El amor derriba barreras en el Camp Nou

Mi novia, Roc¨ªo, es de M¨®stoles (Madrid), la ciudad de Iker Casillas, y claro, muy madridista. Yo soy de Sant Pere de Torell¨®, un pueblo al norte de Catalu?a y muy del FC Barcelona. Llevamos cinco a?os juntos y pod¨¦is imaginar c¨®mo es vivir ElCl¨¢sico en nuestro piso de Granollers (Barcelona). Para m¨ª este deporte es la alegr¨ªa de vivir; si no existiera, todo ser¨ªa muy aburrido. Ella simpatiza algo menos, pero cada vez que juega el Bar?a trata de picarme con lo de siempre: ¡°El Madrid va a ganar porque siempre gana¡± o ¡°el Madrid juega mejor¡± son sus frases favoritas antes de que empiece un partido. Yo le digo que ¨²ltimamente puede llevar raz¨®n, pero con la boca peque?a y entre dientes, para que tampoco me de mucha ca?a.

Sin embargo, y pese a nuestra peque?a rivalidad, ella tiene claro lo importante que es el f¨²tbol para m¨ª. Se alegra cada vez que celebro un gol del Bar?a, solo porque sabe que me hace feliz. Cuando nos conocimos, ella estaba de viaje en Barcelona con una amiga, pero a¨²n viv¨ªa en M¨®stoles. Poco a poco seguimos hablando desde la distancia. El paso definitivo lo dimos cuando ella busc¨® trabajo en Barcelona para poder mudarse conmigo.

Me ha acompa?ado muchas veces al Camp Nou, sobre todo, a ver partidos de LaLiga Santander. Incluso se ha puesto camisetas del Bar?a. Ella dice que lo hace por amor. Y que me debe querer m¨¢s que yo a ella porque yo no podr¨ªa hacer lo mismo. Y eso que hubo una ¨¦poca de mi vida que solo me pon¨ªa la el¨¢stica blanca. Ten¨ªa 4 o 5 a?os y mi t¨ªo ?scar, que es aficionado del Real Madrid, me regal¨® la camiseta. Cada vez que iba a jugar al f¨²tbol con mis amigos, lo hac¨ªa con Roberto Carlos a la espalda. Con los a?os ese sentimiento cambi¨® y fui madurando mi pasi¨®n cul¨¦.

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