Lamine y Lewandowski salvan a Laporta

El Barcelona amaneci¨® optimista, o ese, al menos, era el mensaje del club: en la lista de convocados para el duelo frente al Athletic aparec¨ªa Dani Olmo. Sin embargo, a su lado hab¨ªa un asterisco en el que se aclaraba que todav¨ªa estaba pendiente de su inscripci¨®n en LaLiga. En las oficinas aseguraban que trabajan para intentar inscribir in extremis al futbolista. El af¨¢n, en cualquier caso, era en vano. ¡°Nos pasa algo parad¨®jico¡±, aseguraba un empleado del club, cuando se descart¨® la inscripci¨®n de Olmo contra el Athletic; ¡°tenemos dinero en la caja, podemos fichar, pero no los podemos inscribir¡±.

El dinero que, seg¨²n el Barcelona, tiene en el banco, Joan Laporta lo quer¨ªa utilizar para fichar a Nico Williams. Pero result¨® que al delantero no hubo manera de moverlo de Bilbao, seg¨²n los nost¨¢lgicos porque as¨ª se lo hab¨ªa prometido a su hermano I?aki, seg¨²n los esc¨¦pticos porque sab¨ªa que en los despachos del Bar?a reinaba el caos. Un caos que ya no hay manera de ocultar: ¡°Bar?a, s¨ª; Laporta, no¡±, cant¨® una y otra vez la afici¨®n del Barcelona. En un Montju?c tomado por los turistas, los que se?alaban al presidente no eran mayor¨ªa, como tampoco los eran los que se encendieron con Nico Williams por lo que interpretaron como un ninguneo al Barcelona. Sino lo hubiese hecho, ayer no hubiera saltado al campo. As¨ª le pas¨® a Dani Olmo.

¡°Sab¨ªamos que pod¨ªa ocurrir, que estuviera o no, esta es la situaci¨®n en este momento. Tengo que aceptar las cosas que no puedo cambiar¡±, explic¨® el t¨¦cnico alem¨¢n. En el Barcelona, por su parte, conf¨ªan en poder solucionar el jerogl¨ªfico econ¨®mico. ¡°Contamos con una oferta por Bar?a Vision (otra m¨¢s despu¨¦s de que Aramark comprara una parte de la que hab¨ªa dejado de pagar Libero), estamos pendientes de solucionar lo de Nike y tendremos las salidas de Lenglet y de Vitor Roque¡±, explican. Es curiosa la estrategia de mercado del Barcelona: para inscribir a un jugador fichado, primero tienen que dejar salir a otros, cedidos en el inminente caso de Lenglet al Atl¨¦tico, regalado como fue G¨¹ndogan al City. ¡°Cuando pasas un a?o fuera, empiezas a apreciar a¨²n m¨¢s ese lugar. Te das cuenta de lo grande que es el club: el mejor club del mundo¡±, apunt¨® G¨¹ndogan, un dardo al Barcelona, un mimo al City, que la hinchada agradeci¨®.

A G¨¹ndogan lo recibieron como a un h¨¦roe. La afici¨®n azulgrana, sin embargo, todav¨ªa no puede disfrutar de Olmo. Su rabia la pagaron Laporta y Nico. Hasta que aparecieron Lamine y Lewandowski y los pitos al presidente y al delantero del Athletic se convirtieron en entusiasmo con los muchachos de Flick. ¡°He visto que ven¨ªa Nico, que no es muy intenso en la defensa. Cuando he encontrado espacio, he chutado¡±, explic¨® su gol Lamine. ¡°Jugamos muy bien¡±, se sum¨® Flick. ¡°Pero¡±, a?adi¨®; ¡°en alguna ocasi¨®n nos ha faltado algo de calma¡±. Calma que encontr¨® Lewandowski. ¡°?l entrena duro y bien y presiona. Conozco al mejor Lewandowski y lo estoy viendo aqu¨ª¡±, elogi¨® el alem¨¢n a su delantero.

Al final, el optimismo del Barcelona no estaba en las cuentas de Laporta para inscribir a Olmo ni para tentar a Nico Williams. Estaba en el mismo lugar que la campa?a pasada: en el f¨²tbol de Lamine y en los goles de Lewandowski, ahora bajo el mando de Flick.

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