Gari Kasp¨¢rov: ¡°No puedo mostrar debilidad, no es un buen signo para un l¨ªder¡±
El hist¨®rico campe¨®n del mundo de ajedrez, residente en Nueva York e incluido en la lista de ¡°terroristas extremistas¡± del Gobierno de Putin, sostiene que la guerra de Ucrania ¡°no puede terminar en tablas¡±
Gari Kasp¨¢rov, de 61 a?os, sabe que puede ser asesinado en cualquier momento porque ocupa un lugar destacado en la lista negra de Vlad¨ªmir Putin y se considera ¡°el m¨¢s radical de sus opositores¡±. En 2005, tras ser el n¨²mero uno del ajedrez durante dos decenios, se retir¨® de la competici¨®n para luchar contra el l¨ªder ruso. Ahora preside la Fundaci¨®n de Derechos Humanos y la ...
Gari Kasp¨¢rov, de 61 a?os, sabe que puede ser asesinado en cualquier momento porque ocupa un lugar destacado en la lista negra de Vlad¨ªmir Putin y se considera ¡°el m¨¢s radical de sus opositores¡±. En 2005, tras ser el n¨²mero uno del ajedrez durante dos decenios, se retir¨® de la competici¨®n para luchar contra el l¨ªder ruso. Ahora preside la Fundaci¨®n de Derechos Humanos y la Iniciativa Renovar la Democracia (RDI), adem¨¢s de seguir con sus conferencias, libros y exhibiciones; ha visitado 104 pa¨ªses. Vive desde 2013 en Nueva York, donde ha recibido a EL PA?S.
El otrora Ogro de Bak¨², por el terror que causaba entre sus rivales ante el tablero, mantiene gran parte de aquella energ¨ªa de purasangre. Su voz suena firme y potente, incluso cuando habla del peligro que corre su vida. Solo se quiebra algo cuando tiene que hablar de su madre, persona de fort¨ªsimo car¨¢cter, fallecida en la navidad de 2020, a cuyo funeral en Mosc¨² no pudo asistir.
Pregunta. Hacia 2012, los tres l¨ªderes m¨¢s populares de la oposici¨®n a Putin eran Nemtsov (asesinado en 2015), Navalny (envenenado, encarcelado y muerto hace cuatro meses en circunstancias muy extra?as) y usted, que acaba de ser incluido por Putin en la lista de ¡°terroristas¡±. ?Puede ser el pr¨®ximo?
Respuesta. Quiz¨¢ s¨ª, quiz¨¢ no, qui¨¦n sabe. Me consideran un enemigo del estado, y lo soy, y ahora la inclusi¨®n en esa lista es otro signo. Pero no quiero pensar sobre ello porque no cambia mis creencias. Muchos de mis amigos o compa?eros de lucha est¨¢n muertos o presos, y la mayor¨ªa estamos exiliados; N¨¦mtsov y Navalny son los m¨¢s conocidos, pero la lista es muy larga. Lo ir¨®nico es que no hemos hecho nada relacionado con el terrorismo, pero quienes nos persiguen s¨ª son terroristas o ladrones bien conocidos. Pero as¨ª es la situaci¨®n en 2024: a la guerra se le llama paz¡ Y no hay soluci¨®n mientras Putin siga en el poder. Me cuesta mucho contestar a este tipo de preguntas, sobre todo cuando mi mujer est¨¢ delante. Pero pienso en la cantidad de ucranios que han muerto por las bombas rusas, y me doy cuenta de que mi posici¨®n es mucho mejor.
P. ?Pero c¨®mo vive con ese miedo a ser asesinado?
R. No pienso sobre ello, no entro en p¨¢nico y no puedo hacer nada, salvo minimizar los riesgos, porque no quiero traicionar mis principios y a mis amigos, sobre todo los muertos. Tomo medidas de seguridad, viajo mucho menos que antes, no voy a pa¨ªses donde s¨¦ que estar¨ªa en grave peligro, me protejo mucho en otros -por ejemplo, nunca ir¨ªa a Viena, Londres, Dub¨¢i, o Hungr¨ªa y Turqu¨ªa sin medidas de seguridad muy estrictas, porque en esos lugares hay muchos agentes rusos- y apenas hay una docena a los que puedo con cierta confianza. Pero de ning¨²n modo voy a dejar de hacer lo que hago desde hace tantos a?os. Adem¨¢s, no puedo mostrar debilidad, porque ese no es un buen signo para un l¨ªder.
P. En 2008, usted ya viv¨ªa rodeado de guardaespaldas.
R. S¨ª. En realidad, esa protecci¨®n no sirve cuando quien desea matarte es el estado. Pero en aquel periodo, que yo llamo vegetariano, el peligro no era que me matasen, sino otras clases de violencia que yo preven¨ªa de ese modo. En 2007 me detuvieron. En febrero de 2013 decid¨ª marcharme. Cuando ya estaba viajando por el extranjero y me convocaron como testigo en un juicio, N¨¦mtsov me advirti¨® de que no regresase porque mi vida corr¨ªa peligro. Le hice caso pero, por desgracia, ¨¦l fue demasiado orgulloso para seguir su propio consejo, y lo asesinaron.
P. Entonces dijo: ¡°No soporto la perspectiva de que mis hijos vivan en una dictadura disfrazada de democracia¡±. La situaci¨®n es hoy mucho peor que entonces. ?Mantiene la esperanza de regresar alg¨²n d¨ªa a una Rusia democr¨¢tica?
R. Para empezar, los dos hijos de mi ¨²ltimo matrimonio viven en un pa¨ªs libre, EEUU. Y yo s¨ª mantengo la esperanza de volver a una Rusia democr¨¢tica. Ese proceso puede tardar un a?o, dos o m¨¢s, pero creo que ocurrir¨¢. Para eso es fundamental que todo el mundo entienda que la guerra seguir¨¢ mientras Putin est¨¦ en el poder, porque Putin significa guerra, con una econom¨ªa da?ada e ilusoria, porque se basa en imprimir dinero y en gastarlo en la guerra. Y resulta especialmente importante que eso lo entiendan en Europa. Por cierto, me llama mucho la atenci¨®n que Portugal sea el pa¨ªs con m¨¢s gente contraria a Putin. Pero lo que entienden en Alemania es que deben prepararse para otra guerra, en lugar de empe?arse en ganar esta. Ciertamente, si Ucrania no derrota a Rusia en esta guerra, habr¨¢ otra, porque Putin no puede parar y ya lo ha insinuado; puede ser contra Moldavia o los pa¨ªses b¨¢lticos, pero la guerra es lo que le mantiene vivo, y est¨¢ dispuesto a rebasar todas las l¨ªneas rojas.
P. ?Es Rusia todav¨ªa un imperio?
R. S¨ª, es el ¨²ltimo imperio real, porque China en realidad no act¨²a como tal. Y esa es una raz¨®n a?adida para desear que pierda la guerra, porque es probable que entonces deje de ser un imperio y tenga un lugar entre los pa¨ªses democr¨¢ticos.
P. Para los no rusos es dif¨ªcil asumir lo grande que es Rusia, desde Kaliningrado hasta Vladivostok. ?Qu¨¦ grado de informaci¨®n fidedigna sobre Putin o la invasi¨®n de Ucrania reciben los ciudadanos que viven en la Rusia profunda?
R. No creo en ese argumento de asociar la persistencia de la guerra con la ignorancia. Ahora bien, no podemos saber, porque los sondeos no son fiables, qu¨¦ porcentaje de la poblaci¨®n rusa est¨¢ ahora a favor de la guerra. Al principio era muy alto, pero no creo que ahora supere el 30%, sobre todo en las grandes ciudades. Y eso que Putin ha tenido el cuidado de reclutar mucha gente de zonas deprimidas, adem¨¢s de presos, y poca de Mosc¨² hasta ahora. Pero cuando no tenga m¨¢s remedio que hacerlo, la opini¨®n p¨²blica se puede volver claramente contra ¨¦l. Putin vendi¨® muy bien el concepto de que la guerra era Rusia contra Occidente. Y Occidente ha cometido el gran error de tratar por igual a todos los rusos, sean o no favorables a la guerra y a Putin. Hay gente que ha luchado toda su vida contra Putin y que ahora son tratados por pa¨ªses occidentales como si fueran delincuentes. Por eso estoy proponiendo crear una especie de Taiw¨¢n ruso; es decir, aquellos ciudadanos rusos que se hayan manifestado en contra de la guerra y de Putin, a favor de que Crimea sea Ucrania, ser¨¢n protegidos y apoyados. Si esa idea funciona, ayudar¨¢ a aislar a Putin y a que mucha gente con talento lo abandone. Seguro que lo hubi¨¦ramos hecho durante la Segunda Guerra Mundial con los cient¨ªficos alemanes; entonces, ?por qu¨¦ no lo hacemos ahora con los rusos? El problema es que muchos pol¨ªticos -no los de los pa¨ªses b¨¢lticos o Polonia, que ven la amenaza muy cerca- no miran m¨¢s all¨¢ de los pr¨®ximos cuatro a?os. Y quieren jugar sobre seguro, sin asumir que ganar la guerra significa derrotar a Rusia y a Putin, con acciones decididas y a corto plazo.
Putin necesita sangre, como una droga. Nunca dejar¨¢ de buscarla¡±
P. ?Hay algo de cierto en ese t¨®pico de que muchos rusos necesitan un zar, un hombre fuerte al mando del pa¨ªs?
R. Esa idea de que naciones enteras pueden ser entontecidas para ser gobernadas por su querido l¨ªder no resiste un an¨¢lisis hist¨®rico. F¨ªjese en Corea, dividida hace setenta a?os: la del Norte es como usted dice, pero la del Sur es una democracia muy avanzada. O en la antigua Alemania, del Este y el Oeste. O en China y Taiw¨¢n. Sin embargo, es cierto que la historia cuenta: los pa¨ªses con mayor tradici¨®n democr¨¢tica, como los anglosajones o los escandinavos, funcionan mejor. Pero ning¨²n pa¨ªs est¨¢ impedido para tener aut¨¦nticas instituciones democr¨¢ticas. El apoyo a Putin es en gran parte pasivo: la guerra es la guerra, qu¨¦ podemos hacer. Y adem¨¢s, la maquinaria de guerra beneficia a la ¨¦lite. Es verdad que las sanciones les pueden impedir el disfrute de sus mansiones en Par¨ªs o Marbella, pero ya encuentran alguna manera de vivir muy bien. Y es cierto que Putin sigue siendo para ellos el hombre fuerte. Por tanto, dado que hablamos de una dictadura fascista, no podemos esperar que esa ¨¦lite se rebele. Ahora, en Rusia, te pueden encarcelar por un tuit. Por tanto, si analizamos otras guerras de la historia, la ¨²nica manera de debilitar la posici¨®n de Putin es que la poblaci¨®n piense que puede perder la guerra.
P. En 2016 usted dijo: ¡°Putin es un l¨ªder fuerte del mismo modo que el ars¨¦nico es una bebida fuerte¡±. ?Quiere actualizar esa frase con todo lo ocurrido desde entonces?
R. ?l mismo se actualiza con sus acciones. Los hechos dejan claro que los l¨ªderes como Putin son veneno para el mundo. ?l necesita sangre, y m¨¢s sangre, como una droga, y nunca parar¨¢ de buscarla.
P. En una entrevista en La Sexta TV al principio de la invasi¨®n de Ucrania, usted dijo que no debemos temer al uso potencial de armas nucleares por parte de Putin porque para apretar ese bot¨®n no basta con el dedo de Putin, sino que son necesarias al menos otras dos personas. Pero, conociendo a Putin, ?qu¨¦ confianza podemos tener en que no obligue a esas dos personas a apretar el bot¨®n?
R. Sigo pensando que el riesgo nuclear es muy bajo, aunque nunca ser¨¢ cero. Creo que el principal miedo de EEUU, del Gobierno de Biden, no es ese, sino que Putin pierda la guerra y Rusia caiga en manos a¨²n peores, de no se sabe qui¨¦n, lo que adem¨¢s significar¨ªa el auge de China como gran potencia. Por eso, su ayuda a Ucrania es tan t¨ªmida. Sobre las armas nucleares, hay dos tipos. Las estrat¨¦gicas (grandes misiles) y las t¨¢cticas. En cuanto a las primeras, creo que el riesgo de que Putin las use es casi cero, porque gran parte de las que tiene son muy viejas y por las consecuencias terribles para Rusia que ello tendr¨ªa. En cuanto a las t¨¢cticas, en efecto, no es f¨¢cil convencer a varias personas del mando ruso para que tomen una decisi¨®n de tremendo riesgo, porque la respuesta de EEUU ser¨ªa inmediata y dur¨ªsima. Y que adem¨¢s puede servir para destruir muchos tanques pero quiz¨¢ no para ganar la guerra. El funcionamiento de la mafia rusa no se basa en lealtad hasta la muerte, sino en lealtad a cambio de beneficios. Ese general que debe apretar el bot¨®n pensar¨¢ en su familia y sus bienes antes de hacerlo. Una cosa es matar por la patria, y otra morir por ella.
P. Pero usted sostiene que esta partida no puede terminar en tablas.
R. Exactamente. Creo que el plan para Ucrania debe ser liberaci¨®n, reparaci¨®n y justicia. Son los elementos de una estrategia que consiste en que Ucrania gana y Rusia pierde. Para lograr eso, los pa¨ªses occidentales tienen armas y recursos m¨¢s que suficientes. El poder del Producto Interior Bruto combinado de los pa¨ªses de la OTAN es de 25 a 1 si lo comparamos con el de Rusia, Ir¨¢n y Corea del Norte juntos, dejando aparte a China. Pero la situaci¨®n actual de las inversiones en la guerra est¨¢ lej¨ªsimos de esa proporci¨®n, y de hecho favorece a Rusia. Corregir eso enviando a Ucrania, por ejemplo, una parte de los 12.000 tanques que EEUU tiene en sus almacenes, lograr¨ªa la liberaci¨®n; por cierto, me alegra que Espa?a acabe de decidir el env¨ªo de misiles Patriot. En cuanto a la justicia, es muy importante que haya una lista con todos los criminales de guerra rusos para asustar y dividir a la burocracia rusa; porque una cosa es que te hayan etiquetado como ladr¨®n o mafioso, y otra que te identifiquen como criminal de guerra. Por ejemplo, el alcalde de Mosc¨² es un ladr¨®n pero no un criminal de guerra, y quiz¨¢ se pueda negociar con ¨¦l. Pero hace falta una estrategia, y hoy no la tenemos.
P. En todo caso, lo que haga Europa puede ser decisivo ante la perspectiva de que Trump sea reelegido.
R. Totalmente de acuerdo. Europa tiene suficientes recursos. Y la OTAN sigue existiendo, y por tanto debe ser activa. Todos los expertos militares coinciden en que una acci¨®n conjunta de los pa¨ªses del noreste (Finlandia, Suecia, pa¨ªses b¨¢lticos, Polonia¡) bastar¨ªa para ganar la guerra.
P. En su libro Winter is coming [Llega el invierno], usted predijo y advirti¨® de las desgracias que han ocurrido despu¨¦s y de lo peligroso que era Putin. Si ahora escribiese una versi¨®n actualizada, ?cu¨¢les ser¨ªan sus advertencias o predicciones?
R. Soy un optimista nato, como usted bien sabe. Creo que la democracia sobrevivir¨¢, pero la cuesti¨®n es el precio que pagaremos. Si me lo pregunta hace un a?o hubiera tenido m¨¢s confianza en la victoria de Ucrania y en la transformaci¨®n de Rusia. Ahora lo sigo pensando, pero con un precio m¨¢s alto. Porque el r¨¦gimen de Putin es un c¨¢ncer, y no se puede negociar con el c¨¢ncer, lo tienes que cortar. Ahora mismo hay una lucha en el mundo, no solo en Ucrania y Rusia, entre libertad y tiran¨ªa. Y me temo que primero vamos a empeorar para mejorar despu¨¦s. Por ejemplo, los europeos no se dan cuenta de que las consecuencias de esta guerra est¨¢n por todas partes. Por ejemplo, Maduro [el presidente de Venezuela] no se hubiera atrevido a reclamar Guyana si no se inspirase en Putin y viera signos de debilidad en Europa y EEUU. Y en el norte de ?frica est¨¢ aumentando mucho la influencia de Rusia y China; no olvidemos que buena parte de la materia prima de nuestros tel¨¦fonos m¨®viles est¨¢ all¨¢. En Sud¨¢n puede morir m¨¢s gente en una hora que en Gaza. Y nadie habla de esa situaci¨®n global tan problem¨¢tica. Estoy, por supuesto, a favor de luchar contra el cambio clim¨¢tico, que puede acabar con todo en cien a?os. ?Pero, qu¨¦ estamos haciendo para arreglar los problemas de hoy? En resumen, a¨²n conf¨ªo en que la democracia prevalezca, pero a un precio car¨ªsimo.
P. Putin, Netanyahu, Trump, Biden, Xi Jinping¡ ?Qui¨¦n es el mejor jugador de ajedrez?
R. En general, la comparaci¨®n de los pol¨ªticos de hoy con ajedrecistas me incomoda porque en la mayor¨ªa de los casos es insultante. Putin ha sido siempre un jugador de p¨®quer, con sus faroles; no tiene nada que ver con el ajedrez, donde se dispone del 100% de la informaci¨®n para decidir. Y Trump es lo mismo, no cree en los mismos valores que usted y yo; aunque EEUU es una democracia s¨®lida, el poco apego de Trump por la ley es obvio. Biden no cuenta para m¨ª, porque apenas puede hablar o caminar. Netanyahu es un traficante de moral a quien no le importa el precio. Fue elegido democr¨¢ticamente, pero ahora necesita la guerra para sobrevivir. El caso m¨¢s complicado de analizar es Xi Jinping, un dictador, sin duda, pero al menos tiene una estrategia, aunque a m¨ª no me gusta nada, que le acerca a un ajedrecista.
P. Los maestros de escuela tienen hoy un gran problema: qu¨¦ ense?ar con la garant¨ªa de que sea ¨²til dentro de diez a?os en un mundo que cambia a toda velocidad. Pero saber pensar seguir¨¢ siendo ¨²til, y el ajedrez ense?a a pensar.
R. En efecto, los m¨¦todos tradicionales de ense?anza, como leer libros o acumular informaci¨®n, ya no funcionan porque esa informaci¨®n puede quedarse obsoleta en cuesti¨®n de d¨ªas, o puedes quedar saturado por informaci¨®n excesiva. El ajedrez puede ser una herramienta de pensamiento cr¨ªtico, un algoritmo para seleccionar la informaci¨®n realmente importante, analizarla y crear tu propia opini¨®n. En definitiva, se trata de que pasemos del qu¨¦ al c¨®mo. El ajedrez no es una soluci¨®n m¨¢gica, pero sirve, por ejemplo, para que los ni?os comprendan que cada acci¨®n est¨¢ conectada con otras y tiene sus consecuencias, as¨ª como el valor relativo de cada pieza en una posici¨®n. Muy pocos juegos pueden ofrecer, como el ajedrez, ese algoritmo.
P. La inteligencia artificial es tambi¨¦n uno de sus campos favoritos de investigaci¨®n. ?Usted cree que puede acabar con el ajedrez como deporte, por la facilidad de hacer trampas con ayuda de computadoras muy potentes?
R. En primer lugar, ese peligro no es solo para el ajedrez sino global, tambi¨¦n en campos mucho m¨¢s importantes. Si nos ce?imos al ajedrez, adem¨¢s de las trampas reales hay una paranoia creciente de pensar que todo el mundo hace trampas. En cuanto a los torneos de ¨¦lite, creo que hay medidas tecnol¨®gicas y otras, como demorar la retransmisi¨®n de las partidas por internet, que no sea en estricto directo, para prevenirlas. Es verdad que las soluciones para torneos masivos ser¨¢n m¨¢s dif¨ªciles. Ahora bien, siendo muy pragm¨¢tico, cada vez que hay un esc¨¢ndalo de trampas sube el n¨²mero de aficionados. En todo caso, la aportaci¨®n de la inform¨¢tica y la inteligencia artificial al ajedrez es mucho m¨¢s positiva que negativa. Por ejemplo, es fant¨¢stico que mi derrota ante la computadora Deep Blue en 1997 fuera aprovechada por IBM para importantes avances en la ciencia. O que ahora Deep Mind [empresa de Google] haya logrado enormes avances en biolog¨ªa gracias a lo aprendido con sus programas de ajedrez y go.
Me he vuelto menos duro. Intento tener cierto tiempo libre para mi familia¡±
P. ?C¨®mo se siente cuando alguien dice que Magnus Carlsen es el mejor jugador de la historia?
R. No discuto sobre eso porque es muy subjetivo. Por ejemplo, cu¨¢nto se valoran mis veinte a?os seguidos como n¨²mero uno del mundo. De hecho, el propio Magnus no dice eso.
P. En diciembre de 1985, mes y medio despu¨¦s de que usted fuera el campe¨®n del mundo m¨¢s joven de la historia, a los 22 a?os, en una charla para EL PA?S SEMANAL, su madre dijo: ¡°Ser siempre el n¨²mero uno es muy duro. Por tanto, vivir por el placer de vivir es algo que ni mi hijo ni yo comprendemos¡±.
R. Ella se mantuvo en ese algoritmo hasta sus ¨²ltimos d¨ªas. Y lo cierto es que funcion¨® muy bien conmigo. Su vida estuvo centrada en m¨ª, y por eso fue tan tr¨¢gico que, cuando ella muri¨® [el 27 de diciembre de 2020], yo no pudiera estar all¨ª [por el riesgo de ser detenido]. Todo lo que ella quer¨ªa en ese momento era morir junto a m¨ª. Pero lo cierto es que, con la edad, al vivir con dos hijos, y estar en contacto permanente con mi hija, yo me he vuelto menos duro, y busco tener cierto tiempo libre para mi familia. La mayor parte del tiempo la dedico a luchar contra Putin y a mejorar la democracia en EEUU a trav¨¦s de mi organizaci¨®n, RDI. Y tambi¨¦n a entrenar a j¨®venes talentos del ajedrez. Y doy conferencias sobre temas diversos, incluida la inteligencia artificial. Mi vida est¨¢ llena de lucha, pero en un mundo tan convulso como el actual, mi refugio es mi familia.
P. ?Es una persona razonablemente feliz?
R. En general, s¨ª, porque, adem¨¢s de mi estabilidad familiar, veo que algunas de las acciones que emprendo o apoyo para ayudar a Ucrania tienen ¨¦xito, como la reciente decisi¨®n del Congreso de EEUU [Biden ha autorizado a Ucrania a usar armas de EE UU en parte del suelo ruso]. Yo veo claro el camino que debo seguir, aunque s¨¦ que es peligroso, y lo que debo hacer. Y tambi¨¦n s¨¦ qu¨¦ cosas hago bien.
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