Pogacar, irreductible, arrasa en la crono y distancia a Thomas en su primer Giro
Filippo Ganna aventajaba en 44 segundos al esloveno en los primeros 18 kil¨®metros, pero el l¨ªder remont¨® en el tramo final para sacarle 17 segundos y otros dos minutos a su rival en la general
Pasan cosas en el Giro del modern¨ªsimo Tadej Pogacar y se desentierran a la vez historias antiqu¨ªsimas, como la de Ernesto Colnago (Cambiago, Mil¨¢n, 92 a?os), que entr¨® a trabajar con 12 en un taller de soldadura gracias a que su padre, agricultor, le dio dos sacos de harina de ma¨ªz al propietario para que le admitiera como aprendiz; un a?o m¨¢s tarde falsific¨® su fecha de nacimiento para empezar a soldar bicicletas en una f¨¢brica de Mil¨¢n. Tiempo despu¨¦s, le arregl¨® ...
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Pasan cosas en el Giro del modern¨ªsimo Tadej Pogacar y se desentierran a la vez historias antiqu¨ªsimas, como la de Ernesto Colnago (Cambiago, Mil¨¢n, 92 a?os), que entr¨® a trabajar con 12 en un taller de soldadura gracias a que su padre, agricultor, le dio dos sacos de harina de ma¨ªz al propietario para que le admitiera como aprendiz; un a?o m¨¢s tarde falsific¨® su fecha de nacimiento para empezar a soldar bicicletas en una f¨¢brica de Mil¨¢n. Tiempo despu¨¦s, le arregl¨® las bielas a Fiorenzo Magni, quejoso de un dolor en las piernas porque estaban mal ajustadas, y que le contrat¨® como mec¨¢nico cuando vio que ya no le dol¨ªan. En 1957, Ernesto construy¨® su primer cuadro para Gast¨®n Nencini, que gan¨® el Giro con esa bicicleta. Luego naci¨® la marca con su apellido y muchas victorias, muchos campeones.
En el Giro de 1995, Colnago se present¨® en la salida de la segunda etapa, una crono entre Foligno y As¨ªs, para entregarle a Tony Rominger la m¨¢quina que hab¨ªan dise?ado para ese d¨ªa. Llov¨ªa. El suizo gan¨®, casi a la misma hora en la que su amigo Michael Schumacher venc¨ªa en el Gran Premio de Espa?a de F¨®rmula 1. No se quit¨® la maglia en todo el Giro salvo para meterse en la cama.
En Foligno, donde Ernesto Colnago visit¨® al Mapei de Rominger, comenz¨® la primera contrarreloj del Giro 2024. Ya no son como antes. ¡°Es la m¨¢s larga que he corrido nunca¡±, dec¨ªa el estadounidense Magnus Sheffield. ¡°Llevaba meses pensando en ella¡±. Nada que ver con las que disputaba Rominger hace tres d¨¦cadas. Pogacar, como el ganador de 1995, tambi¨¦n monta una Colnago, mucho m¨¢s evolucionada que aquella que hab¨ªa servido para batir el r¨¦cord de la hora. Adem¨¢s, como el suizo, se visti¨® de rosa el segundo d¨ªa y no tiene pinta de descabalgarse hasta el final.
Porque hasta Foligno, Geraint Thomas era la alternativa, el ciclista que sabe m¨¢s por viejo que por diablo, pero la insultante juventud de Tadej Pogacar no se deja amilanar por la experiencia del gal¨¦s, ni el poder¨ªo de su equipo, el Ineos, que parec¨ªa tener todo preparado para inocular el ant¨ªdoto al Giro y minimizar el impacto del l¨ªder de la carrera. Sus planes pasaban, al menos, por conseguir la victoria de etapa con el super especialista Filippo Ganna, el hombre destinado a marcar las referencias para el resto de los corredores de su escuadra, que, de hecho, consiguieron tiempos muy interesantes.
Pero no contaban, o s¨ª lo hac¨ªan, pero disimulaban muy bien, con el factor Pogacar, un fen¨®meno sobre la bicicleta, que sali¨® el ¨²ltimo, despu¨¦s de tantos dimes y diretes, con un mono integral bicolor, el que propuso en principio la organizaci¨®n e hizo torcer el morro a la UCI.
En el primer tramo, todo parec¨ªa acoplarse a la hoja Excel del Ineos. Arrasaba Ganna, Tadej pasaba, por el kil¨®metro 18, a 44 segundos del campe¨®n de Italia, y Geraint Thomas, a 52, una distancia razonable con el l¨ªder. Tambi¨¦n en el segundo, el l¨ªder parec¨ªa humano, aunque mientras su diferencia con Thomas aumentaba a 40 segundos, la que manten¨ªa con Ganna solo subi¨® a 47.
Pero fue entonces cuando Pogacar enchuf¨® la m¨¢quina de picar carne. Se pon¨ªa la carrera cuesta arriba, literalmente, para ¨¦l y para los dem¨¢s, y tambi¨¦n metaf¨®ricamente para Thomas, el aspirante, que con su ¨²nico plato de 66 dientes sufr¨ªa cuando el terreno se pon¨ªa al 13% de desnivel. El esloveno baj¨® a un desarrollo m¨¢s llevadero y comenz¨® a arrasar con un pedaleo alegre, como su car¨¢cter.
En los kil¨®metros finales, camino de la meta en Perugia, la ciudad en la que Rominger comenz¨® su recital, remont¨® las diferencias con Ganna, que observaba incr¨¦dulo al campe¨®n desde la silla caliente del vencedor provisional. En el ¨²ltimo kil¨®metro ya estaba claro qui¨¦n era el mejor. Cuando levant¨® el brazo en la meta, su diferencia era de 17 segundos sobre Ganna, y de dos minutos frente a Thomas, que acab¨® d¨¦cimo en la etapa y es tercero en la general, a 2,46m, donde el colombiano Daniel Felipe Mart¨ªnez le adelanta en diez segundos. El Giro empieza a tener, ya casi de manera definitiva, el color que le quiere dar Pogacar. En la etapa del s¨¢bado, en la ascensi¨®n final a Prato di Tivo, de primera categor¨ªa, a 1.450 metros de altitud, puede empezar a sentenciar. Nadie espera otra cosa.
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