El Atl¨¦tico ya es de Champions tras pasar por encima de Osasuna
Simeone logra por und¨¦cima vez consecutiva el objetivo marcado por el club en un partido en el que Sa¨²l recuper¨® su mejor versi¨®n
Sa¨²l forma parte de esos extra?os de estancamientos de futbolistas. Jugadores que pueden tener casi todo y de repente se quedan en nada. En este Atl¨¦tico ha sido residual, pero este domingo ha resultado decisivo para que el Atl¨¦tico derrotara a Osasuna. Apareci¨® ese volante de pierna dura y llegada letal para firmar el inicio de la jugada del primer gol y comenzar a finiquitar el encuentro con un gol muy suyo. De la ¨¦poca en la que era un martillo pil¨®n cada vez que se asom...
Sa¨²l forma parte de esos extra?os de estancamientos de futbolistas. Jugadores que pueden tener casi todo y de repente se quedan en nada. En este Atl¨¦tico ha sido residual, pero este domingo ha resultado decisivo para que el Atl¨¦tico derrotara a Osasuna. Apareci¨® ese volante de pierna dura y llegada letal para firmar el inicio de la jugada del primer gol y comenzar a finiquitar el encuentro con un gol muy suyo. De la ¨¦poca en la que era un martillo pil¨®n cada vez que se asomaba al balc¨®n del ¨¢rea. Correa puso el broche a un duelo en el que el Atl¨¦tico hizo un ejercicio de eficacia y contundencia cuando su rival se destap¨®.
El triunfo le dio al Atl¨¦tico para certificar su clasificaci¨®n para la Liga de Campeones a tres jornadas del final. La und¨¦cima vez consecutiva que Diego Pablo Simeone cumple con el objetivo que condiciona temporada a temporada la planificaci¨®n deportiva. Este Atl¨¦tico instalado en la primera l¨ªnea del escaparate solo es viable con el man¨¢ econ¨®mico de la gran competici¨®n europea. Para disputarla el pr¨®ximo curso, Simeone y sus futbolistas han tenido que firmar una segunda parte de la temporada casi impecable. Con lo ofrecido antes del par¨®n por el Mundial de Qatar no daba.
El m¨¦rito de Simeone ha sido levantar an¨ªmica y futbol¨ªsticamente a un equipo que emit¨ªa muy malas se?ales a finales de octubre. Salir del socav¨®n tambi¨¦n era una prueba para el propio preparador argentino. ?l y sus futbolistas se han rehecho a tiempo para asegurarse otra temporada m¨¢s en la gran ¨¦lite europea. Ya pudieron hacerlo la semana pasada en Elche, pero los cuatro d¨ªas de descanso concedidos por el t¨¦cnico derivaron en el peor partido de la segunda vuelta de los rojiblancos.
Contra Osasuna, de arranque, se vio a un equipo m¨¢s enchufado y m¨¢s consciente de la necesidad de cerrar la plaza de Champions. No se fiaba Simeone de lo que pod¨ªan deparar sus futbolistas y su inc¨®modo rival. La exigencia del partido y lo que estaba en juego le llev¨® a abandonar la idea que madur¨® durante la semana de alinear a Pablo Barrios para cubrir la baja del lesionado Lemar. Prefiri¨® el oficio, el f¨ªsico y la jerarqu¨ªa de Sa¨²l por m¨¢s que este ande alejado del futbolista que fue y puede ser. Tampoco le viene mal al club mostrarle con vistas a una posible venta que le alivie de una ficha elevada. Sa¨²l respondi¨® con su mejor partido en mucho tiempo. Evoc¨® a aquel jugador de tranco poderoso en una conducci¨®n y una rosca que estrell¨® en el palo. A la espalda de Aridane y David Garc¨ªa hab¨ªa un mundo cuando Osasuna decid¨ªa presionar la salida de bal¨®n del Atl¨¦tico. A Griezmann se le abrieron la misma pradera y la misma secuencia que a Sa¨²l y el final fue el mismo: disparo al palo. Fue ese primer tramo el mejor del Atl¨¦tico en todo el primer tiempo. Con Carrasco como obligado alborotador porque el equipo ha cogido una inclinaci¨®n cr¨®nica a atacar por la izquierda. Ese exceso es un defecto que convirti¨® a los rojiblancos en un equipo previsible y permiti¨® cierto crecimiento de un Osasuna timorato hasta entonces, visiblemente afectado por las bajas de Abde y Moi G¨®mez.
Cogi¨® m¨¢s bal¨®n el equipo de Jagoba Arrasate. Entraron m¨¢s en escena Torr¨® y Moncayola y el Chimy ?vila y Budimir intentaron alguna escaramuza. Ambos se encontraron con un Gim¨¦nez imperial en el juego a¨¦reo. El control que ejerc¨ªa Osasuna parec¨ªa condenar al empate el primer tiempo. Hasta que una disputa por un bal¨®n a¨¦reo en el centro del campo abri¨® otra brecha a la espalda de Aridane y David Garc¨ªa. Este arroll¨® a Morata en su intento de despeje y la pelota le cay¨® a S¨¢ul. ?vido, el volante lanzo a correr a Griezmann. Por el otro costado acompa?aba la contra Carrasco, que empuj¨® la pelota a placer.
El golpe en la cabeza dej¨® a Morata en el vestuario y Correa ocup¨® su lugar. Emergi¨® un Atl¨¦tico firme atr¨¢s en los intentos de Osasuna por complicarle la vida con centros laterales que confirmaron la tarde autoritaria de Gim¨¦nez. Y a la m¨ªnima que pudo termin¨® por ventilar el partido. Un robo de Koke y un pase sibilino de de De Paul para el corte por el medio del ¨¢rea de Sa¨²l. El control con el pecho y el zurriagazo a la escuadra revivieron su mejor versi¨®n. La de aquel volante que se reivindicaba como un ocho llegador y encandilaba a grandes clubes de la Premier. Correa cerr¨® la cuenta tras una combinaci¨®n con De Paul, otro de los art¨ªfices de la resurrecci¨®n que tanto ha aliviado a Simeone y a la dirigencia del club.
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