El Bar?a se hace grande en Grecia ante el Olympiacos

Euroliga - cuartos - jornada 3

Olympiacos

80 82

Finalizado

Bar?a

El Bar?a hizo lo complicado, que fue llevar el envite a la pr¨®rroga y silenciar por un momento al efervescente Estadio de la Paz y la Amistad del Olympiacos. Tambi¨¦n super¨® lo improbable al sumar cinco puntos de carrerilla ¨Calley-oop de Vesely y triple de Satoransky¨C para igualar el duelo en el tiempo extra; y hasta pudo con lo imposible, pues un triple sobre la bocina de Parker fue castigado con personal y el norteamericano sentenci¨® desde los tiros libres para devolver al Bar?a el factor campo, toda vez que le vale con una victoria en dos duelos (primero en El Pireo; despu¨¦s en el Palau).

No se amedrent¨® de inicio el Barcelona ante el el¨¦ctrico ambiente del estadio del Olympiacos, una aut¨¦ntica olla a presi¨®n, gritos hasta perder la garganta, llama del baloncesto. Pero Vesely con una de esas canastas que tanto le gustan, lanzamiento de media distancia, y Laprovittola explicando que no le sobra velocidad ni cent¨ªmetros pero s¨ª habilidad para sumar dos bandejas consecutivas, aclararon que no ser¨ªa por nervios. Sucedi¨® que el Olympiacos se refugi¨® en Peters desde el exterior y Fall desde la botella -am¨¦n de sus rebotes- para ponerle remedio, para voltear el asunto y remarcar que no quieren ser un actor secundario de la eliminatoria sino el protagonista principal, un Oscar hacia la Final Four, empate al cerrar el pr¨®logo (13-13).

Trataba de correr el Bar?a al tiempo que el Olympiacos se esmeraba en cortar las l¨ªneas de pase, ambos equipos imponi¨¦ndose en las defensas antes que sobre la canasta rival. Pero los garrotes se suced¨ªan de aro a aro, sorbos de talento, festival entrecortado. Triple de Larentzakis; un dos m¨¢s uno para Willy Hernang¨®mez; mate de Wright; canasta en suspensi¨®n de Da Silva¡­ Hasta que Petrusev volvi¨® a significarse en la eliminatoria, hasta que Wright se hizo grande bajo el aro, hasta que el Olympiacos puso tierra de por medio. Bofetada sonora al entreacto, 37-32, siete puntos de diferencia y todo un mundo en un estadio que reverberaba, por m¨¢s que no se vieran bengalas y l¨¢seres como habit¨²a [as¨ª lo pidi¨® la directiva].

Volvi¨® con ganas el Bar?a, sonrojado pero decidido a no quedar descabalgado antes de tiempo, por lo que se subray¨® desde la periferia, tres triples (Satoransky, Laprovittola y Parker) para revivir y poner las dudas en el rival. Pero no el silencio en un pabell¨®n que bull¨ªa y vibraba, que alimentaba el hambre competitivo del Olympiacos, acaso de Peters y Walkup con la r¨¦plica desde el extrarradio. Pero los azulgrana ya estaban en combusti¨®n, siempre con la mu?eca de Laprovittola como amparo, tambi¨¦n la gazuza de Hernang¨®mez y las inspiraciones de Parker, un parcial de 14-25 para llegar al acto final con seis puntos de ventaja. Poco para el infierno de El Pireo.

Aunque Hernang¨®mez sac¨® m¨²sculo, el Olympiacos conect¨® con su abrasiva afici¨®n, abucheos o ¨¢nimos a miles de decibelios que parec¨ªan condicionar a los colegiados -se se?al¨® una antideportiva a Laprovittola sin sentido y se permiti¨® el contacto m¨¢s de lo l¨®gico- del mismo modo que restaban las virtudes azulgranas para cebar la otra canasta. Intriga por resolver, pues a falta de tres minutos el luminoso marcaba 64-63. Y lleg¨® el triple de Petrusev desde casi su campo, cuando se acababa la posesi¨®n griega, pu?o al aire, j¨²bilo griego y colleja dolorosa para un Bar?a que perdi¨® la mu?eca cuando m¨¢s lo necesitaba. No as¨ª Abrines, que dio una bola extra, que dej¨® el duelo en un brete -dos puntos- cuando faltaban 50 segundos. Y eso aprovech¨® Laprovittola, que aguant¨® el tipo y descorch¨® de nuevo su clase, canasta a aro pasado con siete segundos por disputar. No atin¨® William-Goss y el envite se fue a la pr¨®rroga. Donde Parker puso la guinda y el Bar?a se hizo grande, mayor.

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