El riesgo era de Messi

Messi no quiso correr riesgos y descart¨® regresar al Barcelona. Nunca se acab¨® de fiar del margen de maniobra que ten¨ªa Laporta, o si se quiere de hasta d¨®nde estaba dispuesto o pod¨ªa llegar el presidente azulgrana, despu¨¦s de que fuera obligado a abandonar por la fuerza el Camp Nou en 2021. Aunque desde las oficinas del club se insista en que hab¨ªa una propuesta de contrato formal, el jugador la tom¨® como papel mojado ante la multitud de condicionantes que se ten¨ªan que dar para que volviera al Bar?a para entusiasmo tambi¨¦n de la Liga.

A buen seguro que las conversaciones del delantero con Xavi fueron m¨¢s amenas y puede que incluso en alg¨²n momento se viera vestido de azulgrana en Montju?c. El reto futbol¨ªstico, sin embargo, tambi¨¦n ten¨ªa sus riesgos porque la vuelta del 10 supon¨ªa el traspaso de algunos jugadores y el cambio de determinadas funciones en el vestuario y en el campo despu¨¦s de dos a?os en que han aflorado liderazgos como el de Araujo. Messi no se quer¨ªa sentir culpable del inventario de bajas ni tampoco un favorecido en el mapa de juego dispuesto por Xavi.

Habr¨¢ barcelonistas que puedan pensar que por una vez aquel argentino que dej¨® de ser un pecho fr¨ªo despu¨¦s de ganar la Copa del Mundo no tuvo valor, dej¨® de ser competitivo y se rindi¨® antes de tiempo con su apuesta por el Inter de Miami. La MLS todav¨ªa suena a retiro para los que consumen f¨²tbol europeo y preferentemente la Champions. Incluso puede que tengan raz¨®n aquellos que sospechan que el 10 ya hab¨ªa negociado desde hace tiempo su salida para Am¨¦rica y que tarde temprano convencer¨ªa a Busquets para que le acompa?ara ahora o en 2024.

Messi habr¨ªa actuado consecuentemente como un veterano m¨¢s que como un profesional que todav¨ªa tiene deudas por cumplir en Europa. La familia tendr¨ªa ya m¨¢s peso que el equipo para el 10. Hay varios factores para considerar, por tanto, que su decisi¨®n fue conservadora y prematura por no querer esperar el dinero azulgrana y la ficha de la Liga. Messi, sin embargo, se jugaba mucho m¨¢s que el Bar?a. No quiso participar de la apuesta despu¨¦s de que los rectores del club se la jugaran en 2021 y puede que tambi¨¦n por el temor a convertirse en el escudo del Bar?a.

La presi¨®n era m¨¢xima y para arriesgar se necesitan argumentos, certezas y acompa?antes solventes, factores que no se dan a d¨ªa de hoy en un club que no ha mejorado econ¨®micamente desde que han partido muchas de sus vacas sagradas lideradas por el propio Messi. El jugador no quiso ser la ¨²ltima de las palancas que se activaran precisamente desde que fue rechazado en el Camp Nou y que a d¨ªa de hoy permiten por ejemplo que Lewandowski pueda cobrar m¨¢s del doble de la cantidad ofrecida a Busquets.

As¨ª que la justificaci¨®n de Messi para no regresar parece tan razonable como el desencanto del Bar?a por no conseguir que vuelva despu¨¦s de que el equipo haya ganado la Liga. Ambas partes han escenificado las intenciones que m¨¢s les conven¨ªan para quedar bien y denunciar al tiempo la situaci¨®n real del Barcelona. El reencuentro era imposible por m¨¢s deseado que resultara, como ha quedado demostrado a la espera de un partido de homenaje que da vueltas como la cita pendiente para que el barcelonismo pueda darle las gracias a Messi.

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