El golpe en la mesa de Brasil: as¨ª se ha movilizado el pa¨ªs para que Espa?a combata el racismo y proteja a Vinicius
La denuncia del futbolista del Real Madrid ha activado al presidente Lula, varios ministerios y compatriotas de toda condici¨®n indignados con la pasividad espa?ola
Brasil no es uno de esos pa¨ªses que va por el mundo dando golpes en la mesa. Siempre ha preferido la discreci¨®n, usar sus encantos y buscar consensos. Pero el en¨¦simo ataque racista contra Vinicius J¨²nior en un estadio de f¨²tbol espa?ol, europeo, colm¨® la paciencia de los brasile?os, con el presidente Luiz In¨¢cio Lula da Silva a la cabeza. El domingo por la noche, muy pocas horas despu¨¦s de que el ¨¢rbitro pitara el final del Valencia-Real Madrid, la crisis era ya de magnitud y la repercusi¨®n mundial. El Gobierno brasi...
Brasil no es uno de esos pa¨ªses que va por el mundo dando golpes en la mesa. Siempre ha preferido la discreci¨®n, usar sus encantos y buscar consensos. Pero el en¨¦simo ataque racista contra Vinicius J¨²nior en un estadio de f¨²tbol espa?ol, europeo, colm¨® la paciencia de los brasile?os, con el presidente Luiz In¨¢cio Lula da Silva a la cabeza. El domingo por la noche, muy pocas horas despu¨¦s de que el ¨¢rbitro pitara el final del Valencia-Real Madrid, la crisis era ya de magnitud y la repercusi¨®n mundial. El Gobierno brasile?o tard¨® un suspiro en dejar claro su monumental malestar porque llov¨ªa sobre mojado: ¡°La reiteraci¨®n de los ataques requer¨ªa una respuesta fuerte de Brasil para que las autoridades espa?olas y la sociedad espa?olas sean conscientes¡±, explican fuentes diplom¨¢ticas brasile?as. ¡°No puede ser que [Vinicius] sea objetivo sistem¨¢tico y que no pase nada¡±, a?aden.
Antes de este episodio, el racismo contra Vinicius en Espa?a ya era noticia de primera p¨¢gina en su patria y objeto de indignaci¨®n popular. En ese ambiente caldeado, la furia estall¨® tras el partido en Valencia por los insultos, claro, pero agravado porque Vinicius fue expulsado del campo cuando protest¨® y se?al¨® a los racistas, y por la ristra de reproches que le dedic¨® a la v¨ªctima el presidente de LaLiga en su primera reacci¨®n, por la que Javier Tebas ha pedido disculpas. Circularon por redes memes que combinaban las capuchas del Ku Klux Klan con el logo de LaLiga, llamamientos al Banco de Santander para que dejara de patrocinarla y el martes, un centenar de activistas antirracistas se manifestaron ante el Consulado espa?ol en S?o Paulo.
La periodista Rachel Quintiliano, columnista de la revista Ra?a (Raza en portugu¨¦s), dice que le hubiera gustado acabar el fin de semana ¡°celebrando otra gran actuaci¨®n de Vini Jr¡± en la cancha. ¡°Pero realmente [lo sucedido en Mestalla] fue muy grave y su actitud de no retroceder y exigir respeto fue fundamental para que el tema tenga esta repercusi¨®n y se pueda hacer una reflexi¨®n m¨¢s profunda. Eso espero. El tema es viejo, cotidiano y desafiante¡±. Esta brasile?a, promotora de equidad en g¨¦nero y raza, opina que ¡°no existe una crisis, existe una oportunidad de que Brasil y Espa?a trabajen juntos para afrontar un problema que es recurrente dentro y fuera del campo en ambos pa¨ªses¡±.
Poco tard¨® el Gobierno brasile?o en sacar una inusual artiller¨ªa diplom¨¢tica. En Jap¨®n, donde estaba Lula tras asistir al G7, ya era lunes y amanec¨ªa cuando en Espa?a era de madrugada y en Brasil todav¨ªa la tarde del domingo. Ante la prensa en Hiroshima, las primeras palabras de Lula fueron de solidaridad con Vinicius y para hacer un llamamiento a las autoridades deportivas porque, dijo, ¡°no podemos permitir que el fascismo y el racismo dominen dentro de los estadios de f¨²tbol¡±.
Acto seguido, cinco ministerios (Exteriores, Igualdad Racial, Justicia, Deportes y Derechos Humanos) emit¨ªan una nota conjunta: ¡°Lamentamos profundamente que, hasta ahora, las autoridades no hayan tomado medidas eficaces para prevenir y evitar la repetici¨®n de esos actos de racismo¡± contra el futbolista, dec¨ªan, y exig¨ªan a la FIFA, la federaci¨®n espa?ola de F¨²tbol y a LaLiga que atajaran las recurrentes agresiones verbales.
¡°Espa?a necesitaba esta lecci¨®n¡±, sostiene el embajador brasile?o retirado Marcos Azambuja. ¡°El racismo hay que combatirlo porque es muy contagioso. Es necesario responder con sobriedad y firmeza¡±, recalca el tambi¨¦n consejero del Centro Brasileiro de Rela??es Internacionais (CEBRI).
Sin quitar valor a las primeras medidas adoptadas por las autoridades espa?olas, enfada en Brasil que los sospechosos de colgar en enero un mu?eco que simulaba el ahorcamiento de Vinicius hayan sido detenidos cinco meses despu¨¦s. Tambi¨¦n recuerdan que los 45.000 euros de multa impuestos al Valencia FC no son una cantidad abultada en el negocio del balompi¨¦. Exactamente, mil veces menos de los 45 millones de euros que el Real Madrid pag¨® por el propio Vinicius hace un lustro.
La indignaci¨®n hacia el f¨²tbol y las autoridades espa?olas no obedece ¨²nicamente a que, de las diez denuncias presentadas por el madridista por ataques esta temporada, solo dos se hayan traducido en castigos. Es que el se?alamiento viene de lejos. Un periodista deportivo brasile?o recordaba que Vinicius ha mostrado una firmeza ante estos ataques que molesta profundamente a quienes est¨¢n convencidos de que le llamen mono desde la grada o fuera del estadio no es tan grave y adem¨¢s son gajes del oficio. Esa actitud de ignorar y normalizar el racismo sulfura a muchos en Brasil, donde la Confederaci¨®n Brasile?a de F¨²tbol acaba de implantar un protocolo con castigos m¨¢s duros para los racistas que cualquier norma europea. Noventa incidentes fueron registrados en 2022.
Como recuerdan en Brasil, adem¨¢s de los insultos, est¨¢n las entradas violentas de los adversarios. Entre los futbolistas de las cinco grandes ligas europeas, Vinicius es el que m¨¢s faltas ha recibido esta temporada, recordaba un reportero que recalcaba, ¡°con m¨¢s del doble que el segundo¡±.
Para los comentaristas brasile?os, este acoso naci¨® el d¨ªa que un tertuliano espa?ol dijo en televisi¨®n, a cuenta de los bailes que se marcaba el delantero para celebrar sus goles, que aquello era una provocaci¨®n al rival. ¡°Si quieres bailar samba, te vas a Brasil, aqu¨ª tienes que respetar a tus compa?eros de profesi¨®n y dejar de hacer el mono¡±, espert¨®. Esa alegr¨ªa es una de las se?as de identidad de Vinicius. Al embajador, que es seguidor del Flamengo y que revela que ¨¦l mismo tuvo que educarse para no mentar la madre del adversario y llamarle cornudo al calor del partido, le recuerda a Garrincha.
La celeridad con la que el presidente Lula abraz¨® la causa de Vinicius es muestra tambi¨¦n de su famoso olfato pol¨ªtico. Como dice el diplom¨¢tico retirado del CEBRI, ¡°no hay pol¨ªtico al que no le guste una causa popular. Apoyarlo [a Vinicius] tiene un valor propagand¨ªstico grande, nadie estar¨ªa en contra de una causa como esa¡±. La crisis Brasil-Espa?a estall¨® tras un G7 que se centr¨® en la guerra de Ucrania y en Zelenski mucho m¨¢s de lo que Lula hubiera querido y cuando el mandatario a¨²n no ten¨ªa amarrada su primera victoria parlamentaria de este mandato, que logr¨® despu¨¦s.
Este caso ha tocado un nervio para la mayor¨ªa de los brasile?os, que han dejado de lado la polarizaci¨®n pol¨ªtica para arropar juntos a un joven deportista sometido a una persecuci¨®n injusta por el color de su piel. Para sus compatriotas es f¨¢cil sentirse identificados. El 56% de los brasile?os son negros o mestizos y pocos negar¨ªan que el suyo es un pa¨ªs, que fue levantado por esclavos e inmigrantes, donde el racismo es un problema estructural, como constatan las estad¨ªsticas. Los afrobrasile?os son m¨¢s pobres, enferman m¨¢s, mueren antes que sus compatriotas blancos.
Como recalcaba al hilo de esta pol¨¦mica una tuitera brasile?a que vive en Espa?a hace a?os, su pa¨ªs natal est¨¢ muy por delante del de adopci¨®n en el debate sobre la cuesti¨®n racial. Mientras en Espa?a la discusi¨®n est¨¢ relacionada con la inmigraci¨®n y la xenofobia (aunque ya hay millones de nuevos espa?oles que nacieron en el extranjero), en Brasil es un tema cotidiano que se refleja tanto en la enorme desigualdad o la discriminaci¨®n como en las cuotas universitarias para pobres y negros que han supuesto oportunidades impensables hace a?os para millones de familias.
La columnista Quintiliano recuerda que en el f¨²tbol brasile?o tambi¨¦n hay actitudes racistas; destaca el acoso que sufri¨® el portero Aranha. Su equipo, el Santos, denunci¨® este mismo mi¨¦rcoles que dos de sus jugadores fueron insultados en un partido de la copa sudamericana en Chile por hinchas rivales con gestos imitando a monos.
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