Elhousine Elazzaoui, el fichaje de Kilian Jornet, reina en el Mont Blanc
El marroqu¨ª logra la victoria m¨¢s importante de su carrera en la marat¨®n por monta?a de Chamonix, mientras Judith Wyder se impone en una cita hist¨®rica del trail femenino
Tras horas d¨¢ndose palos, la batalla entre R¨¦mi Bonnet y Elhousine Elazzaoui en el Marathon du Mont Blanc se resuelve a oscuras porque ninguna c¨¢mara puede seguir el ataque del marroqu¨ª en el descenso final a Chamonix y su meta apenas a unos metros de la estatua que honra a Horace-B¨¦n¨¦dict de Saussure, el cient¨ªfico de Ginebra que lanz¨® en el siglo XVIII el desaf¨ªo de coronar ese centinela temible de 4.809 metros, escondido este domingo entre la niebla. ...
Tras horas d¨¢ndose palos, la batalla entre R¨¦mi Bonnet y Elhousine Elazzaoui en el Marathon du Mont Blanc se resuelve a oscuras porque ninguna c¨¢mara puede seguir el ataque del marroqu¨ª en el descenso final a Chamonix y su meta apenas a unos metros de la estatua que honra a Horace-B¨¦n¨¦dict de Saussure, el cient¨ªfico de Ginebra que lanz¨® en el siglo XVIII el desaf¨ªo de coronar ese centinela temible de 4.809 metros, escondido este domingo entre la niebla. Elazzaoui, el fichaje estrella de Kilian Jornet para su equipo, Nnormal, se lleva la victoria m¨¢s importante de su carrera tras ocupar el podio en las tres primeras carreras de las Golden Trail Series. Y lo hace destronando al mejor escalador del mundo tras 43 kil¨®metros y 2.600 metros de desnivel positivo tras 3h30m10s. La bajada final tambi¨¦n sonri¨® a Judith Wyder: la suiza que nunca se rinde se llev¨® quiz¨¢s la carrera con m¨¢s nivel de la historia.
Chamonix es la meca del trail por el Ultra Trail del Mont Blanc, pero esos 171 kil¨®metros son tan ¨¦picos como dispersos: 20 horas es demasiado para cualquier cobertura. En contraste, una carrera de las Golden es como comparar ¡®Los diez mandamientos¡¯ con una serie de Netflix. Lejos de la ultra distancia, los corredores m¨¢s r¨¢pidos intercambiaron golpes como si no hubiera un ma?ana en un cl¨¢sico ¨Cuna de las tres pruebas fijas del calendario junto a Zegama y Sierre-Zinal¨C con m¨¢s de 2.300 corredores en la salida repartidos en seis oleadas.
El plan de ataque a una marat¨®n, el techo de las ¡®cortas¡¯ distancias del trail, depende de los rivales. Bonet y Sophia Laukli volaron rumbo a la victoria en 2023, pero sus corrales han sumado gallos y la prudencia evit¨® excesos de salida. Especialmente para la estadounidense, la ganadora de la general el a?o pasado, con el rodaje justo tras su lesi¨®n de rodilla en la temporada de esqu¨ª para v¨¦rselas con Wyder ¨Ccon quien empat¨® a puntos¨C, Madalina Florea ¨Cganadora de la final¨C y Maude Mathys, el mito ausente. El mismo razonamiento tuvo el suizo, que se guard¨® ante la n¨®mina de kenianos en los 13 primeros correderos kil¨®metros. As¨ª que ambas carreras empezaron a escribirse tras Le Tour, con la subida al Col des Possettes, el techo del perfil (2.200 metros), tras 3,4 kil¨®metros al 21%.
Bonet sac¨® las alas de escalador y rompi¨® el grupo cabecero. El tramo final de la subida escond¨ªa a los corredores entre una niebla densa, as¨ª que Elazzaoui dej¨® al resto de aspirantes antes de la cima y puso su comod¨ªn de bajador sobre la mesa. Enjug¨® la diferencia con su fluidez en el primer tramo del descenso, con piedras afiladas mojadas, ra¨ªces sueltas y la visibilidad justa. El suizo volvi¨® a acelerar tras el avituallamiento de Vallorcine, pasado el kil¨®metro 23, pero el marroqu¨ª era una lapa. As¨ª empez¨® una lucha tit¨¢nica en la que alternaban roles: Elazzaoui le adelantaba en las subidas y su rival atacaba en la bajada m¨¢s peligrosa, demasiado corta para forzar los l¨ªmites.
As¨ª llegaron a la ¨²ltima subida, 3,6 kil¨®metros al 13% que solventaron con una velocidad de ascenso vertical de v¨¦rtigo: por momentos, su promedio era de 1.800 metros de desnivel positivo a la hora, la altitud que separa Benasque del Aneto. Pasaron por una cascada desbordante ¨Clas inundaciones en los Alpes se notan en el valle¨C, el lugar en el que un Elazzaoui deshidratado buscaba consuelo 12 meses atr¨¢s antes de abandonar. Llegaron a la ¨²ltima cima, el refugio de La Fl¨¦g¨¨re, tras un kil¨®metro final sin vegetaci¨®n que es una tortura en d¨ªas de calor o viento, sin nada resuelto. All¨ª oteaba el horizonte Roberto Delorenzi, el reciente campe¨®n de Europa que cerr¨® el podio. Todav¨ªa quedan tres kil¨®metros de toboganes en los que Bonet gast¨® su ¨²ltimo ataque. Sin suerte. El marroqu¨ª resolvi¨® en el descenso ¨Cse pierden 800 metros de altura en menos de cuatro kil¨®metros¨C como hiciera el a?o pasado para ganar en Dolomitas y la final de las Golden. Ambos celebraron tanta intimidad con un abrazo sincero en meta.
Como el que le dio Wyder a Laukli, que lleg¨® cuarta tras negarse una y otra vez a rendirse, siguiendo al grupo que la dejaba y atacando cuando llegaba. El problema de la inactividad est¨¢ en los descensos, pues son tan agresivos que rara vez se entrenan fuera de competici¨®n: sus cu¨¢driceps no ten¨ªan ese bagaje y lo pag¨® caro. Mathys tambi¨¦n gast¨® su bala, atacando en la subida al Possettes, pero perdi¨® comba en la bajada y acab¨® octava. La estadounidense alucin¨® cuando recibi¨® el abrazo: ¡°?Has ganado?¡±
Porque vio c¨®mo Florea, la rumana voladora del asfalto que no hace prisioneros, aprovech¨® el adelantamiento de los l¨ªderes masculinos, en torno al kil¨®metro 30, para atacar sin reservas. Les sigui¨® de cerca con su zancada amplia, como si llevara el DRS de la f¨®rmula 1, y dej¨® casi un minuto atr¨¢s a Wyder en La Fl¨¦g¨¨re. Una renta escasa ante la mejor bajadora del mundo, que domesticaba esos t¨ªmidos senderos entre piedra mojada mientras la l¨ªder se agarraba a una barandilla met¨¢lica en un paso peliagudo y miraba para atr¨¢s. Cuando la suiza lleg¨®, aceler¨® sin paliativos, trazando las curvas de la bajada final como una bailarina. Con resbal¨®n incluido, el precio de forzar los l¨ªmites. Era la primera marat¨®n en a?os para alguien que pas¨® un ictus cuando estaba embarazada que le afect¨® a la vista y sufri¨® una grave lesi¨®n de cadera. As¨ª gan¨® en su primera carrera en Chamonix, con su sonrisa eterna, abrazando a la china Miao Yao, tercera, y a Rosa Lara Feliu, quinta. En chicos, Miquel Corbera fue noveno.
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