Ni Haaland ni Messi, el amo fue Guardiola
El City no gan¨® por dinero ni por tener al mejor jugador del mundo, sino que derrot¨® a un equipo y a unos jugadores que derrochan Champions con la obra coral de su entrenador
La historia de la Copa de Europa se puede contar a partir de los 14 t¨ªtulos del Madrid. Aunque cada uno tiene sus protagonistas, el hilo conductor es el car¨¢cter ganador que tiene el equipo desde el impacto causado por Di St¨¦fano. El relato ser¨ªa en cualquier caso distinto si se traza a partir de futbolistas trascendentes como Cruyff. Y la narraci¨®n todav¨ªa cambiar¨ªa m¨¢s si se tomara como referencia a los entrenadores porque Ancelotti es muy distinto a Paisley y Ferguson p...
La historia de la Copa de Europa se puede contar a partir de los 14 t¨ªtulos del Madrid. Aunque cada uno tiene sus protagonistas, el hilo conductor es el car¨¢cter ganador que tiene el equipo desde el impacto causado por Di St¨¦fano. El relato ser¨ªa en cualquier caso distinto si se traza a partir de futbolistas trascendentes como Cruyff. Y la narraci¨®n todav¨ªa cambiar¨ªa m¨¢s si se tomara como referencia a los entrenadores porque Ancelotti es muy distinto a Paisley y Ferguson poco tiene que ver con Mourinho o Zidane o HH.
Hay, sin embargo, un t¨¦cnico que ha sido el eje sobre el que ha girado la competici¨®n y el f¨²tbol en los ¨²ltimos a?os, 10 veces semifinalista en 13 temporadas, finalista por cuarta vez y que cuenta 100 victorias: Guardiola. La Champions tambi¨¦n se puede explicar con una antolog¨ªa de los partidos dirigidos desde 2008 por el hoy entrenador del Manchester City y antes del Bayern y Bar?a. La serie incluir¨ªa por su perfecci¨®n la final de Wembley 2011, mejor que la de Roma 2009, y victorias como el 4-0 contra el Bayern en 2009 y el 0-2 del Bernab¨¦u en 2011.
Los dos goles contra el Madrid fueron marcados por Messi. El argentino ya hab¨ªa anotado cuatro contra el Arsenal en 2010 y cinco al Bayer Leverkusen en 2012. La figura del 10, l¨ªder de una generaci¨®n ¨²nica ¡ªXavi, Iniesta, Busquets, Piqu¨¦, Puyol¡ª, se utiliz¨® tambi¨¦n a veces para relativizar la importancia de Guardiola en aquellos ¨¦xitos que tuvieron mucho m¨¢s impacto que las derrotas con el Inter en 2010 y el Chelsea en 2012. Messi ser¨ªa a fin de cuentas el verdugo del Bayern de Guardiola en 2015 cuando el Bar?a se proclam¨® campe¨®n en Berl¨ªn.
No le sirvi¨® de nada al campe¨®n b¨¢varo golear al Oporto (6-1), al Shakhtar (7-0) o a la Roma (1-7). El equipo de Guardiola qued¨® marcado en Alemania (2013-2016) por sus tres derrotas en semifinales ante rivales espa?oles ¡ªBar?a, Atl¨¦tico y Madrid¡ª y por el 0-4 de 2014 con tantos de Sergio Ramos y Cristiano Ronaldo. El encanto de Guardiola perd¨ªa fulgor europeo desde que se hab¨ªa alejado de Messi. Tampoco acababa de recuperar el brillo en el City por su derrota en la final de 2021 y la eliminaci¨®n en la semifinal de 2022 frente al Madrid.
Aquella derrota ayud¨® a reforzar el v¨ªnculo madridista con la victoria y la Copa de Europa y tambi¨¦n el desencuentro de Guardiola, por su defensa del juego como ¨²nica v¨ªa hacia el triunfo, incluso en la Champions. El dolor por el 3-1 aliment¨®, sin embargo, la revancha del City hasta el extremo de que el entrenador y los jugadores apostaron mayoritariamente en la porra previa al ¨²ltimo sorteo de cuartos por un reencuentro en las semifinales con la vuelta a disputar en el Etihad.
As¨ª se dio para suerte de los citizen, que completaron un partido antol¨®gico, digno del cat¨¢logo de obras de arte de Guardiola, el entrenador que defiende el c¨®mo frente al rival que solo se explica a partir de la victoria, el Madrid. El 4-0 es un momento cumbre para el equipo ingl¨¦s, plet¨®rico f¨ªsica, t¨¢ctica y mentalmente, tan t¨¦cnico como pasional, muy arm¨®nico durante el a?o en M¨¢nchester. El resultado tambi¨¦n expresa la madurez alcanzada por Guardiola. Las alineaciones del t¨¦cnico ya no sorprenden y, sin embargo, no para de dar vueltas al juego, tan intenso y expresivo en la cancha como cerebral en el laboratorio, siempre en busca de la perfecci¨®n, como se vio ante el Madrid.
Alcanza con obsevar los movimientos del lateral-interior, el f¨²tbol con y sin bal¨®n de Stones, o la manera c¨®mo Haaland condiciona el juego propio y ajeno, para advertir la evoluci¨®n del City. Un desarrollo que mantiene su fidelidad a la posesi¨®n, posici¨®n y presi¨®n que Guardiola aprendi¨® de Cruyff y tambi¨¦n la apuesta por la profundidad en las bandas y la figura del medio centro, un puesto sublimado ahora por Rodri.
No marc¨® Haaland ni estaba Messi. El City no gan¨® por dinero ni por tener al mejor jugador del mundo sino que derrot¨® a un equipo y a unos jugadores que derrochan Champions con la obra coral de Guardiola. Ya no queda m¨¢s reproche que el de rematar la faena en la final contra el Inter.
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