Francia reflota su Seis Naciones con una exhibici¨®n en Roma

No es la primera demolici¨®n de Francia en Roma en el Seis Naciones, pero mientras otras fueron el producto de casi tantos dem¨¦ritos italianos como m¨¦ritos propios, la de este domingo fue un despliegue may¨²sculo. La factura de los platos rotos en su derrota dos semanas atr¨¢s en Londres. Un triunfo por 24-73, el m¨¢s abultado en la historia entre ambos pa¨ªses, que enmienda el tropiezo ante Inglaterra y reflota sus opciones de llevarse el torneo, pues decanta sin remedio a su favor el average general en caso de empate a puntos, una opci¨®n que abri¨® Irlanda el s¨¢bado al ganar en Gales sin el punto bonus ofensivo de los cuatro ensayos. Llegar¨¢, pues, con opciones intactas a la batalla de Dubl¨ªn del 8 de marzo ante el XV del Tr¨¦bol, un l¨ªder que siente ya su aliento en el cogote.

La antigua Italia estiraba su supervivencia en los partidos constri?¨¦ndolos con su delantera: un campo reducido y los riesgos justos. La nueva lo f¨ªa todo al talento y sus tres cuartos ven posible cualquier ruptura, como la cruz de Juan Ignacio Brex para la carrera de Tommaso Menoncello ¡ªelegido mejor jugador del Seis Naciones 2024¡ª, que super¨® en campo abierto a una defensa lenta en la cobertura. Un prometedor 7-0 que pudo ir a m¨¢s si Tommasso Allan hubiera convertido una sencilla patada centrada antes de perder dos balones clave al intentar rescatar una patada francesa que se iba por la banda y, sobre todo, al no deshacerse de otra, ser placado en su zona de marca y conceder una mel¨¦ que a la postre vali¨® un ensayo.

Ganar a esta Francia exig¨ªa la perfecci¨®n. Tras mostrar misericordia ante los ingleses, a los que dominaron sin terminar de noquearlos, el XV del Gallo gener¨® jugadas de ensayo como quien compra el pan. Igual¨® la primera marca italiana con una secuencia cocinada a fuego lento por la delantera para que Mickael Guillard hiciera la ¨²ltima posta, escurri¨¦ndose en los ¨²ltimos metros mientras la defensa intentaba frenarle, en vano. La misma medicina con distinto f¨¢rmaco propici¨® el segundo, con el maul, la plataforma de delanteros, conquistando la zona de marca italiana. El tercero ya despleg¨® el virtuosismo, marca de la casa. Con el genio Dupont orquestando las cargas de los delanteros, moviendo el bal¨®n de un lado a otro para provocar las costuras de la defensa. En un suspiro, se juntan tres jugones franceses en una micra de c¨¦sped y resuelven el crucigrama con dos toques de clase, como dos corcheas. El zaguero, Leo Barre, la suelta en el momento exacto para que el ala Louis Bielle-Biarrey la recoja a un palmo de la cal y asista la carrera desmarcada de Dupont bajo palos. En un suspiro, del 7-0 al 10-21.

Italia respondi¨® a los franceses que cantaban la Marsellesa con otra jugada de muchos quilates. Parti¨® de un despeje flojo que Ange Capuozzo, otro de los diablos, convirti¨® en contragolpe. Los suyos ten¨ªan superioridad por el centro y Brex se march¨® solo bajo palos tras una cesi¨®n casi de espaldas de un delantero como Niccol¨° Cannone. Pero Francia no dio un solo rengl¨®n a la esperanza, reinstaur¨® su ventaja en la siguiente carga de su delantera ¡ªculminada esta vez por Paul Boudehent¡ª y solvent¨® la contienda con otra acci¨®n resolutiva de Dupont, que aguant¨® con el bal¨®n tras romper un placaje y esper¨® a que llegase el segundo para generar la ventaja definitiva para Barre, que se quit¨® de encima a los dos ¨²ltimos centinelas y puso la guinda a una sublime primera parte personal y colectiva (17-35).

Y no hubo vuelta de hoja, con el ensayo de otro delantero, Alldritt, a los cuatro minutos de la reanudaci¨®n, al que siguieron los de Bielle-Biarrey, Dupont, Barre, Attissogbe y Barassi. Once ensayos y cinco puntos: los cuatro de la victoria y el ofensivo. As¨ª las cosas, Francia se sit¨²a segunda, con 11 puntos, a tres de Irlanda, l¨ªder con 14, a la que superar¨ªa con casi cualquier victoria en la cuarta jornada.