Cuando la pasi¨®n por el f¨²tbol tambi¨¦n se transmite de hijos a padres

La afici¨®n por el f¨²tbol se suele transmitir de padres a hijos, pero en mi caso fue todo lo contrario. Mi hijo Luis, que ahora tiene 21 a?os, consigui¨® que nos termin¨¢ramos aficionando un poco toda la familia. ?Y eso que no hab¨ªa ning¨²n futbolero! Lo suyo con el f¨²tbol no s¨¦ de d¨®nde sali¨®, ni sabr¨ªa decir cu¨¢ndo empez¨®. Lo recuerdo ya muy apasionado desde la m¨¢s tierna infancia. Le gustaba tanto que una Navidad, de bien peque?o, le pidi¨® a los Reyes Magos en la carta que quer¨ªa que le trajeran el Canal+ para poder ver todos los partidos de LaLiga. Y ahora sigue igual: este verano ¨ªbamos de camino a Francia para pasar las vacaciones y pidi¨® que par¨¢ramos en San Sebasti¨¢n para sacarse una foto en el campo de la Real Sociedad. Lo suyo es una aut¨¦ntica locura.

Luis naci¨® con el s¨ªndrome de Koolen de Vries. Su discapacidad intelectual jam¨¢s le ha impedido ser un forofo en toda regla: ha visitado los museos y los campos de varios equipos, colecciona camisetas de sus clubes favoritos, acude al estadio con asiduidad e incluso un d¨ªa se meti¨® en un garaje para pedir un aut¨®grafo a su ¨ªdolo Lucas P¨¦rez, hoy jugador del C¨¢diz CF, cuando jugaba en el RC Deportivo.

Al haber nacido aqu¨ª en A Coru?a (yo, qu¨ªmico de profesi¨®n, soy originario de Extremadura) anima principalmente al D¨¦por, aunque su coraz¨®n es tambi¨¦n un poco madridista. Sea del color que sea, el f¨²tbol es el motor de su vida.