapando Djokovic y Tsitsipas, la gloria fue para ¨¦l.
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