Joan Laporta y una butifarra en la Meca
Laporta, un genio del ilusionismo, ha vuelto a caer de pie con la resoluci¨®n del CSD y la severa manita al Real Madrid. El corte de mangas, sin embargo, podr¨ªa dedic¨¢rselo ahora al r¨¦gimen de Arabia Saud¨ª, a la Superliga de Florentino P¨¦rez o a los comisionistas que llaman a la puerta del club
Una butifarra de pag¨¨s. O sea, un corte de mangas de campesino, en su versi¨®n catalana. Aunque un pag¨¨s no sea exactamente lo mismo. Pero da igual. As¨ª se expres¨® Laporta no se sabe exactamente hacia qui¨¦n cuando, liberado por la resoluci¨®n del CSD sobre el caso Olmo, logr¨® hacer lo que lleva haciendo desde que lleg¨® al Bar?a: ganar tiempo. O lo que es lo mismo, generar ilusi¨®n, construir nuevas expectativas que tapan fracasos. Pedir cr¨¦dit...
Una butifarra de pag¨¨s. O sea, un corte de mangas de campesino, en su versi¨®n catalana. Aunque un pag¨¨s no sea exactamente lo mismo. Pero da igual. As¨ª se expres¨® Laporta no se sabe exactamente hacia qui¨¦n cuando, liberado por la resoluci¨®n del CSD sobre el caso Olmo, logr¨® hacer lo que lleva haciendo desde que lleg¨® al Bar?a: ganar tiempo. O lo que es lo mismo, generar ilusi¨®n, construir nuevas expectativas que tapan fracasos. Pedir cr¨¦dito ilimitado y devolverlo con m¨¢s cr¨¦dito hasta que el cuerpo aguante o, en este caso, el club. Vista la manita del domingo contra el Real Madrid, el invento seguir¨¢ funcionando. Y seguro que al final del partido muchos cul¨¦s hicieron su propia butifarra en casa ¡ªy en Yeda¡ª, porque de esto va el f¨²tbol tambi¨¦n, de liberar tensiones, aunque uno est¨¦ convencido de que no tiene raz¨®n.
La teor¨ªa del cr¨¦dito, en cambio, solo funciona mientras no dejes de pedalear, o sea, seguir pidiendo m¨¢s de lo que sea en calidad de prestado, para tapar la deuda anterior. Porque as¨ª es como est¨¢n el Bar?a y el propio presidente, un tipo fascinante, listo, intuitivo, embaucador y divertido, instalado d¨ªa y noche en un trapecio sin red del que cae siempre de pie. Uno de esos encantadores de serpientes de museo, pero un presidente de prestado, con cuentas pendientes con medio mundo. Incluido Florentino P¨¦rez, a juzgar por algunos detalles, como el silencio en el caso de Dani Olmo, que solo se explicar¨ªa por esa persistente idea de crear un negocio paralelo en el f¨²tbol llamado Superliga.
Laporta, el gran triunfador de la Supercopa, ha conseguido exactamente lo que quer¨ªa estos d¨ªas: ruido. El caso, por si no hab¨ªa suficiente con Ayuso, el fiscal general, las celebraciones de Franco o el hermano de Pedro S¨¢nchez, formar¨¢ parte ya tambi¨¦n de la esfera pol¨ªtica. Ah¨ª est¨¢ c¨®modo el presidente del Bar?a. Y el domingo obtuvo tambi¨¦n lo ¨²nico que pod¨ªa aportar ritmo y comp¨¢s a toda esa cacofon¨ªa para ordenarla en forma de m¨²sica: cinco goles. Una sinfon¨ªa dirigida desde el foso con una butifarra como batuta, que le permiti¨® bajar al c¨¦sped, levantar la copa y darse un ba?o confeti con los jugadores, que siempre han visto en ¨¦l a uno de los suyos, aunque su mala gesti¨®n pudiese costarles la ficha federativa.
El mejor truco de Laporta ha sido Hansi Flick, un entrenador monumental que, todo hay que decirlo, siempre fue su primera opci¨®n cuando gan¨® las elecciones en 2021 (termin¨® fichando por la selecci¨®n alemana). Si la pelota entra, nadie protesta. Y el domingo Courtois pudo haberla recogido de su porter¨ªa tres veces m¨¢s que las cinco que subieron al marcador. Eso es un cr¨¦dito como una catedral. Y Laporta, pese al ¨²ltimo mes de esperpentos y chapuzas, puede estar muy tranquilo. Le conviene estarlo tambi¨¦n a los que organizaban una moci¨®n de censura, porque mientras ganen, quien quiera salir en la foto va a hacer el rid¨ªculo.
Este martes, tras su victoria, Laporta podr¨¢ comparecer tranquilamente ante la prensa despu¨¦s de un mes de silencio. Ahora s¨ª. Y quiz¨¢ diga, como pensamos aqu¨ª, que no hay nada de malo en una butifarra. Pero a algunos nos gustar¨ªa que, mientras sigue ganando tiempo (y muchos t¨ªtulos), se la hiciera tambi¨¦n al gobierno de Qatar que ha comprado los asientos VIP del nuevo estadio y a quien ¨¦l critic¨® mientras esponsorizaba al Bar?a con la anterior junta; al r¨¦gimen de Arabia Saud¨ª, cuyo pr¨ªncipe heredero ¡ªseg¨²n un informe de la Casa Blanca¡ª mand¨® torturar y asesinar al periodista Jamal Khashoggi; tambi¨¦n a la Supercopa, que se celebra en un pa¨ªs donde se acosa a las mujeres en los estadios, a los comisionistas y agentes que se pasean por el club estos d¨ªas o, puestos a pedir, incluso a la Superliga, esa oscura nebulosa que mantiene al presidente del Bar?a del brazo de Florentino P¨¦rez.