Las l¨¢grimas de Orlando Ortega, ¡°ni m¨¢quina ni robot¡±, en los Europeos de atletismo de Roma

¡°No soy un robot, no soy una m¨¢quina, no puedo pedir m¨¢s de lo que he trabajado¡±, dice Orlando Ortega para justificar una actuaci¨®n (13,79s, s¨¦ptimo en la eliminatoria previa de los 110m vallas) muy lejana de sus expectativas. ¡°He venido con unas cartas, he apostado a lo que ten¨ªa y he salido a dar lo mejor con lo que ten¨ªa. Y este es el resultado, esto es lo que ten¨ªa¡±. Pensaba entonces el vallista de Artemisa, de 31 a?os, que ese resultado le eliminaba a la primera en su regreso a la selecc...

¡°No soy un robot, no soy una m¨¢quina, no puedo pedir m¨¢s de lo que he trabajado¡±, dice Orlando Ortega para justificar una actuaci¨®n (13,79s, s¨¦ptimo en la eliminatoria previa de los 110m vallas) muy lejana de sus expectativas. ¡°He venido con unas cartas, he apostado a lo que ten¨ªa y he salido a dar lo mejor con lo que ten¨ªa. Y este es el resultado, esto es lo que ten¨ªa¡±. Pensaba entonces el vallista de Artemisa, de 31 a?os, que ese resultado le eliminaba a la primera en su regreso a la selecci¨®n espa?ola, y compensaba emocionalmente el dolor que le causaba con la alegr¨ªa de volver. ¡°Una puta locura, perd¨®n por la palabra¡±, dice, exaltado, el subcampe¨®n ol¨ªmpico de R¨ªo 16 tras tres a?os de lesiones. ¡°Jolines, si dos meses atr¨¢s me hubieses dicho que iba a correr aqu¨ª, no lo hubiese cre¨ªdo, pero ni de co?a. Hemos hecho un trabajo guap¨ªsimo. Soy un ser humano y las lesiones que he tenido mentalmente duelen y pesan¡±. Y mientras habla se disputan las otras series.

Cuatro minutos despu¨¦s, tras los elogios a su psic¨®loga, To?i Martos, y tras prometer que luchar¨¢ a muerte en los campeonatos de Espa?a y en donde fuera necesario para conseguir una plaza para los Juegos de Par¨ªs, y mientras sigue buscando razones para superar el duelo, llega corriendo a su lado Kevin S¨¢nchez, el segundo vallista espa?ol que compet¨ªa en una ma?ana ya de esas en las que el sol cuece las viejas piedras de Roma, viej¨ªsimas, y la humedad del T¨ªber empapa las espaldas de los turistas, y le dice que no siga hablando como un derrotado, porque pese a todo ha pasado, disputar¨¢ las semifinales (s¨¢bado, 20.38) junto a Quique Llopis y Asier Mart¨ªnez, los dos otros espa?oles, ya clasificados de oficio. Es entonces cuando el ¡°no soy una m¨¢quina, no soy un robot¡± cobra todo su sentido, la demostraci¨®n pr¨¢ctica de la humanidad del atleta. Ortega se derrumba, larga sentadilla, tras la valla de la zona mixta y en cuclillas solloza en silencio unos minutos, y el espacio de tr¨¢nsito emocional y f¨ªsico de todos los atletas, de la pista a la soledad del vestuario, los ganadores, los hundidos, cobra un cierto sentido m¨ªstico.

Ortega se repone, se levanta, se seca los ojos y habla. ¡°Esta es la muestra de lo duro que est¨¢ siendo, t¨ªo¡±, les dice a los periodistas ¨¢vidos de descargas emocionales. ¡°No ha sido f¨¢cil, no ha sido f¨¢cil llegar aqu¨ª. Solo mi mujer, mi familia, mi psic¨®loga, solo ellos saben todo lo que he luchado para llegar aqu¨ª, y, joder, mi ni?a de seis meses, t¨ªo, que he tenido que apartarme de ella un poco por intentar luchar, por estar aqu¨ª, por cumplir un sue?o. Y ustedes saben que yo nunca me he dado por vencido. Yo siempre he estado intentando dar lo mejor de m¨ª en cada carrera. Y, joder, enterarme de esto ahora... Es un triunfo. He jugado con las cartas que ten¨ªa. Y mira d¨®nde estamos, hemos pasado. ?Qu¨¦ m¨¢s puedo decir?¡±

La primera ma?ana de los Europeos, tan densa de espa?oles como calurosa de tiempo, tambi¨¦n le fue bien a Bel¨¦n Toimil, clasificada para la final de lanzamiento de peso (17,76m); Ana Peleteiro, la gran favorita del triple, que solo necesit¨® un salto, y good luck (14,21m), para pasar a la final (domingo, 21.04); Esther Guerrero y Marta P¨¦rez, finalistas ya de 1.500m (domingo, 22.40); los tres del 800m, ?lvaro de Arriba, el veterano que regresa, Adri¨¢n Ben, el finalista de Tokio y Budapest, y hasta el jovencito Moha Attaoui ¡ªla frase del d¨ªa la pronunci¨® el c¨¢ntabro de Sankt Moritz: ¡°estoy como un toro y corr¨ª con el culo¡±¡ª, que pasaron a semifinales (s¨¢bado, 19.50); a Eusebio C¨¢ceres le vali¨® un salto de 7,98m para llegar a la final de longitud (s¨¢bado 20,06), y tambi¨¦n son ya finalistas (domingo, 22.04) las tres del 3.000m obst¨¢culos, Carolina Robles, Irene S¨¢nchez Escribano y Blanca Fern¨¢ndez de la Granja.

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