La ventaja de tener un hermano mayor para ser del Real Oviedo en Gij¨®n

Mi hermano Jorge lleva toda la vida escuchando la misma frase cada vez que va conmigo por las calles de Gij¨®n, nuestra ciudad. ¡°?Qu¨¦ haces con ese de la camiseta azul?¡±, le espetan delante de m¨ª los d¨ªas de partido, que soy el de la camiseta azul. Jorge es del Real Sporting de Gij¨®n y yo, del Real Oviedo. Esta peculiar divisi¨®n es cosa de familia. Nuestro padre, Juan Jos¨¦, es seguidor oviedista. Nuestra madre, Bego?a, simpatiza m¨¢s con los rojiblancos. Por eso, Jorge y yo vivimos ElDerbi Asturiano los 365 d¨ªas del a?o.

La pasi¨®n por nuestros respectivos clubes nos viene desde ni?os, desde guajes que decimos por aqu¨ª. Jorge tiene 46 a?os, me saca dos a?os, y como es el mayor nuestro abuelo materno le capt¨® para el Sporting. Le llev¨® al estadio de El Molin¨®n con apenas cuatro a?os. Cuando nac¨ª yo, nuestro padre no lo dud¨®. En cuanto tuve la edad suficiente, me llev¨® a ver un partido al Carlos Tartiere. No recuerdo mucho de aquel d¨ªa, pero me gust¨® tanto que lo siguiente que hice fue pedirle la equipaci¨®n azulona. Me la pon¨ªa siempre que ¨ªbamos a jugar con nuestros amigos al f¨²tbol. Yo era y sigo siendo el ¨²nico aficionado del Oviedo de la pandilla. Llamaba tanto la atenci¨®n que os pod¨¦is imaginar la ca?a que me met¨ªa el resto¡­ Jorge se apartaba y no me dec¨ªa nada, que ya bastante pique ten¨ªamos en casa. Y si la cosa iba a mayores con alg¨²n amigo, dejaba a un lado la rivalidad y ejerc¨ªa de hermano mayor. ¡°Vale que es del Oviedo, pero tambi¨¦n es mi hermano¡±, sol¨ªa decir.

Nosotros fuimos creciendo y tambi¨¦n nuestro pique particular. Recuerdo, por ejemplo, nuestro primer derbi en el Tartiere. Ten¨ªamos 9 y 11 a?os. Gan¨® el Oviedo y me pas¨¦ toda la noche entonando a viva voz aquello de ¡°canta y no llores¡±, que dec¨ªa la canci¨®n. Mi hermano incluso se encerr¨® en su habitaci¨®n para no tener que aguantarme ni a m¨ª ni a mi padre, al que tambi¨¦n le va la marcha.

Siempre ha sido nuestra madre la que ha tenido que poner cordura. Es entonces cuando dec¨ªa: ¡°Ya vali¨®, por el f¨²tbol no se pelea¡±. Desde entonces, mi hermano y yo hemos visto muchos derbis juntos. Incluso ¨¦l ha venido al Tartiere y yo he ido al Molin¨®n. Creo que eso ha sido gracias a la educaci¨®n que nos dieron nuestros padres, que nos ense?aron a vivir nuestra rivalidad de la forma m¨¢s sana.

?l se hizo socio del Sporting con 16 a?os. Yo fui un poco m¨¢s precoz y me hice abonado con tan solo 15 a?os tras empezar a frecuentar la pe?a Azul Gij¨®n, que el pasado diciembre cumpli¨® 50 a?os desde su fundaci¨®n. Ese era mi ¨²nico reducto oviedista en Gij¨®n. Cada a?o, adem¨¢s, organizaban una cena a la que ven¨ªan futbolistas o miembros del equipo y gracias a las cuales pude conocer a Radomir Antic, Jokanovic, Armando, Rivas¡­ algunos de mis ¨ªdolos.