Kilian Jornet y su mejora sin fin: campe¨®n en Zegama por und¨¦cima vez

Han pasado casi dos d¨¦cadas y el ¨²nico rival de Kilian Jornet en la Zegama-Aizkorri sigue siendo Kilian Jornet. Su und¨¦cima victoria en la marat¨®n de monta?a m¨¢s cotizada del mundo nunca estuvo en duda. Los entrenamientos no mienten y el gran tirano del trail ha mejorado esta primavera sus tiempos de 2022, el a?o en el que no solo gan¨®, sino que pulveriz¨® el r¨¦cord m¨¢s de siete minutos hasta las 3h36m40s, un suspiro para 42 kil¨®metros y 2.750 metros de desnivel positivo. Y que seguir¨¢ ah¨ª un a?o m¨¢s, su ¨²nica imperfecci¨®n en un domingo en el que ha pulverizado a sus rivales: 3h38m07s, el segundo mejor registro de la historia. Elhousine Elazzaoui repiti¨® segundo puesto a 8m09s, un abismo para alguien que en 2023 se qued¨® a 26s del t¨ªtulo. Bart Przedwojewski, el polaco que cerr¨® el podio, era el m¨¢s feliz, asumiendo su condici¨®n de mortal: ¡°Es imposible ganarle. Est¨¢ a otro nivel para corredores como nosotros¡±.

Kilian detona desde la salida cualquier plan de rebeli¨®n de los kenianos y pone rumbo hacia una contrarreloj contra s¨ª mismo. Y la gana hasta el ecuador, superando los parciales de 2022 con una ventaja que lleg¨® a los 40 segundos. As¨ª coron¨® Aizkorri, tras ese peregrinaje de dos kil¨®metros desde Sancti Spiritu, una adoraci¨®n a la altura del Tour de Francia, el motivo por el que m¨¢s de 10.000 personas prueban suerte en un sorteo para 250 de los algo m¨¢s de 500 dorsales que reparte la organizaci¨®n. Pero la barriga, algo hinchada, le record¨® su humanidad en la tercera hora y asumi¨® que el r¨¦cord no caer¨ªa. Con todo, baj¨® como un cohete, un matrimonio perfecto entre velocidad y coordinaci¨®n. ¡°Me han dicho que ven¨ªan cerca y he tenido que apretar¡±, sonri¨® ante el enga?o. As¨ª que miraba para atr¨¢s, poniendo contra las cuerdas al ciclista obligado a grabarle.

Tras el apocalipsis meteorol¨®gico de 2023, fue un d¨ªa de ensue?o para los corredores. Sin lluvia desde el jueves, el barro se hab¨ªa convertido en una esponja y el cielo nublado del domingo dej¨® una temperatura perfecta, en la frontera de los 20 grados. ¡°Los tiempos se pueden comparar perfectamente¡±, subray¨® el catal¨¢n, en comparaci¨®n a aquel 2022 con el trazado seco. Como entonces, la peregrinaci¨®n a Zegama empieza al amanecer: kil¨®metros de coches estacionados en el arc¨¦n y una multitud que no celebra tanto una competici¨®n sino un modo de vida: el monte. Un goteo infinito que colma las cimas entre la niebla y esa humedad que da el toque deslizante al tramo t¨¦cnico, un campo de minas entre pradera, piedra y crestas.

Un para¨ªso para Sylvia Nordskar, que aprovecha la amplia zancada de su estatura para adue?arse de una carrera de pron¨®stico incierto, sin las ganadoras de las ¨²ltimas siete pruebas de las Golden Trail Series. Llega al refugio con una sonrisa infinita y levanta los brazos, como si subiera el volumen de la radio. Para el reloj en 4h29m12s y se sienta el trono vacante al que aspiraban las dos amigas guipuzcoanas: Sara Alonso, que vio la carrera ingresada en el hospital por neumon¨ªa, y Malen Osa. El term¨®metro y sus malditos 39 grados dejaron a la primera, bronce en 2022, sin una oportunidad pintiparada. ¡°Es una p¨¦rdida muy grande, tanto para la carrera como para m¨ª. Es mi rival directa y, al mismo tiempo, le deseo lo mejor. Quer¨ªa correrla con ella y me da mucha pena¡±, resum¨ªa Osa, que entrena cada semana en ese recorrido que tantos codician.

A sus 21 a?os, Osa, un prodigio de regularidad en su breve periplo por las Golden, con carreras en la frontera de los 20 kil¨®metros, corr¨ªa su primera marat¨®n y la gestion¨® como una veterana: guardando balas, sin asomarse al top-20 hasta casi el ecuador. Apost¨® en el tramo t¨¦cnico, su fortaleza, y empez¨® su caza hacia el segundo puesto, a 6m07s de la ganadora. Desde la suiza Theres Leboeuf ¡ªatac¨® en la salida y fue de m¨¢s a menos¡ª, a la asturiana Marta Mart¨ªnez, que aguant¨® el empuje y complet¨® el podio, entrando feliz a meta con la bandera asturiana a 20 segundos. Como Osa, que brincaba entre abrazos con Nordskar en otro ejemplo entre amistad y rivalidad.

La noruega deshizo sus pasos para chocar cientos de palmas junto a la meta, el rito obligado en un pueblo que se ha convertido en catedral del trail con poco m¨¢s de un millar de habitantes. Como Manuel Merillas; el leon¨¦s que adora el mal tiempo honr¨® su dorsal n¨²mero 1 como ganador del a?o pasado, aunque estuviera a unos tres minutos de sus n¨²meros. ¡°El error m¨¢s grande que comete el 95% de los corredores es intentar seguir a otra gente, eso es como tirar una moneda al aire¡±. El mejor bajador recort¨® lo que pudo desde Aizkorri, pero se qued¨® a 49 segundos del podio, en quinto lugar.

Y felicit¨®, como el resto de mortales, a Kilian, el pionero que ha propulsado su deporte junto a su carrera fetiche. ¡°Zegama es Zegama¡±, dijo, una de esas frases simples que permanecen. Un palmar¨¦s que se escribe en presente, pues por su cabeza no pasa parar. ¡°Yo soy corredor amateur y ahora soy profesional por otras cosas. Habr¨¢ un momento en el que correremos m¨¢s lento, pero disfrutaremos lo mismo¡±. Lo dice desde una atalaya, 17 a?os despu¨¦s de su primera victoria, en 2007. ?Es este el mejor Kilian? ¡°Bueno, s¨ª. Estoy entrenando y corriendo mejor. Creo que voy mejorando un poco a?o a a?o¡±. Su mejora sin fin. La respuesta que dan los dem¨¢s, cono ese Przedwojewski sonriente que le tiene como fondo de pantalla en su port¨¢til: ¡°S¨ª, lo es. Cada a?o es el mejor¡±.

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