Las estrellas m¨¢s ins¨®litas de la Liga Endesa
El actor a cargo de la log¨ªstica del Obradoiro; un guardia que escolt¨® al Rey, delegado del Real Betis Baloncesto; el matrimonio y el cu?ado que llevan las estad¨ªsticas del UCAM Murcia o el fot¨®grafo del Unicaja que pase¨® a Abdul Jabbar por la Alhambra¡ son algunos ejemplos que ofrece la Liga Endesa de pasi¨®n y entrega por el b¨¢squet
El parqu¨¦ y lo que en ¨¦l ocurre es la piel del baloncesto, el lado visible, pero para que se d¨¦ un salto inicial y dos equipos, canasta a canasta, rebote a rebote, traten de imponerse en el marcador, hay muchas personas desvivi¨¦ndose entre bambalinas. Un mont¨®n de historias que tienen la esencia del baloncesto y que representan sus mejores valores. Una galer¨ªa de protagonistas a los que hoy entregamos la pizarra para que dise?en la jugada y tiren el triple definitivo¡
Como en muchos comienzos, en el de Fran Grela confluyen varias casualidades. Es del barrio de Pontepedri?a, hijo de ferroviarios compostelanos y vecino del entrenador del Obradoiro CAB, Moncho Fern¨¢ndez. Ambos eran amigos desde los 14 a?os. Cuando eran chavales, en su barrio, alguien pens¨® que crear un equipo de baloncesto ser¨ªa la manera de sacar a los cr¨ªos de la calle. Moncho, adolescente que ya mostraba virtudes, fue el primer entrenador de esa escuadra de fines m¨¢s sociales que deportivos, m¨¢s l¨²dicos que competitivos. Grela estaba en el primer quinteto. A los pocos minutos en pista, Fern¨¢ndez le dijo: ¡°Fran, t¨² mejor vente aqu¨ª al banco conmigo y apunta lo que te diga¡±. Ah¨ª naci¨® (a la fuerza) su vena de delegado.
¡°Siempre que le preguntan a Moncho, el t¨ªo responde que fui el peor jugador al que haya entrenado nunca¡±, dice con sorna Grela. Una broma entre dos inseparables. Grela se pas¨® al f¨²tbol sala que, dice, se le daba mejor. Debe ser verdad, porque hoy es entrenador acreditado de esa disciplina. ¡°Tal vez sea el ¨²nico t¨¦cnico de f¨²tbol sala con una Copa Pr¨ªncipe de baloncesto en mi palmar¨¦s¡±, relata entre risas Grela. Pero ?c¨®mo lleg¨® a ganar t¨ªtulos en esto de la canasta? Porque hace m¨¢s de 12 a?os, cuando Moncho Fern¨¢ndez tom¨® las riendas del Obradoiro en LEB, divisi¨®n de plata del b¨¢squet espa?ol, quiso para esa andadura de nuevo a su lado, sin bal¨®n pero con libreta, a su amigo, el peor jugador de baloncesto.
Un Grela al que, si lo buscan en Google, tal vez lo localicen antes por otra faceta suya: las elogiosas cr¨ªticas que recibi¨® como int¨¦rprete, por ejemplo, en la comedia estrenada en 2015 Little Galicia. Tambi¨¦n lo de ser actor surgi¨® de forma casual. Fruto de los arrestos que suelen tenerse de noche y tras un par de cervezas, seg¨²n cuenta. Y tambi¨¦n estuvo Moncho Fern¨¢ndez de por medio. Ten¨ªan 19 a?os y un amigo suyo, Xan Casas, era actor en el Centro Dram¨¢tico Galego y ten¨ªa un grupo de difusi¨®n de teatro. ¡°Este vale para el teatro¡±, dijo Moncho se?al¨¢ndolo. Casas le dijo: ¡°pues vente ma?ana a las cinco, que hacemos ¡®un italiano¡±. Cuenta Grela que no ten¨ªa ni idea de qu¨¦ demonios estaba aceptando hacer. Hasta que se vio all¨ª, rodeado de actores, en una lectura de guion de la que tuvo el impulso de huir. Pero lo sentaron en una silla, los dem¨¢s comenzaron a leer y ¨¦l simplemente se sum¨®. Luego, compartir¨ªa giras y tablas con Luis Zahera y ganar¨ªa el galard¨®n a mejor secundario de Europa en un festival de Villafranca del Pened¨¦s. Lleva m¨¢s de una veintena de cortometrajes con uno de los directores m¨¢s prol¨ªficos del g¨¦nero, como es Alber Ponte, am¨¦n de varios largos.
Baloncesto, rodajes¡ ?y qu¨¦ m¨¢s? ¡°?Sabes que yo en realidad estudi¨¦ para delineante? Pero no paro. Tambi¨¦n me encanta la astrof¨ªsica. De hecho sal¨ª en el podcast Coffee Break de H¨¦ctor Socas-Navarro [Director Museo de la Ciencia y el Cosmos de Tenerife]¡±.
Llev¨® a ver la Alhambra a Kareem Abdul Jabbar en una Renault Space de alquiler que tuvo que modificar para que cupiera dentro el p¨ªvot estadounidense; lo fotografi¨® luego ejecutando su skyhook, vestido con la camiseta del club malague?o, con el dorsal de Rafa Vecina. Fue amigo de Fernando Mart¨ªn, al que vio jugar del otro lado del charco, en un Portland contra Los ?ngeles Lakers de Magic Johnson y compa?¨ªa. Acompa?¨® a su ¨ªntimo Javier Imbroda en la aventura del entrenador melillense como seleccionador de la primera Lituania independiente de la URSS; all¨ª, consigui¨® que, despu¨¦s de un par o tres de exabruptos y alguna cerveza, Arvydas Sabonis le confesara la exclusiva que persegu¨ªa medio mundo: le sac¨® una foto vestido de blanco, anunciando que fichar¨ªa por el Real Madrid, club con el que quer¨ªa ganar la Copa de Europa. La lista de momentos imprescindibles de la historia del baloncesto de los que Mariano Pozo ha sido mucho m¨¢s que testigo ¡ªcronista, actor esencial¡ª es, sencillamente, interminable.
Cuatro d¨¦cadas que dieron comienzo un buen d¨ªa, en un partido de liga entre el Caja de Ronda y el Joventut de Badalona de la temporada 1983/84. Hab¨ªa ido con su primo. De su cuello, colgaba la c¨¢mara que le hab¨ªa regalado su padre. Le quemaba el aparato en el pecho, estaba inquieto, as¨ª que salt¨® a la pista. El entonces delegado, Juan de Dios (padre del actual, Miguel ?ngel), le dio permiso. Podr¨ªa haberlo echado, pero lo dej¨® estar. Pozo, admirador de la revista Nuevo Basket, vio as¨ª c¨®mo le cambiaba la vida.
¡°Yo jugaba en San Estanislao, los Maristas¡ Con 16 o 17 empec¨¦ a publicar fotograf¨ªas en revistas, los jugadores me las compraban, quer¨ªan apoyar mi carrera, y yo supe desde ese instante que ser¨ªa fot¨®grafo de b¨¢squet. Como andaba siempre con el ch¨¢ndal puesto, el entrenador de aquella etapa, Alfonso Queipo, me utilizaba para explicar los sistemas a los jugadores. Fue una ¨¦poca maravillosa. Yo llevaba al p¨ªvot Larry Boston a los entrenamientos y Queipo me abroncaba: ¡®?Que me lo vas a lesionar!¡¯ Hace poco vi una foto que saqu¨¦ de Larry jugando contra el Barcelona con un parche en la pierna y me acord¨¦. ?Se hab¨ªa quemado con el tubo de escape de mi moto!¡±.
Ning¨²n biso?o canterano se ha quedado sin una fotograf¨ªa en acci¨®n del partido de su debut en la Liga Endesa. A una leyenda en M¨¢laga como Carlos Cabezas le regal¨® enmarcado su ¨²ltimo triple en activo minutos despu¨¦s de anotarlo, durante el partido en que colg¨® las botas. Esa es la clase de detalles que siempre procura Pozo: recuerdos imborrables. Cuenta que su relaci¨®n con los jugadores ha ido cambiando: que primero fue un ni?o que admiraba a aquellos a los que ten¨ªa del otro lado del objetivo; luego, cuando fue coet¨¢neo de ellos, un amigo, un confidente; y en esta ¨²ltima etapa casi, dice, ejerce de padre, de consejero. Lo que no var¨ªa es su cercan¨ªa. Un francotirador de la c¨¢mara con la templanza de los mejores anotadores de la cancha cuyo relevo podr¨ªa quedar en casa: ¡°Mi hija empez¨® ADE y Econom¨ªa y lo dej¨® al mes. Prefiri¨® Comunicaci¨®n Audiovisual, para seguir mis pasos. Sus dudas con la fotograf¨ªa ahora se parecen mucho a las que yo ten¨ªa en los ochenta¡±. Entre los dos, aspiran a contar un siglo de baloncesto.
La ternura asoma en la voz de cuantos hablan de ¨¦l: ¡°?Antonio Zapata? Es toda una instituci¨®n en el Betis¡±. ?l, que se sabe querido, explica el porqu¨¦ con sencillez: ¡°Me gusta portarme bien con la gente¡±. Es, dicen, un ejemplo de entrega, de generosidad sin medida. Si eminencias como A¨ªto Garc¨ªa Reneses visitan el pabell¨®n sevillano, tengan por seguro que lo buscar¨¢n para darle un abrazo. Lleva toda la vida dedicado al deporte y a los aficionados. ¡°T a m¨ª, seguir ejerciendo esta responsabilidad¡±, cuenta, ¡°me mantiene vivo¡±. Antonio Zapata tiene 77 a?os y durante los partidos su mirada, cuando lo que sucede en la pista se lo permite, tiende a posarse en los m¨¢s j¨®venes de la grada. ¡°Cons¨ªguenos una firma de Shannon Evans, Antonio¡±, le grita un corrillo de muchachos. ¡°Yo, qu¨¦ quieres que te diga, si puedo se la consigo, claro; hago todo por los chiquillos. Porque su ilusi¨®n es nuestra fuerza del ma?ana¡±.
Guardia civil retirado, su trayectoria ha sido una constante de compromiso. Despu¨¦s de estar destinado en Guadalajara y Valencia se afinc¨® en Sevilla. All¨ª, un general amigo suyo, presidente a la par de la Federaci¨®n Andaluza, lo reclam¨® para el f¨²tbol, algo que entusiasm¨® a su suegro, ¡°que se llev¨® la vida entera en los filiales del Betis¡±. Aprendi¨® en esta etapa de casi tres d¨¦cadas el oficio de delegado de campo, todos los pormenores que concurren para que tenga lugar de manera segura un partido. Fue ¨¦l quien, por ejemplo, se encarg¨® de formar en cuestiones fundamentales, como la redacci¨®n de un acta, a la camada de ¨¢rbitros de la generaci¨®n de Luis Medina Cantalejo, hoy presidente del Comit¨¦ T¨¦cnico de ?rbitros de la Real Federaci¨®n Espa?ola de F¨²tbol.
Cuando en una ocasi¨®n el rey em¨¦rito visit¨® Sevilla para presentar nuevos modelos de carro blindado, fue a Zapata a quien se encomend¨® el dispositivo de seguridad. Escolt¨® a su majestad durante el recorrido, ofreciendo, adem¨¢s de su gu¨ªa, una breve carta de presentaci¨®n de cada interlocutor con el que iba departiendo el monarca. ¡°Fue un honor del que guardo un bonito recuerdo¡±.
Si con 18 se enrol¨® en el f¨²tbol, en 1992, cuando frisaba los cincuenta, le lleg¨® una nueva solicitud, a la que, como acostumbra, no pudo negarse: ¡°Antonio, t¨² te podr¨ªas ocupar del Caja Sol? Yo antes de que acabaran la frase, con lo que a m¨ª me gusta el baloncesto, ya les hab¨ªa dicho que s¨ª¡±. Y se tom¨® el trabajo como si fuera la primera vez que lo desempe?aba, volviendo a empezar desde abajo: ¡°Me aprend¨ª los protocolos de seguridad, hice rondas como vigilante, me encargu¨¦ de conocer a cada una de las personas involucradas.¡± Zapata, que no ve tarea peque?a, que se enorgullece en la misma medida de inflar y pesar balones o colocar toallas en el vestuario que de ser el encargado de recibir como anfitri¨®n a las figuras m¨¢s relevantes de los clubes rivales, es esa estrella humilde que derrocha energ¨ªa y franqueza, sin la que es imposible ganar campeonatos.
Sentarte con tu mujer y tu cu?ado en torno a una mesa puede ser un plan de fin de semana habitual, cuando lo que significa es una comida, un caf¨¦, una charla... La raz¨®n que re¨²ne a Antonio Gil, su esposa Raquel Mart¨ªnez y el hermano de esta, Juan Mar¨ªa Mart¨ªnez, no lo es tanto. Los tres son los encargados del recuento estad¨ªstico de los partidos que el UCAM Murcia juega en casa, una tarea que requiere un ojo ¨¢gil y mucha concentraci¨®n y a la que, sin embargo, se consagran con placer porque, cuentan, son ¡°unos enfermos de baloncesto¡±. ¡°Elegimos las fechas para una escapadita en base a las semanas en que no hay partido.¡±
Se distribuyen de la siguiente manera: Antonio suele cantar en alto las acciones del equipo local: triple del 12, rebote del 27; su cu?ado, del mismo modo, canta las del visitante: tiro fallado por el 10, segunda falta del cinco¡ Mientras, Raquel va introduciendo cada informaci¨®n en un software desarrollado por la ACB, de cuya base de datos se sirven no solo las retransmisiones en directo ya tan frecuentes en la web, que ofrecen el tanteo instant¨¢neamente, sino hasta las actas oficiales que al terminar el partido firmar¨¢n los ¨¢rbitros. ¡°Imaginen lo complicado que puede volv¨¦rsenos el trabajo en las fases en las que el partido est¨¢ tenso, el p¨²blico chilla y nosotros tenemos que gritar m¨¢s alto, para que Raquel se entere. Regresamos a casa con dolor de cabeza¡±, explica Antonio.
Todo empez¨® para ellos cuando el club contrat¨® los servicios como inform¨¢tico de Juanma. En una conversaci¨®n informal le sondearon: hemos perdido a nuestro equipo estad¨ªstico, no conocer¨¢s a nadie que pudiera comprometerse. Entonces consult¨® con su amigo ¡ªtodav¨ªa no eran parientes, a¨²n su hermana se hab¨ªa prometido con ¨¦l¡ª y tambi¨¦n ingeniero inform¨¢tico Antonio. Y no lo dudaron. Quisieron involucrarse juntos y, con el paso de los a?os, no se arrepienten: ¡°Se viven situaciones muy tensas, hay que ser resolutivos, y nos compenetramos muy bien. Tambi¨¦n es cierto que si tuvi¨¦ramos problemas nos los traer¨ªamos a casa, as¨ª que menos mal que es as¨ª¡±, expresa ri¨¦ndose Antonio.
Los tres acostumbran a llegar dos horas antes a los partidos: ¡°Nos aseguramos de que funcionen los equipos inform¨¢ticos, que justo nosotros sabemos los inconvenientes que pueden llegar a provocar¡±; luego, mantienen una reuni¨®n con el equipo arbitral y, por ¨²ltimo, por fin en ese lapso, disfrutan: ¡°En el rato ese antes de que comience el calentamiento, hemos tenido la oportunidad de saludar a Pau Gasol, de charlar con Navarro o Ricky Rubio. Tengo fotos con todos los jugadores a los que he admirado. Nos sentimos parte privilegiada de este deporte¡±. Lo son. Cuando el Murcia gan¨® la copa Pr¨ªncipe, celebrada aquel 2006 en Mallorca, volvieron en el avi¨®n del equipo, aunque esta vez con las caras pintadas y sin la cabeza llena de n¨²meros, ah¨ªtos solo de j¨²bilo.
Un deporte de valores
Endesa y acb quieren impulsar un baloncesto con propósito, porque el básquet es un deporte capaz de transformar la sociedad y hacer del mundo un lugar mejor. Para ello nació la liga Endesa de Corazón, que el año pasado, entre otros ejemplos, ayudó a reciclar redes de pesca para convertirlas en redes de canasta o creó una categoría en la que pudieran jugar personas con discapacidad por trastorno cognitivo. Descubre las historias candidatas de esta edición. Las finalistas se repartirán 15.000 euros que servirán para hacer realidad proyectos que persiguen la inclusión, la lucha contra el bullying, la sostenibilidad o el fomento de la paz. El baloncesto puede con todo.