Europa gana la Ryder Cup: la reconquista de Roma

Europa reconquista la Ryder Cup. El Mundial del golf vuelve a manos del conjunto continental. Los golfistas europeos han recobrado este domingo la corona despu¨¦s de la rotunda derrota de hace dos a?os en Wisconsin y de asegurarse en la jornada final en Roma los cuatro puntos que necesitaban para cerrar un 16,5 a 11,5 final. Estados Unidos sigue sin festejar en territorio enemigo, y son ya 30 a?os los que han pasado desde su ¨²ltima victoria como visitante, en The Belfry 1993. En Europa mandan los de casa, triunfadores en siete...

Europa reconquista la Ryder Cup. El Mundial del golf vuelve a manos del conjunto continental. Los golfistas europeos han recobrado este domingo la corona despu¨¦s de la rotunda derrota de hace dos a?os en Wisconsin y de asegurarse en la jornada final en Roma los cuatro puntos que necesitaban para cerrar un 16,5 a 11,5 final. Estados Unidos sigue sin festejar en territorio enemigo, y son ya 30 a?os los que han pasado desde su ¨²ltima victoria como visitante, en The Belfry 1993. En Europa mandan los de casa, triunfadores en siete ediciones consecutivas como anfitriones. La Ryder contin¨²a premiando ese esp¨ªritu colectivo y gremial que lucen los jugadores vestidos de azul frente al habitual estrellato de los hombres de rojo. Ese adn que inocul¨® como nadie Severiano Ballesteros se ha fortalecido de generaci¨®n en generaci¨®n y hoy tiene su mejor abanderado en Jon Rahm, que abri¨® el baile de los 12 duelos individuales del domingo con un empate contra Scottie Scheffler con sabor a oro en un choque entre colosos. Respondieron luego otras figuras, como Hovland y McIlroy, para encaminar una celebraci¨®n que cost¨® tanto sudor como se esperaba. Las estrellas americanas mostraron su mejor juego cuando hicieron la guerra por su cuenta y vendieron cara su piel.

Desde que la Ryder se abriera a los jugadores continentales m¨¢s all¨¢ de los brit¨¢nicos, en 1979, son 12 laureles de los europeos por nueve de los estadounidenses, y ocho copas doradas en los 11 ¨²ltimos concursos. En Roma, Europa siempre fue un bloque, todos a una como los mosqueteros, sacrificados para preparar la cita desde hace semanas en campeonatos dom¨¦sticos. Los astros estadounidenses permanec¨ªan mientras en su mundo: aterrizaron despu¨¦s de un mes sin competir, desde el cierre del circuito americano a finales de agosto, e incluso cuando el capit¨¢n Zach Johnson convoc¨® una concentraci¨®n previa hubo varias bajas. La pasi¨®n siempre fue mayor del bando europeo. En el vestuario contrario se abr¨ªan algunas heridas.

El capit¨¢n europeo, Luke Donald, aline¨® a sus hombres de mayor confianza en los duelos inaugurales. Rahm, Hovland, Rose y McIlroy part¨ªan al frente de la nave con el reto de atar los primeros puntos y abortar cualquier intento de reacci¨®n. El director estadounidense, Zach Johnson, reparti¨® m¨¢s sus mejores cartas a lo largo de la jornada. Su estrategia era diferente: remontar y rematar. Necesitaba dinamita por delante y por detr¨¢s. De inicio, un duelo en la cumbre, el de Rahm contra el n¨²mero uno del mundo, Scottie Scheffler. El norteamericano se hab¨ªa impuesto en la mayor¨ªa de choques individuales este a?o en torneos del PGA Tour, aunque la Ryder es otro cuento. No se juega por uno mismo, sino por el equipo, por el pa¨ªs o el continente. Y Scheffler acab¨® el s¨¢bado llorando tras encajar una paliza de 9&7 en los foursomes.

De aquel bofet¨®n resurgi¨® como el campe¨®n que es para firmar un choque ante Rahm que fue una maravilla, un combate de poder a poder entre dos de los mejores p¨²giles del mundo. Comenz¨® golpeando Rahm, que mandaba dos arriba despu¨¦s de los cinco primeros hoyos. Parec¨ªa que Scheffler segu¨ªa en la depresi¨®n, vulnerable, pero sac¨® a pasear los galones de quien lidera la clasificaci¨®n mundial y remont¨® a lo grande. El ¨²ltimo tramo fue un intercambio de latigazos. Venci¨® el norteamericano en el 11 para comandar el partido, recobr¨® el mando el vasco con bingos en el 12 y el 13, pero Scheffler se apuntaba el 14 y el 15... as¨ª hasta un final vibrante en el 18 con birdie de Rahm para cantar un empate glorioso. Fue el jarro de agua que apag¨® el peque?o incendio que quer¨ªan prender los muchachos estadounidenses, y fue el subid¨®n de energ¨ªa que requer¨ªa la tropa europea para mantener la renta y la confianza por las nubes. Cuando se juegan 12 finales al mismo tiempo, cualquier cambio de direcci¨®n en el viento puede resultar fundamental, y Rahm fue el faro al que agarrarse cuando pod¨ªa asomar alg¨²n nubarr¨®n.

Para entonces ya hab¨ªa vencido el martillo de Hovland a Morikawa por 4&3 (cuatro hoyos de ventaja con tres por jugarse), y McIlroy cumpli¨® poco despu¨¦s ante Burns por 3&1, como Hatton contra Harman (3&2). Los pilares del equipo europeo no ced¨ªan y solo era necesario medio punto m¨¢s. Lo tuvo en sus manos Matt Fitzpatrick, pero err¨® en un putt en el 18 y cay¨® ante Max Homa. Lo abroch¨® Fleetwood ante Rickie Fowler y Europa reconquist¨® la Ryder en Roma.

Todos los resultados de la Ryder Cup de Roma.

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