?Una nadadora en la reconstrucci¨®n de la selecci¨®n espa?ola de baloncesto post hermanos Gasol? S¨ª. El mismo cerebro, fraguado en la sincronizada, que ya dirigiera los laboratorios de alto rendimiento de San Antonio Spurs o Philadelphia 76rs en la NBA. Tal vez su nombre no les suene, sin embargo, Lorena Torres (Ibiza, 1981) es una de las figuras m¨¢s relevantes del deporte espa?ol en el panorama internacional. Por las manos de esta cient¨ªfica ha pasado una n¨®mina de campeones apabullante que va de Ona Carbonell a Tony Parker, Tim Duncan, Joel Embiid, Ben Simmons o el propio Pau Gasol.

Cualquier intento de definir su labor caer¨¢ en simplificaciones: sus responsabilidades (y conocimientos) abarcan de la fisiolog¨ªa a la nutrici¨®n, de la biomec¨¢nica al big data. Digamos que se encarga de transformar en informaci¨®n mesurable lo que un deportista transmite cuando se ejercita: convierte en ciencia el entrenamiento, en n¨²meros el cansancio o el peligro de lesi¨®n de un cuerpo. Y pone, para ello, la tecnolog¨ªa m¨¢s innovadora al servicio de quien se exprime compitiendo.

Todo comenz¨® cuando de ni?a se enamor¨® del deporte (¡°es extra?o, nadie en mi familia lo practicaba¡­¡±, revela al tel¨¦fono). Nunca dej¨® de ocupar desde aquel instante el centro de su vida. Con cuatro a?os empez¨® en la gimnasia. En la v¨ªspera de la adolescencia descubri¨® la nataci¨®n sincronizada, causa de que con 16 a?os tuviera que mudarse a Barcelona y disciplina que, confiesa, forj¨® su car¨¢cter. Su generaci¨®n fue la de Gemma Mengual o Paola Tirados, quiz¨¢ la m¨¢s exitosa que la sincronizada espa?ola haya dado jam¨¢s. As¨ª que, con 19 a?os, Torres se dijo: ¡°soy buena, pero hay 13 o 14 mejores que yo. Necesito encontrar un camino que me permita perseguir ser la mejor¡±. Es tan disciplinada como autoexigente, la mueven una curiosidad tir¨¢nica y una constante necesidad de seguir aprendiendo. Estudi¨® INEF (y luego tres m¨¢steres y un doctorado), se ve¨ªa a s¨ª misma abocada a ser ¡°entrenadora de sincro¡± y, entonces, uno de sus mentores le dijo: ¡°en vez de a un deporte, podr¨ªas dedicarte al deporte profesional en s¨ª¡±. Ah¨ª comenzar¨ªa su viaje, el que ha hecho de ella una profesional insoslayable, el que, en distintas etapas, la ha ido llevando por el tenis, el golf, el balonmano o el baloncesto. El que la ha obligado a afrontar que hubiera quien le dijera: ¡°No hay lugar para mujeres como t¨² en vestuarios masculinos¡±.

Las etapas del viaje de Lorena Torres

Hab¨ªa surgido un peque?o club en Ibiza y all¨¢ se apunt¨®. Se le dio bien y, con 14 o 15 a?os, recuerda la impresi¨®n que le caus¨® salir por primera vez a competir a un campeonato nacional. Con 16 le ofrecieron trasladarse a entrenar a la Joaqu¨ªn Blume de Barcelona, residencia para deportistas adscrita al Centro de Alto Rendimiento del Consejo Superior de Deportes. All¨ª sus d¨ªas consist¨ªan en piscina y aula, entrenamiento y estudio. De siete de la ma?ana a nueve de la noche. Ya entonces, ¡°aunque todav¨ªa no supiera de fisiolog¨ªa¡±, se preguntaba: ¡°?tiene sentido repetir una rutina completa en el agua ocho veces seguidas? ?Esta es la forma m¨¢s eficiente de entrenar?¡±. Cuando sus compa?eras de la selecci¨®n espa?ola acudieron a competir a Perth y ella no fue convocada, decidi¨® que aquello supondr¨ªa un punto de inflexi¨®n: su final en la sincro, el momento germinal de la cient¨ªfica en que se convertir¨ªa.

¡°Ven¨ªa de un deporte de agua, sin gravedad ni impactos, donde se valoraban matices art¨ªsticos, y de pronto me enfrentaba a uno con m¨²ltiples cambios de direcci¨®n, con un m¨®vil, la pelota, con una raqueta¡­¡±. Lorena Torres acababa de terminar la carrera y hab¨ªa decidido prestar o¨ªdos a su mentor Joan Sol¨¦: no ser¨ªa entrenadora de nataci¨®n sincronizada, trabajar¨ªa con deportistas de ¨¦lite. Con Marta Marrero comenz¨® cuando era la 100? del mundo, seg¨²n el ranking WTA. Tras la labor conjunta, alcanz¨® el puesto 60?. ¡°Para m¨ª fue un momento clave: compr¨¦ libros, le¨ª todos los art¨ªculos cient¨ªficos que se publicaban, vi horas y horas de partidos y analic¨¦ los movimientos¡­ A los tres a?os yo estaba convencida de que mi vida y mi carrera estar¨ªan vinculadas ya por siempre al tenis¡±, relata Torres. Entonces lleg¨® un nuevo cambio.

Dedic¨® la investigaci¨®n de su doctorado al golf. Durante ese proceso fue madurando su propia metodolog¨ªa y se convenci¨® de las bondades de abrirse al mundo: ¡°Las grandes cosas se hacen equipo¡±, defiende Torres. Ella no ten¨ªa reparos en levantar el tel¨¦fono y, si la persona que m¨¢s sab¨ªa del mundo sobre la materia que tocase ¡ªsistemas de localizaci¨®n, entrenamientos de fuerza, datos¡­¡ª estaba, por ejemplo, en Australia, inquirirle. As¨ª comenzaron sus colaboraciones y publicaciones internacionales con otros cient¨ªficos. Y as¨ª lleg¨® en 2010 la llamada del Bar?a.

En 2010 Torres comenz¨® a encargarse de la preparaci¨®n f¨ªsica de dos equipos de cantera del Barcelona, el j¨²nior de baloncesto y el FC Barcelona B de balonmano. Conjugaba esas labores con sus clases como profesora en las universidades de Vic y Lleida. ¡°Ah¨ª es donde por primera vez me choco con el machismo y el sexismo¡±. Su futuro ten¨ªa techo. Y no era una cuesti¨®n de capacidad. Era por ser mujer. ¡°En 2013 me explican el porqu¨¦ de mi estancamiento. Al final de esa temporada elijo abandonar la disciplina del Bar?a¡±. Se hallaba hundida. ¡°Pero, desde ese punto bajo, rebot¨¦ con m¨¢s fuerza. Como un tirachinas¡±.

Para 2014, la n¨®mina de saberes que dominaba Torres hab¨ªa aumentado consistentemente. Se sent¨ªa, dice, m¨¢s segura de s¨ª misma que nunca. ¡°Hab¨ªa estudiado cuestiones de nutrici¨®n, de suplementaci¨®n alimentaria, de recuperaci¨®n muscular, de sue?o¡­¡±. Con Ona Carbonell quiso medirlo todo: basar su entrenamiento en par¨¢metros objetivos. Le hizo portar un puls¨®metro subacu¨¢tico, el primero que se utilizara para tal fin en una piscina: controlaba su frecuencia card¨ªaca en cada punto de las coreograf¨ªas, sus cargas, tomaba muestras de lactato¡­

Cuando parec¨ªa que volver¨ªa a quedarse en el deporte que hab¨ªa sido su casa, lleg¨® la llamada m¨¢s inesperada, la m¨¢s irresistible.

La NBA

Torres pas¨® cuatro temporadas en San Antonio Spurs, poseedor desde 1999 de cinco anillos de campe¨®n NBA, una de las franquicias m¨¢s exitosas del baloncesto estadounidense. Con los tejanos, su primera ocupaci¨®n, en 2015, consisti¨® en construir para su equipo filial, que participa en la G-League, toda la estructura para el alto rendimiento que s¨ª pose¨ªa la plantilla del absoluto: adquisici¨®n de instrumental, contrataci¨®n y formaci¨®n de preparadores f¨ªsicos y entrenadores¡­ Al a?o siguiente a su llegada ganaron el t¨ªtulo: ¡°?Tengo un anillo G-League!¡±, expresa con alegr¨ªa Torres. Con el primer equipo, no solamente se dedicaba a otear cualquier opci¨®n de mejora del rendimiento que pudiera vislumbrarse, cualquier cambio metodol¨®gico que pudiera resultar beneficioso, sino que se encarg¨® personalmente de la preparaci¨®n f¨ªsica de los novatos y los j¨®venes y de la recuperaci¨®n de las estrellas lesionadas. ¡°Pas¨¦ mucho tiempo con jugadores como Tony Parker o Boris Diaw, a los que a¨²n me une una bonita amistad¡±.

Para la temporada 2019/2020 qued¨® vacante una plaza de directora de rendimiento en Philadelphia 76rs. El catal¨¢n Sergi Oliva, que ejerce como director general y entrenador asistente en Portland Trail Blazers, le dijo: ¡°bueno, pres¨¦ntate¡±. Tras un par de entrevistas en l¨ªnea le compraron un billete de avi¨®n para conocerla. Hemos entrevistado a mucha gente, pero te queremos a ti, le dijeron. ¡°Philadelphia es una franquicia eternamente candidata a todo que, sin embargo, parece siempre a punto de implosionar¡±, cuenta sonriente Torres, para quien su experiencia all¨ª supuso uno de los retos m¨¢s enriquecedores de su carrera. Su papel ten¨ªa que ser el de una l¨ªder, con un equipo de 15 personas a su cargo y reportando directamente al entrenador. ?Est¨¢ para jugar tal jugador? ?Cu¨¢ntos minutos? Por ello, el primer encargo que le hicieron fue: ¡°g¨¢nate la confianza de Joel Embiid¡±. La estrella camerunesa cuenta con su propio equipo de preparadores f¨ªsicos, fisioterapeutas, cocineros¡­ un fen¨®meno cada vez m¨¢s com¨²n entre los deportistas de ¨¦lite. ¡°Vimos juntos en la tele un partido de Rafa Nadal, entablamos una charla, bromeamos sobre los tics de Nadal¡­ Despu¨¦s, le dije: ¡®no te voy a imponer nada, pero para lo que puedas necesitar estoy aqu¨ª¡±. Funcion¨®.

El regreso a casa

Hab¨ªa moldeado el f¨ªsico de superestrellas, hab¨ªa sido una de las pocas personas que, por imprescindible, pudo permanecer dentro de la burbuja de Orlando en 2020, cuando la NBA reemprendi¨® la competici¨®n con la pandemia causando estragos, tanto que los jugadores no pod¨ªan ver ni a sus familias¡­ Era una profesional de alt¨ªsimo nivel y espa?ola, as¨ª que el seleccionador Sergio Scariolo pidi¨® a la Federaci¨®n Espa?ola de Baloncesto (FEB) que la sumaran a sus filas. Torres ayud¨® al cuerpo t¨¦cnico de Scariolo a preparar los Juegos de Tokio, contribuy¨® a que un Pau Gasol de cuarenta a?os pudiera darse un ¨²ltimo baile con ¡°la familia¡±, sus compa?eros durante tanto tiempo, antes de retirarse.

Desde entonces, contin¨²a poniendo su granito de arena con la selecci¨®n absoluta, que camina en su preparaci¨®n hacia el Eurobasket que se celebrar¨¢ en septiembre, y, a la vez, trata de erigir una estructura en el baloncesto formativo que garantice el mejor rendimiento f¨ªsico de los jugadores del porvenir. Pero no s¨®lo: tiene un proyecto a medias con la agencia de representaci¨®n de jugadores de f¨²tbol y baloncesto YouFirst. Se encarga, para todos aquellos deportistas de ¨¦lite que quieren hacer un trabajo individual al margen de sus clubes, de encontrar la tecnolog¨ªa apropiada para sus necesidades, al mejor nutricionista, al preparador adecuado¡­

¡°?Volver¨¢n a negarme la entrada en alg¨²n vestuario?¡±, se pregunta mordazmente Torres, al fantasear sobre un futuro, el suyo, en el que entrev¨¦ m¨¢s cambios, m¨¢s aprendizaje. Siempre deporte.