Qu¨¦ hay detr¨¢s del idilio entre Zaragoza y el b¨¢squet femenino
La sede de la Copa de la Reina LF Endesa es un ejemplo de pasi¨®n por el baloncesto. Con una de las mejores ratios de federados por habitante, la ciudad batir¨¢ el r¨¦cord de asistencia del torneo. Cinco mujeres explican el estrecho v¨ªnculo de la ciudad con la canasta
Comenz¨® bien: con un emocionante homenaje a Pilar Valero, art¨ªfice del ¨²nico t¨ªtulo copero que hasta el domingo ten¨ªa el baloncesto femenino zaragozano, retirando su dorsal n¨²mero cuatro; y termin¨® mejor: venciendo el Casademont Zaragoza al todopoderoso Perfumer¨ªas Avenida por 55-51 en un partido vibrante que no se resolvi¨® hasta los segundos finales, con un Pr¨ªncipe Felipe repleto (10.800 asistentes, r¨¦cord absoluto) y extasiado. La Copa de la Reina LF Endesa tiene nuevo campe¨®n, una ciudad que dice no entenderse sin baloncesto y que se volcar¨¢ en las celebraciones del trofeo que tendr¨¢n lugar este lunes por la tarde en el ayuntamiento.
¡°Zaragoza, ciudad de baloncesto¡±, est¨¢ inscrito en los carteles de la exposici¨®n dispuesta en la Gran V¨ªa de Ram¨®n y Cajal, muy cerca del busto del premio Nobel. ?Qu¨¦ quiere decir ese mensaje? Los eslabones de esa cadena que ata la esencia de esta ciudad al baloncesto los descifran quienes mejor conocen su composici¨®n: desde una concejal de Deportes que fue durante 13 temporadas jugadora profesional, Cristina Garc¨ªa (Barcelona, 1984), a la internacional Cristina Ouvi?a (Zaragoza, 1990); de la campeona de la Copa de 1990 Teresa Seco (Zaragoza, 1971) ¡ªella llevar¨¢ la batuta en el homenaje a su amiga Pilar Valero¡ª a Arantxa Calvo (Zaragoza, 1977), quien, tras colgar las zapatillas, apenas se ha alejado de la cancha: es la speaker del equipo femenino.
Centro del b¨¢squet por tradici¨®n (y datos)
En 1940 ¡ªest¨¢ documentado¡ª hab¨ªa ya mujeres que se juntaban en plazas de Zaragoza para jugar a la canasta. A?os m¨¢s tarde, llegaron las pioneras de la competici¨®n (¡°Yo no me perd¨ªa los partidos de Conchi Nav¨ªo¡±, rememora Seco) y los entrenadores que, hace m¨¢s de medio siglo, sembraron en miles de ni?as esa hambre de baloncesto, ese ¡°v¨ªnculo hist¨®rico¡±, como lo llama Jos¨¦ Descart¨ªn, secretario t¨¦cnico del Casademont Zaragoza femenino, que invoca a continuaci¨®n una retah¨ªla de nombres, los mismos que antes mencionaran Calvo o Seco como quien recita un salmo. Por ejemplo, Alfonso Alonso, el padre de Sito Alonso, cuya longeva carrera en los banquillos empez¨® en realidad a los 11 a?os, en el zaragozano colegio Compa?¨ªa de Mar¨ªa, de cuyas aulas surgi¨® la generaci¨®n de mujeres campeonas en el a?o 1990. ¡°Zaragoza ha tenido los mejores entrenadores de formaci¨®n de toda Espa?a¡±, arguye convencida Ouvi?a, santo y se?a del b¨¢squet aragon¨¦s de hoy, m¨¢s de cien veces portadora de la camiseta de la Selecci¨®n y heredera natural de Valero, que regresa ¡°emocionada¡± a su ciudad natal para pelear por la Copa, a los mandos del potent¨ªsimo Valencia Basket.
En el tapiz que tejen sus voces, la Zaragoza que se dibuja no se comprende sin baloncesto. En femenino. Apunta Jos¨¦ Descart¨ªn un dato que la federaci¨®n corrobora: ¡°Somos una de las comunidades con mayor porcentaje de chicas en categor¨ªas de formaci¨®n y una de las Comunidades Aut¨®nomas con m¨¢s baloncestistas por habitante¡±. Zaragoza, con 673.000 vecinos, cuenta con casi 14.000 fichas, de las cuales casi 6.000 pertenecen a ni?as y j¨®venes, un 42,8% (datos de 2023), lo que supone una tremenda anomal¨ªa: lo usual es que la cifra de licencias masculinas sea apabullantemente superior. La regi¨®n es la und¨¦cima en poblaci¨®n; sin embargo, solo comunidades muchos m¨¢s populosas como Madrid, Catalu?a o Valencia generan m¨¢s jugadores y jugadoras.
La exjugadoras ma?as Teresa Seco y Arantxa Calvo se funden en un abrazo. Aunque el Pr¨ªncipe Felipe es un hervidero de gente trabajando, concentrados en la puesta a punto del pabell¨®n para recibir la Copa, todos aparcan sus tareas un segundo para saludarlas y cruzar con ellas sus pron¨®sticos. Hay esperanzas, tienen fe en las integrantes de un equipo que, comentan, exuda rasmia, esa virtud tan aragonesa de perseguir un objetivo con tes¨®n. ¡°?Yo estoy harta! No quiero m¨¢s aniversarios de nuestra victoria¡±, grita de pronto Seco. ¡°Lo que quiero es poder posar en una fotograf¨ªa con las ganadoras de la segunda Copa de la Reina para Zaragoza¡±. Calvo y Seco estallan en carcajadas. Para ambas, el baloncesto ha sido ¡°una forma de vida¡±, algo m¨¢s trascendente que unas pocas victorias o derrotas: es el territorio donde adquirieron valores como el compromiso o el trabajo en equipo, donde encontraron una familia. ¡°Las ense?anzas de un deporte colectivo van m¨¢s all¨¢ del esfuerzo y del superarse a uno mismo.¡±
Un sentimiento de identificaci¨®n que, creen, cotiza al alza en Zaragoza con un Casademont que, al aunar bajo el mismo paraguas a los equipos masculino y femenino ¡ªsolo Girona, Valencia y Barcelona tienen ambos equipos en la ¨¦lite¡ª ha consolidado la percepci¨®n ciudadana de las deportistas como profesionales que los representan en la cancha. ¡°Los domingos por la ma?ana, los partidos del femenino suelen ser la emisi¨®n m¨¢s vista de Arag¨®n TV¡±, comenta con entusiasmo una, a lo que la otra responde: ¡°Es cierto, ahora llego los lunes al trabajo y mis compa?eros est¨¢n discutiendo sobre el partido del d¨ªa anterior¡±.
¡ªSe est¨¢n haciendo muchas cosas bien ¡ªafirma complaciente Seco.
¡ªDe aqu¨ª a pocos a?os, f¨ªjate lo que te digo, va a haber por lo menos cuatro aragonesas en el primer equipo. Y ah¨ª estallar¨¢ la revoluci¨®n definitiva¡ªvaticina Calvo.
Una de las aludidas, una de esas personas empe?adas en afianzar la cadena que une a Zaragoza con el baloncesto, sale del consistorio tras anunciar la candidatura de la ciudad a la Capitalidad Europea del Deporte 2026. Un cierzo empecinado aprieta y Cristina Garc¨ªa se refugia tras la foto de Pilar Valero. Esta catalana, afincada desde hace una d¨¦cada en Zaragoza, fue durante 13 temporadas jugadora de baloncesto, uno de esos brillantes diamantes que talla en Esplugues de Llobregat (Barcelona) la cantera del Siglo XXI, como Marta Fern¨¢ndez y tantas otras estrellas de nuestro b¨¢squet. Por sorpresa, confiesa, la candidatura de Ciudadanos al ayuntamiento la contact¨®: quer¨ªan reclutarla. ?Por qu¨¦? Garc¨ªa hab¨ªa experimentado en carne propia la monta?a rusa de una carrera deportiva: los miedos, la exigencia, pero tambi¨¦n y sobre todo la madurez que te otorga, la disciplina, la naturalidad para tomar decisiones teniendo en cuenta a todo un grupo que pelea codo a codo contigo¡ ¡°Lo que el baloncesto me ense?¨® no se aprende con la misma intensidad en ninguna otra parte. Por eso yo puedo afirmar as¨ª de convencida que el deporte es fundamental: es salud, es una v¨ªa para la sociabilizaci¨®n de mayores, una forma de inculcar valores a los ni?os y, tambi¨¦n, un poder gigante para atraer atenci¨®n y turismo en ciudades que, como Zaragoza, tienen esa cultura y patrimonio deportivos¡±.
De Conchi Nav¨ªo a Teresa Seco, de Pilar Valero a Arantxa Calvo, de Cristina Garc¨ªa a Cristina Ouvi?a¡ ellas son los verdaderos eslabones de ese v¨ªnculo de Zaragoza con la canasta.
La importancia de no haber tirado la toalla
Teresa Seco es exjugadora e ingeniera, miembro del grupo de rob¨®tica del Instituto Tecnol¨®gico de Arag¨®n. Arantxa Calvo es exjugadora y licenciada en ADE, mundo, el de la empresa, en el que se desempe?a con la misma soltura que con la pelota. ¡°Recuerdo las noches en la Joaqu¨ªn Blume [residencia para deportistas de alto rendimiento de Barcelona], teniendo que poner una toalla en el resquicio de la puerta para que no se viera que pasadas las 23 horas segu¨ªa con la luz encendida, estudiando; recuerdo ver pasar a los que solamente iban al instituto ¡ªy no ten¨ªan que entrenar antes y dejar hecha la cama y doblada la ropa para que no te llamaran al despacho del director¡ª y suspirar pensando: ¡®yo quiero ser como ellos¡±, confiesa Cristina Garc¨ªa. Todas, absolutamente todas, han sentido dudas, ganas de tirar la toalla. M¨¢s pronto o m¨¢s tarde, por culpa de los estudios o durante las primeras incursiones laborales (las complejidades de compatibilizar un empleo con la pr¨¢ctica deportiva de alto nivel). ¡°Ah¨ª¡± ¡ªafirma contundente Cristina Ouvi?a¡ª ¡°es donde marca la diferencia un entrenador que te enganche, que te motive, que ayude a que t¨² puedas m¨¢s que cualquier cuesti¨®n circunstancial¡±.
Porque, dicen todas, el supuesto sacrificio result¨® compensar siempre con creces el esfuerzo: da igual que llegues o no a profesional, lo que te da, ¡°te sirve para jugarte con confianza bolas de partido en cualquier ¨¢mbito de la vida¡±, resume con una met¨¢fora Calvo. Elena Lahoz, compa?era de equipo de Teresa Seco, ha regresado al colegio donde crecieron ambas para desempe?ar justo ese papel: es entrenadora FEB titulada y coordinadora de baloncesto del cole, palabras mayores trat¨¢ndose del Compa?¨ªa de Mar¨ªa, que tiene unos 400 ni?os y ni?as federados. ¡°?Lo que conseguimos hacer por el deporte en este patio! Aunque, bueno, mucho peor estaba cuando jug¨¢bamos t¨² y yo¡±, le dice a Teresa Seco.
Una broma aparente con una verdad impl¨ªcita: ¡°era m¨¢s dif¨ªcil y lo logramos. Ganamos¡±. Aunque, para que no haya m¨¢s ni?as que tengan que tropezar por el camino, para que tras ella surja pronto un nuevo referente, m¨¢s valdr¨ªa hacerle caso a Cristina Ouvi?a: ¡°Para ayudar de verdad al baloncesto femenino hace falta un convenio colectivo y un salario m¨ªnimo. Y la sociedad y los medios seguir¨¢n incrementando su apoyo¡±. Pistas del futuro (en femenino) de una ciudad ligada al b¨¢squet.
#LoInteligenteEsSeguir
Endesa impulsó Basket Girlz, un proyecto que analiza las causas del abandono precoz de la práctica del baloncesto —y otros deportes colectivos— en mujeres de 12 a 18 años. Entornos que apoyan en menor medida que a los chicos, profesores que desincentivan o dificultan la compatibilidad de estudios y deportes o perspectivas de futuro en una hipotética carrera deportiva mucho peores que las de los chicos son algunas de las causas. La iniciativa Basket Girlz trata de revertir esta dinámica, con la mirada fija en lo que nos aporta el baloncesto mucho más allá de la cancha.