Maude Mathys, referente de las carreras de monta?a: ¡°Me gusta sufrir, es una manera de sentirte viva¡±

Maude Mathys se pas¨® la adolescencia atada a las pistas de atletismo, mirando por los cristales las enormes monta?as suizas sin saber que un d¨ªa las conquistar¨ªa corriendo. ¡°Lo ve¨ªa como algo maravilloso mientras yo estaba encerrada siempre en el mismo sitio. Cuando empec¨¦ a correr, me sent¨ª libre porque por fin pod¨ªa ir donde quer¨ªa¡±, reconoce. Y no par¨® de viajar. Lo dice casi dos d¨¦cadas despu¨¦s, con 37 a?os, mientras apura el bol de leche de ma¨ªz, su debilidad en su periplo chino por Sichuan, donde corre la segunda gran prueba del a?o. Porque aquel esp¨ªritu enjaulado que busc¨® la felicidad...

Maude Mathys se pas¨® la adolescencia atada a las pistas de atletismo, mirando por los cristales las enormes monta?as suizas sin saber que un d¨ªa las conquistar¨ªa corriendo. ¡°Lo ve¨ªa como algo maravilloso mientras yo estaba encerrada siempre en el mismo sitio. Cuando empec¨¦ a correr, me sent¨ª libre porque por fin pod¨ªa ir donde quer¨ªa¡±, reconoce. Y no par¨® de viajar. Lo dice casi dos d¨¦cadas despu¨¦s, con 37 a?os, mientras apura el bol de leche de ma¨ªz, su debilidad en su periplo chino por Sichuan, donde corre la segunda gran prueba del a?o. Porque aquel esp¨ªritu enjaulado que busc¨® la felicidad en cada disciplina del atletismo sigue sumando sellos al pasaporte. Y ganando a veintea?eras, como hizo en Kobe (Jap¨®n), la primera cita de las Golden Trail, que gan¨® hace unas semanas. Un regreso triunfal tras un a?o apartada por una lesi¨®n en el tend¨®n de Aquiles. Como hizo tras sus dos embarazos. Porque Maude siempre vuelve.

La nueva vida de Mathys empez¨® con un trote llano de media hora junto a su marido en ayunas. ¡°Fue m¨¢s f¨¢cil para ¨¦l que para m¨ª. Recuerdo ese momento, con una luz preciosa, todo el mundo durmiendo. Solo nosotros dos, corriendo y hablando¡±. Sigui¨® en carreras populares, pero no tard¨® en conocer el trail y el esqu¨ª de monta?a. ¡°Descubrir nuevos lugares, sentirme libre. Me gusta el deporte de resistencia, me siento viva cuando corro, el latido de mi coraz¨®n, el sudor¡­¡±. En 2017 dej¨® las tablas y no dej¨® de ganar con las zapatillas, un palmar¨¦s que incluye monumentos como Pikes Peak, Marathon du Mont Blanc o Sierre Zinal, la catedral, la joya de la corona para cualquier suizo.

Con los a?os a¨²n no tiene una respuesta clara al papel del sufrimiento en su ecuaci¨®n. ¡°Creo que me gusta sufrir. No todos los d¨ªas, pero es una manera de sentirte viva. No demasiado duro, solo un poco¡±, sonr¨ªe. Y resume la sensaci¨®n de un buen entrenamiento: ¡°Ha sido duro, pero el trabajo est¨¢ hecho¡±. Con todo, hay carreras en las que esa dosis controlada se convierte en sobredosis. Y los a?os son una colecci¨®n de ellas. ¡°He aprendido que ninguna carrera est¨¢ acabada antes de la meta. Recuerdo d¨ªas en los que sufr¨ª much¨ªsimo y quer¨ªa abandonar, me lo ped¨ªan los demonios. Y me dec¨ªa a m¨ª misma: ¡®Vale, es un mal momento, pero quiz¨¢s mejore¡¯. He terminado feliz¡±. Y enumera podios.

Cada cual tiene su f¨®rmula para seguir en carrera. ¡°Pienso en todo el entrenamiento que he hecho, en mi familia esper¨¢ndome en la meta. Y en que todo el mundo est¨¢ sufriendo, no est¨¢s sola¡±. Se quit¨® de encima la presi¨®n del atletismo, recuper¨® la ilusi¨®n y se sorprendi¨® a s¨ª misma: ¡°Yo corr¨ªa para sentirme bien, nunca pens¨¦ que ser¨ªa una ganadora¡±. Pero lleg¨® el d¨ªa de la primera victoria y se dijo a s¨ª misma: ¡°Has encontrado tu camino¡±.

Empez¨® una adicci¨®n a la victoria que no impidi¨® su maternidad. ¡°La primera vez fue una sorpresa y no ten¨ªa el nivel que tengo ahora. As¨ª que puedo decir que mi carrera internacional empez¨® despu¨¦s de dar a luz¡±. Habla de una decisi¨®n sencilla que allan¨® el camino al segundo hijo. ¡°Simplemente, me lo tom¨¦ como una pausa para recuperar mi cuerpo y mi cabeza. Estaba segura de que volver¨ªa. Y lo hice incluso mejor¡±. Una realidad para la que busca respuesta. ¡°Un periodo as¨ª es muy bueno f¨ªsica y mentalmente. Durante el embarazo hice mucho volumen a intensidad baja de ciclismo, senderismo o esqu¨ª con cada vez m¨¢s peso. El m¨²sculo crece y cuando no tienes ese peso, eres m¨¢s fuerte¡±, razona.

Mathys ha convertido la necesidad en virtud. Entrena menos porque su agenda se lo pide. ¡°Es cuesti¨®n de organizaci¨®n¡±. Bicicleta indoor y correr cuando los ni?os est¨¢n en el colegio. Y porque no cree en sesiones largas: nunca corre m¨¢s de tres horas. ¡°La clave es entrenar menos, pero con calidad¡±. Su longevidad se complementa con la variedad; la mitad de sus sesiones son de ciclismo, un alivio para sus rodillas y su cabeza. Por eso su ambici¨®n no caduca ni en dos semanas alejada de su familia en Asia. ¡°Echo de menos a mis hijos, pero es mi trabajo. Cuando lo paso mal, me digo: ¡®T¨®matelo como unas vacaciones¡¯. Cuido de m¨ª misma y no tengo que cocinar ni limpiar¡±, sonr¨ªe.

Su f¨®rmula del ¨¦xito es una mezcla entre ego y generosidad: ¡°Lo hago por m¨ª, por demostrarme que puedo hacerlo. Que no estoy entren¨¢ndome todos los d¨ªas para nada. Pero tambi¨¦n por ellos porque no puedo permitir que su sacrificio sea en balde¡±. Su victoria en Kobe, la primera prueba de las Golden Trail Series ¡ªgan¨® la general del circuito en 2021 y 2022¡ª dej¨® un mensaje: ¡°He vuelto. Aunque sea mayor, estoy aqu¨ª¡±. Y hace el gesto de un globo que se deshincha para explicar c¨®mo la presi¨®n, las dudas de los meses previos, desapareci¨® de un plumazo. Aunque matiza que a¨²n est¨¢ al 80% de su mejor versi¨®n ¡ªlos dolores siguen ah¨ª¡ª, domina a la nueva generaci¨®n de veintea?eras. ?C¨®mo es posible? ¡°La experiencia. Son carreras largas, pueden pasar muchas cosas. Quiz¨¢s fortaleza mental. Y el cuerpo no se olvida de todo ese entrenamiento durante tantos a?os¡±. Asume que su mejor versi¨®n ha quedado atr¨¢s, pero esa memoria le da bater¨ªa para rato. ¡°Seguir¨¦ hasta que mi cuerpo lo acepte. Mentalmente, quiz¨¢s tres o cinco a?os. Lo mejor de m¨ª ya ha pasado, pero puedo seguir cerca de mi mejor nivel, hacer mi trabajo. E incluso ganar¡±.

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