?A qui¨¦n iba dirigido ese corte de mangas, Joan Laporta?
Quiz¨¢ se lo dedic¨® a Javier Tebas, cansado ya de confiar en que el club cuadrar¨¢ las cuentas y respetar¨¢ el ¡®fair-play¡¯ financiero. Pero no es dif¨ªcil imaginar que el gesto escoci¨® a todo el f¨²tbol por irrespetuoso, desagradecido y de mal gusto
Ocurri¨® in extremis. Tan al l¨ªmite, que la propia expedici¨®n del Barcelona conoci¨® la noticia cuando llegaba al estadio, con la convocatoria aprobada y el once definido en la cabeza de Flick. Faltaba poco m¨¢s de una hora para que arrancara la semifinal de la Supercopa de Espa?a. Esa, por cierto, que se juega en Arabia Saud¨ª, para gloria de la Federaci¨®n ¡ªse embolsa 20 millones de los 40 que cobra por llevar el trofeo a 5.000 kil¨®metros de distancia de Espa?a¡ª y de las arcas de los cuatro clubes participantes, especialmente el Madrid y el Bar?a, que se llevan la mayor parte del bot¨ªn ¡ªunos seis millones cada uno, por los dos del Athletic y los 850.000 del Mallorca; eso sin contar el premio para los finalistas¡ª. Desde que la competici¨®n se disputa en tierras saud¨ªes, colaborando con su pol¨ªtica de sportswashing, siempre ha sido as¨ª. Pero nunca est¨¢ de m¨¢s recordarlo.
Ahora, volvamos al tema del d¨ªa. El Consejo Superior de Deportes, esto es, el Gobierno, al fin y al cabo, hab¨ªa salvado a Laporta. Le conced¨ªa una medida cautelar al Bar?a que volv¨ªa a dar vigencia a las licencias de Dani Olmo y Pau V¨ªctor. Al menos, de momento, mientras se resuelve el recurso del club azulgrana. Los futbolistas se enteraban en el autob¨²s. La sonrisa de Olmo a su llegada al estadio Al Jawhara, en Yeda, daba buena cuenta del alivio, del sufrimiento previo. Mucho menos discreto fue el presidente, Joan Laporta, en las entra?as del campo saud¨ª: se abraz¨® ostentosamente con Enric Masip, su mano derecha, lanz¨® un corte de mangas y un grito. Rio. Segundos despu¨¦s volvi¨® a gritar, al m¨¢s puro estilo CR7, ese hombre-anuncio con cu¨¢driceps de acero que ahora glosa las maravillas de Arabia.
??? MUCHO OJO a la celebraci¨®n de LAPORTA
— Carrusel Deportivo (@carrusel) January 8, 2025
? CORTE DE MANGAS tras enterarse de la cautelar para Dani Olmo y Pau V¨ªctor
?? Im¨¢genes de @esport3 pic.twitter.com/pnIvvwdX3r
?A qui¨¦n iba dirigido ese corte de mangas? Se lo debi¨® dedicar a la oposici¨®n. Esa que ha pedido su dimisi¨®n, acongojada ante los equilibrios de un club que ha celebrado con pompa sus 125 a?os como una de las grandes entidades de Catalu?a en uno de los momentos m¨¢s delicados desde el punto de vista institucional.
Quiz¨¢ se lo dedic¨® tambi¨¦n a Javier Tebas, el mandam¨¢s de LaLiga, cansado ya de salvarle el pellejo, de hacer la vista gorda, de confiar en que el club cuadrar¨¢ las cuentas y respetar¨¢ la regla del fair-play financiero. Lleg¨® el Bar?a tarde y mal esta vez. Y ya nadie mir¨® para otro lado. Tampoco el nuevo presidente de la Federaci¨®n, Rafael Louz¨¢n, que tuvo la ¨²ltima palabra despu¨¦s de que Laporta activara la ¨²ltima palanca de estos a?os de ingenier¨ªa financiera.
No es dif¨ªcil imaginar a cu¨¢ntos m¨¢s les escoci¨® ese corte de mangas. No es raro pensar que escoci¨® a todo el f¨²tbol. Por irrespetuoso, desagradecido y de mal gusto. Le escoci¨®, lo escuchamos, a su rival en la semifinal. Alucinante o esperp¨¦ntico fueron los adjetivos que us¨® el presidente del Athletic, Jon Uriarte, al conocer la noticia. Que se ocupe de sus asuntos, le espet¨® Deco poco despu¨¦s. Sus asuntos, como los del resto de presidentes de los clubes de la Liga, pasan por las competiciones en las que participa con una plantilla ajustada a su presupuesto y a sus necesidades financieras. Sin favores ni palancas. Lo otro se llama agravio comparativo.
La cautelar a Olmo y V¨ªctor, para suerte de los futbolistas, que no tienen culpa alguna, no exime a Laporta y a su junta de una mala gesti¨®n, una p¨¦sima planificaci¨®n y una peor comunicaci¨®n interna. A 31 de diciembre, sus cuentas no estaban en orden. Las de sus rivales s¨ª.
Y ahora que el CSD le echa un salvavidas en plena tormenta, Laporta no tiene mejor respuesta que un corte de mangas que, quiera ¨¦l o no quiera, tiene m¨²ltiples destinatarios. La imagen del Barcelona como club, perd¨®n, m¨¦s que un club, se resquebraja.
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