El presidente del Paris Saint-Germain, Nasser Al-Khelaifi, coincidi¨® hace unos d¨ªas con el del Tottenham, Daniel Levy, y coment¨® con ¨¦l que compart¨ªan la misma situaci¨®n comprometida: la estrella del club entraba en su ¨²ltimo a?o de contrato sin haber renovado, de modo que si no los vend¨ªan este verano pod¨ªan irse en 2024 sin dejar nada en la caja. Pero Levy le hizo ver que no era lo mismo: Harry Kane nunca se ir¨ªa del Tottenham sin que otro club pagara un traspaso, algo que Kylian Mbapp¨¦ hab¨ªa anunciado que se dispon¨ªa a hacer. Y ten¨ªa raz¨®n.

El PSG lleva casi un mes pasmado por el proceder del futbolista alrededor del que cre¨ªan estar construyendo un ambicioso proyecto que les condujera, por fin, a ganar la Champions. Se sent¨ªan profundamente traicionados. Desde que conocieron la carta en la que Mbapp¨¦ les comunicaba que no activar¨ªa la opci¨®n de su contrato de ampliar su vinculaci¨®n una temporada, hasta 2025, sino que pretend¨ªa agotar lo firmado, e irse gratis en 2024. Todo result¨® desconcertante para el PSG, seg¨²n fuentes conocedoras de las negociaciones. Por c¨®mo se hab¨ªa construido el ¨²ltimo contrato del atacante y por lo que estaba sucediendo entre el jugador y el club hasta unas semanas antes.

El Paris Saint-Germain hab¨ªa pasado por entonces meses negociando una ampliaci¨®n hasta 2025, en condiciones m¨¢s generosas. Hab¨ªan discutido, por ejemplo, la posibilidad de que, al margen del salario, Qatar Sports Investments, el fondo propietario del PSG, invirtiera en algunos de los negocios que Mbapp¨¦ prepara, entre ellos una agencia de representaci¨®n. Las conversaciones estaban muy avanzadas.

Adem¨¢s, el contrato vigente recoge que si el futbolista lo renovaba antes del 31 de julio cobrar¨ªa una prima de renovaci¨®n del orden de unos 60 millones de euros. A esa cantidad se le sumar¨ªa en esa fecha el primer pago de 80 millones de euros de la prima de fidelidad contemplada en el acuerdo del a?o pasado. De modo que si el franc¨¦s sigue adelante con su anuncio de no renovar y permanecer en el PSG hasta el pr¨®ximo junio, dejar¨ªa de ingresar la prima de renovaci¨®n pero se embolsar¨ªa la de fidelidad.

En el club calculan que el Real Madrid ha reservado unos 150 millones para una posible compra este verano, que sospechan que al menos en parte ir¨ªan al jugador si sale libre en 2024, en concepto de prima de fichaje. Esa cantidad compensar¨ªa con creces lo que el futbolista perder¨ªa por no ampliar su contrato en los t¨¦rminos del acuerdo vigente.

En el PSG saben que el futbolista tiene el control de la situaci¨®n: no pueden venderle si no quiere y no pueden obligarle a renovar. Las palabras de Al-Khelaifi el mi¨¦rcoles pasado al final de la presentaci¨®n de Luis Enrique resumen su frustraci¨®n: ¡°Si se quiere quedar, queremos que se quede, pero necesitamos firmar un nuevo contrato. No podemos dejar que el mejor jugador del mundo se vaya libre. Eso es imposible¡±, dijo. ¡°Si no renueva en dos semanas, la puerta est¨¢ abierta¡±.

En realidad, el plazo de dos semanas no es tan inamovible, sino que, seg¨²n fuentes conocedoras de las negociaciones, se trata de una indicaci¨®n de la urgencia. La fecha clave es el 31 de julio, que obliga al club al pago de la prima de fidelidad, y que tambi¨¦n marca la frontera para que el futbolista opte al bonus de renovaci¨®n. Si pasa esa fecha y renuncia a esa cantidad, los incentivos por seguir hasta junio de 2024, irse gratis y cobrar la prima del Madrid son a¨²n mayores.

El club se ve paralizado por una situaci¨®n que se resisten a aceptar como definitiva. Creen que pueden encontrar el modo de convencerle de extender el acuerdo y que tanto el club como ¨¦l ingresen dinero.

Entienden, adem¨¢s, que el movimiento de Mbapp¨¦ coloca a la instituci¨®n bajo un riesgo financiero grave. Creen que si no cobran por el traspaso se ver¨ªan obligados a vender futbolistas y se encontrar¨ªan en dificultades para contratar otros. Adem¨¢s, las mismas fuentes se?alan que el movimiento se ha producido en un momento en el que algunos inversores eval¨²an la posibilidad de tomar posiciones en el accionariado del PSG, y la incertidumbre dificulta la operaci¨®n.

La palabra rota

La frustraci¨®n de Al-Khelaifi proviene tambi¨¦n de la traici¨®n que siente que ha sufrido. La primavera pasada, cuando se aproximaba el final del anterior contrato, y el Madrid se dispon¨ªa a ficharlo gratis, el presidente del PSG consigui¨® que firmara un nuevo acuerdo, aunque no el que deseaba el ejecutivo. Quer¨ªa comprometerle tres a?os, hasta 2025, pero el futbolista solo accedi¨® a dos, m¨¢s uno opcional sobre el que solo ¨¦l pod¨ªa decidir.

La soluci¨®n inquietaba a Al-Khelaifi, que, sin embargo, arranc¨® un compromiso verbal a Mbapp¨¦: nunca se ir¨ªa gratis. El pacto no qued¨® por escrito, pero el 21 de mayo del a?o pasado, el futbolista accedi¨® a posar al lado del presidente del club con una camiseta en cuya espalda se hab¨ªa estampado ¡°2025¡å.

El desconcierto en el club procede no solo de la ruptura del compromiso verbal, sino del modo en el que conocieron sus intenciones. El pasado 12 de junio supieron que Mbapp¨¦ hab¨ªa escrito una carta en la que avisaba de que no prolongar¨ªa su contrato. Las circunstancias resultan extra?as: se trata de un documento datado casi un a?o antes, el 15 de julio de 2022, pero que el futbolista no envi¨® al club, y que el mes pasado recibi¨® antes L¡¯?quipe que Al-Khelaifi.

El movimiento ha dejado en una posici¨®n muy delicada al PSG, que, sin embargo, ve una grieta notable en la estrategia del jugador: el da?o a su imagen. Consideran que ese atributo fundamental de su patrimonio quedar¨ªa manchado si aguanta un a?o durante el que se sabe que ha traicionado su palabra, para irse sin dejar dinero. Apuntan, adem¨¢s, a la previsible reacci¨®n negativa de los ultras, que ya se manifestaron en su d¨ªa contra Messi despu¨¦s de un viaje no autorizado a Arabia Saud¨ª.

El domingo se conoci¨® una encuesta realizada a mil personas el d¨ªa del estallido de Al-Khelaifi y el siguiente: ¡°Menos simp¨¢tico, menos humilde, la imagen de Mbapp¨¦ se deteriora¡±, resum¨ªa la empresa de opini¨®n Odoxa.

Mientras, en los despachos del Madrid contemplan con distancia el desarrollo de los acontecimientos. Sostienen que el jugador ha manifestado que quiere cumplir su contrato y que el PSG no puede hacer nada. ¡°No hay caso¡±, dice una fuente conocedora de la posici¨®n del club.

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