Pogacar se une a Binda y Coppi con su tercer Giro de Lombard¨ªa consecutivo
El esloveno suma su segundo monumento de la temporada, tras la victoria en Flandes en abril. Carlos Rodr¨ªguez acaba s¨¦ptimo despu¨¦s de estar entre los mejores durante toda la carrera
No hay hojas muertas en B¨¦rgamo, salvo unas pocas en la parte izquierda de la calzada, como puestas all¨ª, de atrezzo, para que las capte el tiro de c¨¢mara y el lema de la carrera no decaiga, bajo los robles de hoja caduca del Vialle Vittorio Emanuelle II, que todav¨ªa lucen verdes y frondosos con el verano que se resiste a dejar sitio al oto?o....
No hay hojas muertas en B¨¦rgamo, salvo unas pocas en la parte izquierda de la calzada, como puestas all¨ª, de atrezzo, para que las capte el tiro de c¨¢mara y el lema de la carrera no decaiga, bajo los robles de hoja caduca del Vialle Vittorio Emanuelle II, que todav¨ªa lucen verdes y frondosos con el verano que se resiste a dejar sitio al oto?o. No las pisa Tadej Pogacar, majestuoso, que sonr¨ªe travieso, con los mechones de su pelo rubio y disparatado que se escapan como siempre por los huecos del casco. Gira hacia la recta en el Vialle Roma, la ¨²ltima frontera, en la que jalea al p¨²blico bergamasco, acostumbrado ya a verle ganar.
Es la tercera vez que lo hace de manera consecutiva. Como Alfredo Binda, entre 1925 y 1927, el ciclista al que La Gazzetta dello Sport pag¨® 22.500 liras para que no corriera el Giro de 1930 y lo pudiera ganar otro ciclista. O como Il Campionissimo Fausto Coppi, vencedor entre 1946 y 1948. Nadie acompa?a en la meta al ciclista esloveno, como cuando el periodista radiof¨®nico Mario Ferreti narraba extasiado las haza?as del gran ¨ªdolo italiano. ¡°Un hombre solo al comando; su maillot es blanco y celeste; su nombre, Fausto Coppi¡±.
Tambi¨¦n Pogacar viste de blanco, y su culotte negro se ti?e de ese color con las manchas de la sal que exuda su cuerpo mientras se deshidrata por el calor y el esfuerzo de m¨¢s de 200 kil¨®metros desde las cercan¨ªas del paradis¨ªaco lago de Como hasta B¨¦rgamo. Le atormentan los calambres, pero mantiene el tipo. ¡°Primero en la pierna derecha, luego en la izquierda, pens¨¦ que se hab¨ªa acabado¡±. Pero los dem¨¢s iban como ¨¦l. Tan agotados, tan deshidratados. No le pudieron alcanzar desde que se march¨® en el descenso del Garda.
Hab¨ªa destrozado Pogacar al pelot¨®n, con la inestimable ayuda de Adam Yates, en la ascensi¨®n al paso de monta?a a 1.060 metros de altitud y con rampas del 15%. El grupo principal se deshizo ah¨ª, a 40 kil¨®metros de la meta. Eliminado Mas por una ca¨ªda al principio, y Mikel Landa, protagonista de una costalada de la que le cost¨® recuperarse antes de volver a la bicicleta, los dos que le escoltaron en el podio el a?o anterior; disminuido Remco Evenepoel, atrapado por una montonera que ¨¦l mismo provoc¨®, a Pogacar le toc¨® agitar el ¨¢rbol con una arrancada brutal, de las que acostumbra. Le respondi¨® Vlasov, y los dos pedaleaban hacia la cima de la monta?a, entre los bosques de hoja perenne, pero Primoz Roglic no se resignaba. Le segu¨ªa Carlos Rodr¨ªguez, un joven convertido en veterano con el paso de las carreras; tambi¨¦n los hermanos Yates y Bagioli, mientras Carapaz hac¨ªa la goma, cerca ahora, lejos unos metros despu¨¦s.
¡°Vlasov estaba bien, yo conoc¨ªa la subida, y ten¨ªamos la distancia¡±, aunque el esfuerzo de Roglic acab¨® por neutralizarlos. Pero los excesos se pagan. En las primeras curvas del descenso arriesg¨® Pogacar, cogi¨® algunos metros, unos litros de moral y ya nadie le vio en los 30 kil¨®metros que restaban hasta la meta, primero en el descenso peligroso de Garda, despu¨¦s en el llano de los suburbios de B¨¦rgamo, luego en la transici¨®n de la zona baja de la ciudad hacia la alta y esos kil¨®metros de ascensi¨®n, con algunas decenas de metros sobre el adoqu¨ªn de la ciudad vieja.
El fen¨®meno Pogacar que despu¨¦s de su ca¨ªda en la Lieja se hab¨ªa sentido vulnerable; que en el Tour cedi¨® siete minutos a Vingegaard, otro monstruo del ciclismo, al que de nuevo tuvo que mirar desde el segundo escal¨®n del podio, regres¨® en su carrera fetiche, para sumar su nombre al de Binda y al de Coppi, con tres triunfos consecutivos, y al de Pelissier, Girardengo, Belloni, Gino Bartali, Kelly o Cunego, que tambi¨¦n ganaron tres veces el monumento lombardo. ¡°Era un sue?o llegar en solitario, as¨ª que he disfrutado mucho los ¨²ltimos kil¨®metros, pese al dolor¡±. 52 segundos de ventaja a Bagioli, que le gan¨® en la l¨ªnea de meta a Roglic, tercero.
Tambi¨¦n el franc¨¦s Thibaut Pinot, que se retira joven, goz¨® en los instantes finales de su ¨²ltima carrera con el calor de sus fans, que viajaron hasta B¨¦rgamo para verle correr. ¡°No he sido el mejor ciclista del mundo, pero tengo a los mejores seguidores del mundo¡±. Deja paso a los j¨®venes, como Pogacar, que suma dos monumentos en 2023: Lombard¨ªa y Flandes. O a otros como Carlos Rodr¨ªguez, que acab¨® s¨¦ptimo, y que con 22 a?os es ya un veterano.
Posici¨®n | Corredor | Equipo | Tiempo |
---|---|---|---|
1 | Tadej Poga?ar | UAE Team Emirates | 5h55¡¯33¡± |
2 | Andrea Bagioli | Soudal-QuickStep | +51¡å |
3 | Primo? Rogli? | Jumbo-Visma | m.t. |
4 | Aleksandr Vlasov | Bora-hansgrohe | m.t. |
5 | Simon Yates | Jayco AlUla | m.t. |
6 | Adam Yates | UAE Team Emirates | m.t. |
7 | Carlos Rodriguez | Ineos Grenadiers | m.t. |
8 | Richard Carapaz | EF Education-EasyPost | +1¡¯05¡± |
9 | Remco Evenepoel | Soudal-QuickStep | +1¡¯25¡± |
10 | Andreas Kron | Lotto Dstny | m.t. |
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