Los dos besos de la suerte entre nieto y abuelo
Carlos Garc¨ªa: ¡°Mi padre era del FC Barcelona, pero yo sal¨ª madridista como mi abuelo. Con ¨¦l tengo una relaci¨®n buen¨ªsima gracias al f¨²tbol. No recuerdo haber visto un partido sin ¨¦l a mi lado¡±
Este domingo por la tarde seguir¨¦ al pie de la letra el ritual sagrado de los d¨ªas de partido. Saldr¨¦ de mi casa en Sant Boi (Barcelona), andar¨¦ unos pocos minutos y me plantar¨¦, con bufanda o camiseta, en el piso de mi abuelo Ernesto. Nos sentaremos cada uno a nuestro lado del sof¨¢, el mismo de siempre. A pocos segundos del comienzo de ElCl¨¢sico, nos daremos dos besos. Nuestro peque?o ceremonial de la suerte. Y si durante la contienda hay alg¨²n momento de tensi¨®n, nos agarraremos de la mano, como siempre hacemos en los momentos duros para darnos fuerza. El f¨²tbol, y m¨¢s en concreto el madridismo, nos ha permitido forjar una relaci¨®n tan pr¨®xima y tan bonita que no cambiar¨ªa por nada. Para m¨ª no hay nada m¨¢s grande que el amor de mi abuelo.
Yo tengo 16 a?os y soy estudiante de bachillerato y ¨¦l tiene 81 y est¨¢ jubilado despu¨¦s de pasarse toda una vida trabajando como administrativo en la empresa Panasonic. Cuando nac¨ª, por lo tanto, ¨¦l ya ten¨ªa todo el tiempo del mundo para dedicarse plenamente a su nieto e instaurar la costumbre de ver siempre juntos al Real Madrid. No recuerdo haber visto un partido sin ¨¦l a mi lado. El m¨¢s especial de todos, sin duda, fue el del pasado 30 de abril, cuando tuvimos la ocasi¨®n de presenciar por primera vez un partido en el Santiago Bernab¨¦u contra el RCD Espanyol de Barcelona que encima dio al equipo el t¨ªtulo de LaLiga Santander la campa?a pasada. All¨ª est¨¢bamos nosotros animando abrazados y llorando al escuchar el himno del club.
Mi padre siempre intent¨® que fuera del FC Barcelona. Me regalaba camisetas azulgranas y todo. Quer¨ªa que fuera cul¨¦ como toda la parte paterna de la familia. Sin embargo, yo nunca tuve dudas al respecto y soy merengue como mi madre y su padre, mi abuelo Ernesto. Como ¨¦l, que naci¨® en Cuenca y emigr¨® a Catalu?a en busca de un futuro m¨¢s pr¨®spero, a m¨ª me ha tocado vivir ese sentimiento en minor¨ªa. En el instituto, a los nuestros los puedo contar con los dedos de una mano: est¨¢ M¨®nica, una amiga m¨ªa muy querida, y tambi¨¦n Luis y Pedro. Literalmente cuatro gatos, cont¨¢ndome a m¨ª tambi¨¦n, que pese a todo conformamos una minor¨ªa de la que nos sentimos muy orgullosos. Como mi abuelo, que en su d¨ªa incluso presidi¨® una pe?a madridista y me ense?¨® a vivir el madridismo con pasi¨®n.
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