El dependiente que cenaba cada semana en casa del fichaje estrella del Celta
Carlos S¨¢nchez: ¡°Conoc¨ª a Haim Revivo al poco de llegar a Vigo en 1996 cuando entr¨® a la tienda. Yo hablaba un poco de ingl¨¦s y nos hicimos inseparables¡±
Mi relaci¨®n con el f¨²tbol cambi¨® hace m¨¢s de 20 a?os. Soy aficionado del RC Celta y no me perd¨ªa casi ning¨²n partido en el estadio ABANCA Bala¨ªdos. Salvo cuando el horario coincid¨ªa con mi trabajo como dependiente en una tienda de ropa. Un d¨ªa, en agosto de 1996, entr¨® por la puerta del local una cara que me result¨® familiar: el futbolista israel¨ª Haim Revivo. Acababa de fichar por el Celta y apenas llevaba unos d¨ªas en Vigo. Le reconoc¨ª por las fotos que salieron en la prensa local, pero no terminaba de creer que lo tuviera tan cerca. ?l no ten¨ªa ni idea de espa?ol y yo sab¨ªa un poco de ingl¨¦s. As¨ª que me pidi¨® ayuda para encontrar la talla adecuada para unos pantalones. Tuvimos buena qu¨ªmica y me pidi¨® mi n¨²mero de tel¨¦fono para que le recomendase restaurantes y zonas que visitar en Galicia. Gracias a eso fuimos cogiendo confianza y me convert¨ª en amigo de uno de los cracs de uno de los grandes Celtas de la historia. Aquellos a?os, el equipo siempre quedaba entre los diez primeros clasificados en LaLiga Santander.
Termin¨¦ yendo a su casa pr¨¢cticamente cada viernes --siempre que no hubiera partido el d¨ªa siguiente-- para festejar con ellos el sabbat, como marca la tradici¨®n jud¨ªa. No es habitual que en estas cenas haya invitados que no profesan esa religi¨®n. En mi caso, tuve la suerte de que Revivo me consider¨® un amigo pr¨¢cticamente desde que nos conocimos y eso fue definitivo para que me acogiese en su casa. Sent¨ªa que yo era uno m¨¢s de su equipo. La ¨²nica condici¨®n era seguir el rito. Me colocaba la kip¨¢, un peque?o gorro que marca el respeto de los hombres a Dios. Luego oraban y repart¨ªan un trozo de pan, primero a los hombres y despu¨¦s a los ni?os y mujeres. D¨¢bamos un sorbo, siguiendo ese orden, y ya pod¨ªamos comenzar a comer. Sagit, su mujer, era una excelente cocinera que nos deleitaba con un men¨² replet¨® de manjares. Nunca falt¨® el humus, que era mi plato favorito de todos los que nos ofrec¨ªan. Por si fuera poco, no solo cenaba con Revivo: algunas veces ven¨ªan Mostov¨®i, Karpin¡ Cuando me quise dar cuenta, ya era uno m¨¢s en las conversaciones de los jugadores de uno de los grandes Celtas de la historia. Yo, que jam¨¢s le he dado una patada a un bal¨®n como profesional, sigo sin poder creer que todo esto ocurriera incluso aunque hayan pasado m¨¢s de dos d¨¦cadas.
Llegu¨¦ incluso a fundar, junto a mi hermano Jos¨¦ Manuel, tambi¨¦n aficionado del Celta, una pe?a en honor al israel¨ª, Lo+Revigo, un juego de palabras entre su nombre y Lo+Repl¨²s, una de las secciones de El d¨ªa despu¨¦s, el programa de f¨²tbol de Canal+. Qu¨¦dense con este nombre. Como yo le hab¨ªa ayudado a adaptarse a Espa?a, Revivo me correspond¨ªa con entradas para ir al estadio.
Conservo muchos recuerdos inolvidables. Pero, sin duda, hay uno que se me qued¨® grabado. Y digo literalmente, porque sali¨® en la televisi¨®n. Fue en un partido contra el FC Barcelona de LaLiga Santander. Unos d¨ªas antes, le hab¨ªa regalado a Haim una camiseta serigrafiada en la que se pod¨ªa leer Lo+Revigo junto a la bandera de la ciudad. ?l se la puso debajo y, cuando marc¨® el primer tanto contra el Bar?a (ese partido qued¨® 3 a 1 para el Celta) se levant¨® la el¨¢stica celeste. Yo no daba cr¨¦dito: ah¨ª estaba mi regalo. Revivo, por su parte, estaba se?alando hacia la zona del campo en la que yo me encontraba. Creo que pocos aficionados pueden decir que uno de sus ¨ªdolos les dedic¨® un gol¡ con algo que previamente le hayan regalado.
Revivo dej¨® el Celta en el 2000. Tras pasar unos a?os en Turqu¨ªa, volvi¨® a Israel para retirarse all¨ª en 2004. Seguimos manteniendo el contacto por Instagram, pero llevamos unos a?os sin vernos. No obstante, cada vez que ha vuelto a Vigo me ha escrito y nos hemos visto. Como la ¨²ltima vez, en 2017, que vino para jugar un partido de leyendas del club. Me hizo mucha ilusi¨®n volver a verle y poder sentirme, como hace 20 a?os, como si yo tambi¨¦n fuera una leyenda celtista.
Si quieres descubrir m¨¢s historias como esta, entra en¡ Canal del fan