El Rayo martiriza al Barcelona
El equipo de Iraola abate con dos zurdazos a un conjunto azulgrana destensado y sin respuesta ante el jolgorio de la colorida y festiva grada de Vallecas
Andoni Iraola es seguramente el entrenador que mejor ha descifrado al Barcelona. Los azulgrana no encuentran la manera de jugar contra el Rayo. No extra?a por tanto que los resultados sean negativos ¡ªtres derrotas y un empate¡ª para el plantel que hoy entrena Xavi. Los vallecanos penalizaron con la precisi¨®n de un cirujano las desatenciones defensivas del Barcelona. Ter Stegen, que hab¨ªa dejado su porter¨ªa a cero en 23 de 30 partidos, encaj¨® dos goles y el Barcelona sum¨® su tercera derrota del campeonato justo despu¨¦s de que el Girona sometiera al Madrid.
Los azulgrana no supieron cerrar la Liga y mantienen los 11 puntos de ventaja sobre los madridistas al final de un partido gobernado con mano de hierro por el Rayo. El Bar?a no tuvo tensi¨®n competitiva ni tampoco rebeld¨ªa y, como ya es costumbre, se abandonaron con el marcador en contra ante un rival que fue ovacionado y coreado por la grada de Vallecas. Abatida la zaga barcelonista, la delantera recuper¨® su habitual palidez: dos goles en los ¨²ltimos cuatro partidos despu¨¦s del anotado por Ferran Torres contra el Atl¨¦tico y el que marc¨® ayer a ¨²ltima hora Lewandowski.
El Rayo es un equipo de autor desde la llegada de Iraola. Tiene una personalidad futbol¨ªstica muy marcada y es igual de reconocible en un campo peque?o como Vallecas ¡ªescenario en el que se firm¨® el finiquito de Koeman¡ª, que en un estadio de la grandeza del Camp Nou ¡ªempat¨® a cero en el inicio de Liga¡ª. Juega con mucha intensidad y obliga al adversario a ser ¡°muy pr¨¢ctico¡±, de acuerdo al diagn¨®stico de Xavi, que form¨® con tres medios y tres delanteros despu¨¦s del partido de Ferran Torres contra el Atl¨¦tico. Ausente por sanci¨®n Busquets, los azulgrana se ordenaron a partir de Pedri. No funcion¨® la propuesta inicial del Bar?a.
No es f¨¢cil encontrar espacios en la cancha y los interiores no paran de dar vueltas hasta el punto de que a menudo se descuelgan en cancha propia en busca de aire por la presi¨®n de los jugadores de Iraola. As¨ª que Pedri perdi¨® la pelota despu¨¦s de recular mucho y solo la excelente intervenci¨®n de Ter Stegen evit¨® el gol de Camello. ?lvaro Garc¨ªa, en cambio, no perdon¨® el error de Gavi, igual de pusil¨¢nime que Pedri, encimado por Camello. La asistencia del delantero la cruz¨® de forma imparable el zurdo ?lvaro Garc¨ªa. Camello era indetectable para la defensa del Barcelona y pesaba mucho m¨¢s en el partido que Lewandowski.
El polaco no atin¨® en la ¨²nica transici¨®n que pudieron trazar los azulgrana pasada la media hora porque su tiro fue rechazado por Dimitrievski. Y cuando Lewandowski acert¨® al filo del descanso, despu¨¦s de un pase filtrado naturalmente de Pedri, el gol fue anulado por fuera de juego por la intervenci¨®n del VAR. Al equipo barcelonista le faltaba precisi¨®n y profundidad para salvar el acoso del Rayo. Pedri entraba poco en juego y Gavi se desquiciaba con Isi Palaz¨®n ante el jolgorio de una hinchada que nada m¨¢s empezar el partido empapel¨® el ¨¢rea de Dimitrievski. El Bar?a no sab¨ªa c¨®mo salir de la camisa de fuerza que le puso el Rayo.
El equipo de Iraola era m¨¢s agresivo, m¨¢s r¨¢pido y m¨¢s listo que el azulgrana, penalizado por la discontinuidad del juego y la mala colocaci¨®n de Kound¨¦. El franc¨¦s parece confundido, sin saber si es lateral o central, poco contundente en su ¨¢rea y desaparecido en ataque, fuera del tenso partido de Vallecas. Tampoco sumaba Ferran. Al Barcelona le faltaban jugadores para igualar la fuerza del Rayo. Tambi¨¦n se venci¨® Frenkie de Jong, insustancial hasta el 1-0 como medio centro, y concedi¨® el 2-0 despu¨¦s de perder la disputa de la pelota y habilitar la carrera y el remate con la izquierda de Fran Garc¨ªa.
Ning¨²n azulgrana se interpuso en la vertiginosa carrera del jugador del Rayo ante el desespero de Xavi. El t¨¦cnico intent¨® cambiar el guion del partido con la entrada de Jordi Alba y Ansu Fati. La rueda de cambios solamente sirvi¨® para expresar la desorientaci¨®n del Barcelona. El gol de Lewandowski lleg¨® despu¨¦s de un rechace provocado por un tiro de Kessi¨¦. El centrocampista funciona como un verso libre y sus intervenciones cerca del ¨¢rea siempre provocan alboroto y a veces ocasiones, o incluso goles como se vio ante el Madrid.
El gol del ariete polaco apenas tuvo incidencia en el final de partido porque no vari¨® la actitud de los dos equipos: no sab¨ªa qu¨¦ hacer el Barcelona con la pelota mientras el Rayo tocaba, amagaba y hasta alcanzaba posiciones de remate ante Ter Stegen. El meta, Zamora del torneo, no pudo cerrar su porter¨ªa, y al l¨ªder no le alcanz¨® con el gol del Pichichi Lewandowski. El juego fue siempre de un coloso Rayo. Iraola sabe c¨®mo negar y ganar al Bar?a.
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