Regreso y haza?a en el Siula Grande
¡°Es la v¨ªa m¨¢s exigente que jam¨¢s hemos escalado¡±, dicen Toralles y Busom sobre la cara este de la monta?a andina
El alpinismo es una obsesi¨®n, la aspiraci¨®n eterna de conquistas absolutas o simplemente personales. Es, muchas veces, una tortura psicol¨®gica, especialmente cuando uno no logra acercarse a un objetivo por motivos ajenos a su voluntad. Marc Toralles y Bru Busom han esperado desde 2019 para regresar al Siula Grande donde empezaron a abrir una nueva ruta en su virgen, descomunal y repulsiva pared este.
Un desprendimient...
El alpinismo es una obsesi¨®n, la aspiraci¨®n eterna de conquistas absolutas o simplemente personales. Es, muchas veces, una tortura psicol¨®gica, especialmente cuando uno no logra acercarse a un objetivo por motivos ajenos a su voluntad. Marc Toralles y Bru Busom han esperado desde 2019 para regresar al Siula Grande donde empezaron a abrir una nueva ruta en su virgen, descomunal y repulsiva pared este.
Un desprendimiento de roca alcanz¨® entonces al tercer miembro del equipo, Roger Cararach, lo que f¨®rz¨® el abandono cuando aproximadamente hab¨ªan recorrido un tercio de la pared. Despu¨¦s, la pandemia lo congel¨® todo y se sucedieron tres a?os de ilusi¨®n, dudas, impotencia e incertidumbre: ?Ser¨¢ posible alcanzar la cima o ser¨¢ tan arriesgado que la espera habr¨¢ sido vana?
El alpinismo catal¨¢n mantiene un idilio con los Siulas (tanto el grande, en este caso, como el chico), una monta?a de 6.344 metros localizada en la cordillera peruana de Huayhuash, y universalmente conocida gracias a la epopeya de supervivencia protagonizada en 1985 por los brit¨¢nicos Simon Yates y Joe Simpson tras lograr la primera ascensi¨®n de la cara oeste de la monta?a y sufrir una pesadilla durante el descenso. En 2007, Jordi Corominas y Oriol Bar¨® firmaron en impecable estilo alpino una impresionante apertura en la cara oeste del Siula Chico (6.265 m). En el caso de Corominas, se trataba de su tercer intento a la pared a la que acudi¨® en 2003 y 2005, siempre con Jordi Tosas. Este ¨²ltimo confesar¨ªa que su intento hab¨ªa ido m¨¢s all¨¢ de lo psicol¨®gicamente aceptable, dados los peligros objetivos que los amenazaban de forma constante.
El Siula Grande fue escalado por vez primera en 1936 por una pareja austriaca que recorri¨® su arista norte, y en 2016 los franceses Max Bonniot y Didier Jourdain se apuntaron de forma magistral el pilar este¡ Quedaba la muy deseada pared este, tan atractiva como intimidante.
El muro este del Siula Grande es un mar de roca de 1.100 metros donde la frecuente ca¨ªda de rocas y hielo convierte la empresa de escalarlo en un asunto sumamente comprometido y aleatorio. Marc Toralles, del equipo Black Diamond, Bru Busom y Roger Cararach han participado de los mejores momentos del alpinismo nacional de la ¨²ltima d¨¦cada, en escenarios tan variados como los Alpes, el Himalaya, Alaska y los Andes. Los tres son gu¨ªas de alta monta?a y viven al d¨ªa, acumulando jornadas de trabajo a destajo para ahorrar y poder salir de expedici¨®n. Su nueva v¨ªa, bautizada como ?nima de Corall en homenaje a ¡°todos los amigos que se han quedado en las monta?as¡±, observa altas dificultades en roca, hielo y mixto que resolvieron en seis jornadas (cinco noches en la pared entre el 11 y el 16 de julio) en estilo alpino. Es decir, portando sobre sus espaldas todo la necesario para ser aut¨®nomos.
El compromiso de una v¨ªa se mide de acuerdo con una graduaci¨®n consensuada, pero lo vivido por Toralles y Busom parece haber ido m¨¢s all¨¢ de cualquier escala racional, tanto es as¨ª que ninguno se anima a cuantificar en una fr¨ªa cifra la tensi¨®n vivida para escapar con vida de la pared. ¡°En muchos momentos, el destino de la cordada ha dependido exclusivamente de la suerte¡±, explica Marc. Para escapar de la constante lluvia de rocas y hielo, la pareja dibuj¨® una estrategia que les hizo progresar de noche, cuando m¨¢s fr¨ªo hac¨ªa. Pero las dificultades en la parte inferior de la ruta no les permit¨ªan avanzar con rapidez y, solo en la segunda mitad de su ruta, lograron progresar de forma m¨¢s ¨¢gil pero en un terreno ¡°mucho m¨¢s roto y comprometido¡±.
Toda la tensi¨®n acumulada durante la ascensi¨®n, todas las dudas manejadas durante tres a?os estallaron en la cima, alcanzada entre l¨¢grimas bajo un sol perfecto. Atr¨¢s quedaba la v¨ªa ¡°m¨¢s exigente que jam¨¢s hemos escalado¡±, opina Toralles.
El descenso result¨® tan estresante como el ascenso; la pareja decidi¨® abandonar la monta?a por la misma ruta que acababan de estrenar. Seg¨²n Marc Toralles, ¡°la escasa calidad de la roca no nos permit¨ªa colocar anclajes fiables para rapelar, y en varios momentos el que no rapelaba se desanclaba para no perecer tambi¨¦n si todo se ven¨ªa abajo¡±.
Toralles y Busom ya formaron un ascenso en condiciones terribles al Denali, por la Slovak Direct: all¨ª donde otros hubieran renunciado, los dos catalanes lograron su objetivo esquivando por poco aludes que barr¨ªan la pared. Su motivaci¨®n a prueba de condiciones los convierte en una de las parejas del momento en el panorama internacional del alpinismo.
¡°No creo que haya habido ninguna actividad espa?ola a un seismil tan destacada como ¨¦sta¡±, observa Jordi Corominas. ¡°La pared, sumamente alejada, exige varios porteos para alcanzarla, y el estilo alpino que han empleado ha sido impecable. Adem¨¢s, se trata de un objetivo deseado: unos italianos tambi¨¦n buscaban la primera, pero tuvieron que retirarse. Y otras cordadas internacionales ten¨ªan la pared en su punto de mira. Sin duda, una gran actividad¡±, enfatiza una de los mejores alpinistas que ha conocido este pa¨ªs.
Puedes seguir a EL PA?S Deportes en Facebook y Twitter, o apuntarte aqu¨ª para recibir nuestra newsletter semanal.