La ilusi¨®n de jugar por un d¨ªa junto a tu ¨ªdolo

Una voz chillona resuena entre el alboroto que decenas de alumnos del colegio Maristas San Jos¨¦ del Parque de Madrid han formado en el pabell¨®n de baloncesto. ¡°?Ya viene, ya viene!¡±, dice uno de los cr¨ªos al ver que, por una de las puertas, entra la imponente figura del baloncestista Sergio Rodr¨ªguez (Santa Cruz de Tenerife, 1993). El alero del Movistar Estudiantes camina entre un pasillo que han formado algunos de los ni?os, a modo de comitiva de bienvenida, y se dirige a las gradas donde espera el resto, m¨¢s de un centenar de chavales. Hay un motivo especial para su visita. Rodr¨ªguez es el protagonista de uno de los campus Gigantes by Endesa Basket Lover, los campamentos formativos de verano que promueven desde hace una d¨¦cada la pr¨¢ctica del baloncesto entre los m¨¢s peque?os durante sus vacaciones estivales.

La estrella de la liga LEB y exjugador de la Liga Endesa convivi¨® durante una jornada con los alumnos del San Jos¨¦ del Parque. Jug¨® con ellos, les ense?¨® trucos para tirar mejor a canasta, les firm¨® camisetas y respondi¨® a todas sus preguntas. ¡°Menos a la de cu¨¢nto mido, que me lo preguntan siempre. Ya os lo digo yo primero: 2,04 metros¡±, avisa Rodr¨ªguez a su audiencia, que alucina con su tallaje. ¡°Hala, qu¨¦ alto...¡±, murmuran algunos.

Una jornada con una estrella de la Liga Endesa

El canario tambi¨¦n fue uno de esos ni?os a los que sus padres apuntaban a campamentos de baloncesto cada verano. Le ayud¨® a so?ar, casi prof¨¦ticamente, con llegar a ser profesional. ¡°Todos los recuerdos que tengo son muy bonitos. Conoces muchos compa?eros y te ilusiona tener visitas de tus ¨ªdolos¡±, rememora. Ahora lo ve desde el otro lado y es a ¨¦l al que miran cientos de cr¨ªos. Para los jugadores profesionales, dice, estos campus son una oportunidad para transmitir sus vivencias y los valores que han adquirido en su carrera. ¡°Tambi¨¦n fuimos ni?os y sabemos que les hace ilusi¨®n pasar un buen rato. Y yo con ellos¡±.

Los campus Gigantes nacieron en 2014 de la mano de la revista Gigantes. Se han completado ya m¨¢s de 19 ediciones, tanto durante las vacaciones escolares de verano como en las de Navidad. Su ¨¦xito ha provocado que en los ¨²ltimos a?os se haya casi duplicado el n¨²mero de sedes, pasando de 14 enclaves en 2021 y a 26 en 2024 en todo el pa¨ªs y de 2.130 participantes a 3.690. La edad de los inscritos var¨ªa desde los 7 a los 17 a?os, aunque el mayor n¨²mero se concentra entre los 10 y 12 a?os, seg¨²n explica Sergio S¨¢nchez (La L¨ªnea de la Concepci¨®n, C¨¢diz, 1981), responsable de expansi¨®n de los campus Gigantes. ¡°La filosof¨ªa es que los ni?os disfruten en esa ¨¦poca en la que ya no tienen colegio. Hay ni?os que no se conocen y en tres d¨ªas se hacen amigos¡±, explica S¨¢nchez, que tambi¨¦n jug¨® a nivel profesional durante 12 a?os en la Liga Endesa.

El objetivo de los campamentos, seg¨²n S¨¢nchez, es impulsar que el baloncesto de formaci¨®n tenga ¡°cada vez m¨¢s espacio en la sociedad¡±. Y con ello, promover los valores asociados a este deporte. ¡°Una parte muy importante es quitar el individualismo y fomentar un ocio colectivo, el trabajo en equipo, la amistad...¡±. Pero tambi¨¦n hay tiempo para la parte deportiva. ¡°Queremos que salgan siendo mejores jugadores de lo que entraron¡±. El propio S¨¢nchez ha apuntado a sus hijos al campus del San Jos¨¦ del Parque que dirige: ¡°Siempre les digo que lo disfruten porque cuando vas creciendo y llegas a profesional es otra historia¡±, resume.

En ese af¨¢n por mejorar las condiciones deportivas de los alumnos proponen actividades para mejorar la t¨¦cnica individual, el juego colectivo o el tiro a canasta. Los alumnos del campus entrenan en grupos de unos 10 jugadores, separados por edades, pero luego se unen para fomentar el compa?erismo. As¨ª, los mayores animan a los peque?os, y viceversa. Todos bajo la supervisi¨®n de los entrenadores. David de Teresa, de 20 a?os, lleva tres a?os asistiendo como t¨¦cnico al campus del San Jos¨¦ del Parque tanto en la edici¨®n de verano como en invierno. ?l, que este a?o jugar¨¢ en el Arganda del Rey de la Liga Nacional, tambi¨¦n asisti¨® a los campus de Gigantes desde que era alev¨ªn ¨C10 a?os¨C hasta la categor¨ªa infantil ¨C14 a?os¨C y considera que los ni?os ¡°pueden aprender mucho¡±. Por ejemplo, a gestionar la frustraci¨®n por un ¡°simple ejercicio que no les sale¡± o a ser mejores compa?eros ayudando a los que tienen m¨¢s problemas. ¡°Valores que son dif¨ªciles de inculcar a no ser que est¨¦s en el deporte¡±, dice De Teresa. ¡°Veo disfrutar a los ni?os de este deporte tan bonito, que creo que es lo m¨¢s importante¡±.

Marta Garrido, de 15 a?os, alumna del San Jos¨¦ del Parque que se ha estrenado este verano en el campus, confirma las sensaciones. ¡°La experiencia es muy buena, los entrenadores son superamables y te ense?an un mont¨®n de cosas¡±, dice. Su sue?o es ser jugadora profesional de baloncesto (¡°mi posici¨®n es la de base, dirijo el juego¡±) y reconoce que los consejos de los monitores son fundamentales para ¡°quitarte la presi¨®n¡± en los partidos. Lo que m¨¢s disfruta es de la pi?a junto a sus compa?eros al final de cada entrenamiento. Tambi¨¦n para Akalu Pardo, alumno de 16 a?os que lleva desde los 10 asistiendo al campus, que destaca el ¡°buen rollo¡± con los dem¨¢s. ¡°Ayudas a los m¨¢s peque?os y hace que todos congeniemos. Motiva a hacer muchos amigos¡±, afirma. Valora, adem¨¢s, la visita de un jugador profesional, ya que ¡°nos ha hecho ver cosas que normalmente no vemos en entrevistas¡±. ?l ha aprovechado la visita de Sergio Rodr¨ªguez para hacerle una pregunta, aunque con algo de guasa. ¡°Los entrenadores, antes de que llegase, me dijeron: ¡®Preg¨²ntale algo de cachondeo¡¯. Por eso he querido saber cu¨¢nto cobra¡±, explica riendo, aunque reconoce que el canario, con una finta propia de un partido, ha eludido la pregunta con una sonrisa. La que no ha conseguido eludir ha sido es la cuesti¨®n por su altura. ¡°Ya sab¨ªa yo que alguno me la hac¨ªa...¡±, r¨ªe el alero.