Una noche en el mejor estadio del mundo
El Sadar, remodelado e inaugurado a principios de temporada, es la gran arma de un CA Osasuna asentado en la m¨¢xima categor¨ªa del f¨²tbol espa?ol y Pamplona se rinde ante su m¨¢gico ambiente. Ha sido votado en una encuesta como el mejor campo del mundo en 2021
Otro polaco ligado al CA Osasuna ha aterrizado en Pamplona. No se trata del m¨ªtico delantero Jan Urban, ni de sus compatriotas Roman Kosecki o Ryszard Staniek, que defendieron los colores rojillos en la d¨¦cada de los 90. El polaco que lleg¨® a El Sadar el pasado mi¨¦rcoles es Grzegorz Kaliciak, un empresario inmobiliario de 35 a?os de Sulech¨®w, un pueblo de 16.000 habitantes, a 80 kil¨®metros de la frontera con Alemania. Kaliciak es el creador del sitio web StadiumDB, que a trav¨¦s de una encuesta mundial elige al mejor estadio entre los renovados o construidos cada temporada. Amante de los campos de f¨²tbol y obsesionado con sus innovaciones arquitect¨®nicas, Kaliciak est¨¢ al tanto de la flamante cubierta del templo rojillo, de los nuevos asientos retractiles para que el fondo sur pueda estar de pie o de los 39? de inclinaci¨®n de la grada que lo convierten en uno de los campos m¨¢s verticales de Espa?a junto a Mestalla o al Santiago Bernab¨¦u. Kaliciak lo sab¨ªa todo acerca de El Sadar, el primer estadio espa?ol que ha triunfado en ya doce ediciones de su encuesta. Pero a¨²n no conoc¨ªa a su afici¨®n. ¡°Me han hablado mucho de ellos¡±, dice tras recorrer la casa de Osasuna durante m¨¢s de cuatro horas y de tomar m¨¢s de 2.000 fotos y v¨ªdeos. ¡°?Quiero verlos!¡±.
El club, el primero que lo ha invitado a entregar personalmente el galard¨®n, eligi¨® la fecha con toda la intenci¨®n de exhibir a su afici¨®n, la que registra el r¨¦cord de decibelios en un estadio de f¨²tbol, en el partido m¨¢s esperado del a?o. El pasado mi¨¦rcoles el Real Madrid visitaba por primera vez un campo que ahora sonar¨¢ m¨¢s fuerte. No iban a ser ya 18.000 las gargantas rojillas sino 23.500 las que apretar¨ªan en un feudo siempre complicado para el conjunto blanco que solo pudo triunfar en 12 de los 32 partidos que all¨ª disput¨®. Como apunta el periodista Sergio Amadoz en su libro Aqu¨ª no se rinde ni Dios (Libros del K.O., 2020): ¡°El Sadar era volc¨¢nico contra el Madrid¡±. O terrible, como, seg¨²n Amadoz, dec¨ªa el exmadridista Santillana.
La tarde comienza t¨ªmida en el centro de la ciudad, que en un fin de semana corriente habr¨ªa estado abarrotado con camisetas de Osasuna. El clima no ayuda, aunque el ambiente por la noche est¨¢ garantizado. Las ¨²nicas 500 entradas que se hab¨ªan puesto a la venta se agotaron en poco m¨¢s de media hora. El resto, casi todos abonados, excepto los cerca de 300 canteranos a los que el club obsequia con un abono cada temporada para que se fogueen ya con el intenso clima de El Sadar.
El bar Scala en el barrio de Iturrama, a veinte minutos a pie del estadio, es, entonces, la primera parada obligada de la procesi¨®n hacia el templo. El local lo regenta su due?a, la catalana Eugenia D¨ªaz, ac¨¦rrima aficionada del CA Osasuna, que a¨²n no conoce el nuevo rostro de El Sadar. Solo ha visto all¨ª un partido, en 2019, antes de la ¨²ltima gran reforma. Los d¨ªas de f¨²tbol en Pamplona son los m¨¢s fuertes para su local. Tiene que trabajar. Y sin embargo, Geni asegura desde la barra su bar, que no hay mejor campo que este. ¡°El ambiente es inigualable¡±, dice esta osasunista de 58 a?os, que hace cinco recuper¨® el esp¨ªritu rojillo del Scala, lleno de bufandas y de fotos del equipo. Su local y Osasuna la han ayudado a integrarse en la ciudad, a la que lleg¨® desde Lleida en busca de mejores oportunidades laborales. Tanto que ahora tambi¨¦n su hija se ha mudado a Pamplona y va a todos los partidos en El Sadar. Es a trav¨¦s de ella y de los visitantes rojillos que paran en su bar que Geni se forja una opini¨®n indiscutible. La misma que ya repiten todos en la ciudad, hayan estado o no en el campo: El Sadar es el mejor estadio del mundo.
Un proyecto que se mezcla con la afici¨®n
¡°?Son nuestros aficionados los mejores!¡±, corrige el director general del club, Fran Canal. ¡°Pase lo que pase esta noche, los jugadores y la afici¨®n se quedar¨¢n un rato cantando juntos al final del partido. Eso no lo ves en ning¨²n campo¡±, dice. Canal, gallego de 55 a?os, lleg¨® a Osasuna hace siete, de la mano del presidente, Luis Sabalza.
M¨¢s de 8.000 socios votaron en 2019 por uno de los cuatro proyectos previamente seleccionados por el club. Canal no imaginaba que la construcci¨®n del nuevo estadio iba a ser uno de los pilares de su gesti¨®n. ¡°Nuestra tarea ha sido garantizar la viabilidad econ¨®mica del club con la reforma de El Sadar¡±, explica. Pero el trabajo comenz¨® antes porque su equipo debi¨®, en primer lugar, preseleccionar los proyectos que estaban a la altura y que la instituci¨®n pod¨ªa afrontar. La reforma no ha acabado porque Canal quiere alquilar uno de los locales del estadio a un tercer restaurante tras ver el ¨¦xito del Txoko de El Sadar y de El Bodeg¨®n de El Sadar, que adem¨¢s de llenarse los d¨ªas de partido son frecuentados por alumnos de la Universidad de Navarra, a pocos metros del estadio. Tambi¨¦n quiere construir una sala de exposiciones en uno de los c¨®rners del estadio e inaugurar¨¢ el primer museo de la historia rojilla.
El proyecto que gan¨®, votado por los socios, fue el del estudio OFS Office for sustainabilty, de los arquitectos navarros Alfonso Orueta, Jaime Suescun y Diego Fern¨¢ndez que propusieron convertir el estadio en un ¡°muro rojo¡±. Para ello crearon un efecto de continuidad en los fondos reduciendo el n¨²mero de vomitorios y haciendo m¨¢s patente la presencia del aficionado. ¡°Nos hemos inspirado en el Signal Iduna Park del Borussia Dortmund¡±, cuenta Fern¨¢ndez, arquitecto por la Universidad de Navarra. ¡°Lo m¨¢s importante era mantener la esencia, la verticalidad, la presi¨®n, el sonido envolvente, la cercan¨ªa¡¡±, reflexiona este pamplon¨¦s de 46 a?os, que creci¨® en El Sadar, fundado en 1967, de la mano de su padre ¡°cuando las gradas eran de pie y ten¨ªas que encontrar una valla para apoyarte¡±. Al nuevo Sadar se le ha agregado un tercer anillo que iguala todo el estadio con la grada de preferencia. La cubierta, tambi¨¦n uniforme, envuelve a los 23.500 aficionados y genera una ac¨²stica ¨²nica. La empresa constructora VDR ha llevado a cabo las obras llave en mano, es decir, sin gastos adicionales ni administrativos para el club.
Antes del partido contra el Real Madrid, el director general repite un ritual y da una ¨²ltima vuelta por el campo, contemplando a su flamante criatura, pero tambi¨¦n asegur¨¢ndose de que todo est¨¢ en su sitio, de que todo est¨¢ listo para recibir a las 23.500 almas (m¨¢s del 10% de los 200.000 habitantes de Pamplona) que har¨¢n rugir a la bestia. ¡°En realidad ya s¨¦ que va a estar bien, porque trabajamos todos los d¨ªas para ello y cuento con un equipo excelente, pero me gusta la ceremonia¡±, admite.
Casi sin entradas a la venta
Antes de la reforma, y tras las medidas de seguridad de la d¨¦cada de los 90, que, entre otras cosas, exig¨ªan que todos los aficionados tuvieran su butaca, El Sadar albergaba poco m¨¢s de 18.000 espectadores. Por eso, Osasuna hab¨ªa cerrado el cupo de socios en 15.000. En agosto de 2020, a punto de acabar las obras del estadio, reabrieron la inscripci¨®n y en menos de tres horas superaron los 20.000.
¡°El 25% de nuestros socios son menores de edad¡±, agrega Canal. Los j¨®venes tiran del carro en la grada, pero su entusiasmo se mezcla con la experiencia y la pasi¨®n de vieja glorias que acuden religiosamente a El Sadar cada jornada como el mediocentro Lucrecio Luquin, que defendi¨® la camiseta rojilla entre 1962 y 1970 y vivi¨® la inauguraci¨®n de El Sadar en el 67, aquel en el que los aficionados estaban casi a pie de campo. Ahora preside la asociaci¨®n Veteranos Osasuna, para la que el club reserv¨® uno de los 16 palcos que se construyeron despu¨¦s de la reforma. All¨ª acuden viejas glorias rojillas como Pedro Mari Zabalza, Patxi Iriguibel, Javier Mina o Javier Bayona.
El estadio m¨¢s ruidoso
La previa comienza en Casa Albero, punto de encuentro de la afici¨®n antes de las grandes citas en El Sadar. All¨ª, Miguel Madoz, pamplonica de 61 a?os, y miembro del foro Somos Rojillos, comparte mesa como cada fin de semana con otros aficionados que conoci¨® en la web. ¡°Muchos son de fuera de Navarra¡±, cuenta. ¡°Hay gente de Galicia, de Madrid, de Barcelona, de Murcia¡ Nos conocemos a trav¨¦s de Internet e intentamos quedar para conocernos y pasar un buen rato¡±, dice esta suerte de anfitri¨®n rojillo. ¡°Aqu¨ª tenemos el r¨¦cord de decibelios en un partido¡±, subraya orgulloso Madoz. Fue en un partido contra el Real Madrid, en 2009, cuando Osasuna asegur¨® su permanencia en la m¨¢xima categor¨ªa. El medidor de sonido marc¨® los 115 decibelios. El motor de un avi¨®n en marcha emite 130 db. ¡°El nuevo campo se estren¨® en medio de la pandemia, pero incluso con el 50% del aforo, cuando la gente empez¨® a animar parec¨ªa que el campo estaba lleno. Te lo cuento y se me ponen los pelos de punta¡±, recuerda Madoz.
Despu¨¦s de que el polaco Kaliciak entrega el galard¨®n al presidente Sabalza en el c¨¦sped de El Sadar, resuena el Riau Riau, m¨ªtica canci¨®n de la fiesta de San Ferm¨ªn, que certifica el testimonio de Madoz. ¡°Porque llegaron las fiestas / De esta gloriosa ciudad / Que son en el mundo entero / Unas fiestas sin igual / ?Riau-riau!¡±, el sonido del ¨²ltimo rugido retumba en la nueva cubierta y hace vibrar a todo el estadio. Lo acompa?a inmediatamente otra canci¨®n corean con orgullo: ¡°Qu¨¦ miedo me da / qu¨¦ miedo me da / ser del Madrid / y jugar en El Sadar¡±.
La afici¨®n no se apaga con el 1-2 de Asensio en el minuto 45 de partido y sigue apretando para que el equipo haga lo mismo. Quien se topa con El muro rojo es nada menos que el delantero franc¨¦s del Real Madrid, a quien el portero Sergio Herrera logra pararle dos penaltis en menos de 15 minutos. En ning¨²n otro estadio de LaLiga Santander los lanzadores de penaltis visitantes han fallado esta temporada tantos como aqu¨ª (tres). El 1-3 del final resulta un poco anecd¨®tico. Como adelant¨® Fran Canal, la afici¨®n y el equipo se funden en un c¨¢ntico final. ¡°Fue mucho m¨¢s impresionante ver a los hinchas¡±, comenta el polaco Kaliciak. En su bar, la catalana Geni, que a¨²n no conoce el nuevo Sadar, vuelve a sentir el ambiente por la televisi¨®n y escucha las historias de la noche. No hay reproches. El mito se sigue agigantando. Es el mejor estadio del mundo.